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Langlois viaja a París con un mensaje de las FARC para el presidente Hollande

Bogotá, 31 may (EFE).- El periodista francés Roméo Langlois, liberado ayer por las FARC tras 33 días de cautiverio, viaja hoy a París con un mensaje de esta guerrilla para el presidente de Francia, Francois Hollande, en el que se le solicita su mediación para resolver el conflicto armado en Colombia.

Así lo confirmó hoy el propio Langlois en una rueda de prensa en Bogotá tras llegar anoche a esta capital procedente del sureño departamento colombiano de Caquetá, donde fue hecho cautivo el 28 de abril cuando acompañaba a militares y policías en un operativo antidrogas y se vieron sorprendidos por una ofensiva guerrillera.

De este mensaje dijo no poder dar detalles del contenido porque va destinado al presidente de Francia, pero dijo que las FARC están de acuerdo en que se haga público si Francois Hollande lo desea una vez lo haya leído.

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«No puedo hablar mucho más sobre esta carta, sólo que llama a los países amigos a que vengan a negociar, mucha gente cree que los colombianos entre sí no pueden negociar», explicó Langlois, al insistir en que lo que hará será entregarle el mensaje a Hollande.

En la misiva, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) «llaman a Francia. La guerrilla quiere países que puedan aportar (al proceso de paz), europeos más que todo», indicó el periodista al comentar brevemente su contenido.

Esa carta también incluye disculpas de la guerrilla al reportero, por haberle tenido cautivo durante 33 días y considerarle «prisionero de guerra», sostuvo Langlois.

«Respecto a mí, fue lo que dijeron públicamente en el día de mi entrega, que me piden disculpas por la lesión moral, por tratarme de prisionero de guerra», matizó.

El reportero, de 35 años y con diez años como corresponsal en Colombia, según confirmó hoy, compareció ante la prensa en Bogotá junto al emisario que el presidente francés envió desde París para participar en la misión humanitaria que recogió el miércoled a Langlois en una aldea del Caquetá, el director adjunto de las Américas del Ministerio galo de Exteriores, Jean-Baptiste Chauvin.

Chauvin expresó la «satisfacción y felicidad de las autoridades francesas» por la liberación del corresponsal en Colombia del canal France24 y el diario Le Figaro.

Asimismo, relató que «el día de ayer fue un día muy especial, lleno de transportes, muchos, para llegar a ese lugar tan perdido; luego momentos de espera, largos; momentos de discursos y mensajes, y momentos de emociones».

Con estas palabras, el alto funcionario galo dio cuenta de la jornada del miércoles, cuando la misión en la que participó y que estaba liderada por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) viajó durante horas para adentrarse en la selva del sur de Colombia y llegar a San Isidro, una remota aldea del Caquetá.

Allí las FARC entregaron a Langlois en un acto que congregó a cientos de lugareños.

Tras la conferencia de prensa, celebrada en la embajada de Francia en Bogotá, el periodista partió acompañado por Chauvin, con el que hoy mismo viajará a París en un avión enviado por este país y que lo aguarda en el aeropuerto de la capital colombiana.

París, 31 may (EFE).- El periodista francés Roméo Langlois, liberado ayer por las FARC tras 33 días de cautiverio, aseguró en una entrevista que su secuestro se complicó por la politización y que en realidad fue «una farsa de mal gusto».

«Al principio pensé que mi retención era una pura formalidad y que me soltarían al cabo de dos o tres días», dijo el reportero, que reside en Colombia desde hace años, en una entrevista a la cadena de televisión «France 24» para la que trabaja.

A su juicio, la sucesión de declaraciones de los políticos colombianos y europeos y de las organizaciones no gubernamentales exigiendo su inmediata liberación «hicieron que la guerrilla se sintiera insultada» y decidiera aprovechar el golpe mediático que suponía el secuestro «para demostrar que siguen ahí y que el conflicto continúa».

Subrayó que no tuvo miedo de sus captores puesto que «las FARC no están en contra de los periodistas, especialmente cuando son extranjeros, independientes, y han tratado el conflicto en muchos reportajes con objetividad».

Reconoció que había vivido «un momento de pánico» cuando fue capturado mientras cubría una operación antidroga de la policía y el ejército colombianos porque perdió su acreditación de prensa y los guerrilleros «creyeron que era un consejero estadounidense o israelí de los que habitualmente acompañan» a las fuerzas del orden.

