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El presidente de Somalia sobrevive a una emboscada de Al Shabab

Mogadiscio, 29 may (EFE).- El presidente de Somalia, Sharif Sheikh Ahmed, sobrevivió hoy a una emboscada tendida por la milicia fundamentalista islámica Al Shabab cuando el mandatario somalí se dirigía en un convoy a visitar la estratégica localidad de Afgoye (sureste), arrebatada a los rebeldes el pasado viernes.

El portavoz de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM), Paddy Ankunda, indicó a los periodistas, durante una rueda de prensa en Mogadiscio, que «combatientes de Al Shabab abrieron fuego con armamento ligero desde lejos», pero precisó que huyeron cuando las tropas progubernamentales contraatacaron.

Asimismo, Ankunda agregó que un guardaespaldas del presidente somalí perdió la vida en el ataque y otros cuatro resultaron heridos en la emboscada, que tuvo lugar cerca de la localidad de Elasha Biyaha.

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Un residente de ese pueblo, identificado como Ali Ahmed, comentó que se escucharon «fuertes enfrentamientos entre los soldados de AMISOM y las tropas del Gobierno contra combatientes de Al Shabab».

El pasado viernes, AMISOM y las tropas del Gobierno Federal de Transición somalí (GFT) anunciaron la toma de Afgoye, del paso homónimo y de Elasha Biyaha, hasta entonces en manos de los radicales.

Sin embargo, el portavoz militar de Al Shabab, Abu Musab, dijo a la emisora Al-Andalus, controlada por la milicia, que «si el Gobierno controlara el paso de Afgoye, el presidente Sharif debería poder transitar por allí pacíficamente».

Las cifras del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) indican que más de 14.000 personas se han visto desplazadas de la zona de Afgoye debido a los recientes enfrentamientos armados por el control de la ciudad.

Al Shabab, que el pasado febrero anunció su unión formal con la red terrorista Al Qaeda, combate desde 2006 al internacionalmente respaldado GFT y a las fuerzas multinacionales de AMISOM para instaurar un Estado musulmán rigorista similar al de Arabia Saudí en el país.

Somalia vive en un estado de guerra civil y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país sin gobierno efectivo y en manos de milicias islamistas, señores de la guerra tribales y bandas de delincuentes armados.

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