No obstante, precisó que le fue «fácil probar que era periodista» y que, pese a considerarlo un prisionero de guerra, el grupo guerrillero le ha pedido perdón de forma pública, «algo que no hace jamás».

Langlois se sintió ofendido por la insinuación del expresidente Álvaro Uribe de su implicación con el grupo guerrillero, y aseguró que su relación con las FARC había sido «puramente profesional» y durante su cautiverio de «rehén».

El periodista indicó que va a volver a vivir a Francia, algo que ya había planificado en los últimos meses antes de su secuestro, que no considera «determinante» en su carrera, y que en cualquier caso va a seguir interesándose por la cobertura de la información de Colombia.

El reportero fue entrevistado en la residencia del embajador francés en Bogotá, donde se recupera de la herida en un brazo por el impacto de bala que recibió el día de su captura en una zona del sur del país. Está previsto que viaje a Francia, algo que podría producirse hoy mismo.

Bogotá, 31 may (EFE).- El periodista francés Roméo Langlois elogió hoy el trabajo del Ejército colombiano, al que exculpó de su secuestro por considerar que hicieron lo que debían durante los combates en los que cayó en manos de las FARC, y consideró que las críticas del expresidente Álvaro Uribe contra él son «de mal gusto».

«Creo que los militares hicieron lo que tenían que hacer», expresó Langlois en una rueda de prensa en Bogotá antes de viajar a Francia, donde se reunirá con su familia y se dedicará a descansar una temporada para después regresar a Colombia de nuevo.

Por eso envió sus condolencias a las familias de los tres militares y el policía que murieron en los combates de los que fue testigo el 28 de abril pasado, fecha en la que tras la confusión de aquel enfrentamiento, en el que el periodista resultó herido de bala en un brazo, fue hecho cautivo por las FARC.

Recordó especialmente al sargento que estaba encargado de su seguridad, quien murió en aquellos combates. «Yo estuve mucho rato con esos hombres, son hombres valientes, se comportaron como caballeros en todo momento, hombres que creen en lo que hacen y es muy trágico que pasara eso», agregó, al reconocer que él tuvo mucha suerte al salvar su vida.

«Fue muy profesional, muy amistoso conmigo, muy cercano, pasé días en la base militar esperando la operación, obviamente hablamos, contamos chistes, desarrollamos sentimientos, amistad», relató.

También tuvo palabras de afecto para el capitán del batallón, quien resultó herido, y a quien deseó una pronta recuperación, y confió en que no haya represalias por parte de la «la jerarquía militar, que es dura con sus hombres».

«Yo sé que el Ejercito ha sentido mucho esta operación y espero no rueden cabezas. Espero que se apacigüe eso porque son hechos de la guerra», agregó.

Al hacer un reconocimiento al trabajo de las fuerzas de seguridad del Estado, comentó que «la guerrilla tiene mucho respeto al Ejercito colombiano, lo temen, es un Ejército sumamente entrenado, bueno» y por eso insistió en que no cree que hubiera «error de maniobra», tan sólo que «la guerrilla estaba en casa».

Al ser preguntado por los mensajes por Twitter que el expresidente Uribe (2002-2010) envió el miércoles en los que vinculó a Langlois con la guerrilla y lo calificó de mentiroso, el periodista se limitó a decir que no iba a «entrar en ese debate porque baja el nivel de las cosas importantes».

«Estamos llegando a ataques personales y para mí fue una falta de mal gusto», indicó.

E insistió: «Me cogieron para hacer política conmigo, primero me querían liberar, luego decidieron hacer política, me empezaron a pasear por campamentos y que me digan que tengo afinidad a la guerrilla, me pareció de mal gusto».

«Mi relación con la guerrilla ha sido profesional, es una relación que he tenido también con miembros del Ejército, con pandillas y civiles. Uno, cuando está con esta gente mucho tiempo, puede tener afectos, sean militares, guerrilleros o miembros de pandillas. Hay mucho odio, yo no quiero hablar del presidente Uribe porque no es la pregunta del momento», dijo Langlois.

El periodista zanjó el tema, al que se negó a responder cuando le insistieron en preguntas posteriores, con la afirmación: «Una figura de la categoría del doctor Uribe debería haber celebrado mi liberación».

Langlois, tras hacer un relato cuidadoso de los combates que se produjeron en el remoto lugar de Colombia donde fue secuestrado, se retiró para dirigirse al aeropuerto de Bogotá, donde un avión francés lo trasladará hoy mismo a París.

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