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El papa y Chinchilla abogan por reforzar las relaciones entre El Vaticano y Costa Rica

Ciudad del Vaticano, 28 may (EFE).- Benedicto XVI se entrevistó hoy con la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, con quien analizó las relaciones bilaterales, y ambos abogaron por reforzarlas «con un acuerdo que respete la identidad del país y la sana autonomía y colaboración» entre autoridades civiles y eclesiásticas.

«Durante el cordial coloquio se ha subrayado la buena relación existente entre la Santa Sede, la Iglesia y el Estado y se ha expresado el deseo reforzarla ulteriormente mediante un acuerdo que respete la identidad del país y la sana autonomía y colaboración que existe entre las autoridades civiles y las eclesiásticas», informó el Vaticano.

Durante la audiencia se subrayó -según el Vaticano- la «especial contribución» que ofrece la Iglesia a través de sus instituciones educativas, sociales y caritativas.

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Asimismo se destacó «la importancia de seguir tutelando la dignidad fundamental del ser humano desde el momento de su concepción».

Laura Chinchilla Miranda llegó al Vaticano pocos minutos antes de las once de la mañana local (09.00 GMT), acompañada de un séquito del que formaban parte el ministro de Relaciones Exteriores y Culto, Enrique Castillo Barrantes; la titular de Agricultura, Gloria Abrahma, y el embajador de Costa Rica ante la Santa Sede, Fernando Sánchez.

También formaron parte la directora de protocolo, Silvia Escalante; Mario Aguilar, del departamento de prensa, y la periodista Yari Gómez.

El pontífice recibió a Chinchilla en la puerta que da a la biblioteca privada, en la llamada Sala del Tronetto, con un «Buenos días, presidenta», en español.

Chinchilla le respondió: «Mucho gusto de conocerle», a la vez que agradeció la audiencia papal.

Después, ya en la biblioteca privada, se sentaron en la mesa del despacho y comenzó la reunión, ayudados con un intérprete, que se prolongó durante 22 minutos.

Concluida la audiencia -que se desarrolló en un ambiente de cordialidad, según precisaron fuentes vaticanas- entraron en la biblioteca los integrantes de la delegación costarricense.

Tras las presentaciones y fotos de rigor, se procedió al intercambio de regalos. Chinchilla regaló al papa un cuadro con grabados hechos a mano por artesanos costarricences, que representan códices indígenas, en colores verdes y ocres, sobre animales y plantas.

Benedicto XVI le correspondió con la medalla de oro de su pontificado.

Concluida la audiencia, Chinchilla se entrevistó con el secretario de Estado vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone, y el «ministro de Exteriores» de la Santa Sede, el arzobispo Dominique Mamberti.

Esta visita se produce seis años después de la última estancia de un presidente costarricense en el Vaticano, cuando el 16 de mayo de 2006 Benedicto XVI recibió a Oscar Arias.

Un año antes, en 2005, el anterior presidente de Costa Rica, Abel Pacheco, acudió al Vaticano para el entierro de Juan Pablo II, con quien se había entrevistado en 2004.

La presidenta Chinchilla ofreció un almuerzo en honor del cardenal Bertone y asiste en la capilla Clementina del Vaticano a una misa por Costa Rica y su pueblo.

La jornada vaticana de Chinchilla concluye con una conferencia en la Pontificia Academia de las Ciencias del Vaticano que tiene como título «Costa Rica: una democracia pacífica hacia un desarrollo innovador y sostenible».

La estancia de Chinchilla en el Vaticano se enmarca en la gira que está realizando por varios países europeos, entre ellos Francia, Alemania y Suiza.

Esta visita a la Santa Sede, según dijo recientemente el canciller Enrique Castillo, servirá para impulsar el concordato que el Gobierno costarricense negocia con la Iglesia católica.

Castillo señaló que la negociación entre el Vaticano y el Gobierno costarricense apenas ha comenzado y que solo se han efectuado dos reuniones que han servido para definir la metodología de trabajo que se seguirá en las conversaciones.

El objetivo, dijo, es hacer más fluida la relación entre la Iglesia y el Estado.

Algunos de los temas que estarán sobre la mesa, precisó Castillo, son la condición jurídica de la Iglesia católica en el país centroamericano, sus impuestos, las contribuciones a la seguridad social, los bienes de la Iglesia, su papel en la educación privada y la fe pública que tienen los sacerdotes, entre otros asuntos.

Castillo aclaró que no se van a discutir temas doctrinarios, ni tampoco la posibilidad soberana de Costa Rica de modificar el carácter confesional del Estado.

Costa Rica es uno de los pocos Estados confesionales de Occidente. Su Constitución establece que el catolicismo es la fe oficial del país.

Ciudad del Vaticano, 28 may (EFE).- La presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla Miranda, defendió hoy en el Vaticano un modelo de desarrollo sostenido y denunció que el mundo se encuentra «al borde del abismo» en cuanto a cambio climático.

Chinchilla hizo estas manifestaciones en la conferencia que pronunció en la Academia Pontificia para las Ciencias, ubicada en la Casina Pio IV, en los Jardines del Vaticano, tras reunirse con el papa Benedicto XVI y el secretario de Estado de la Santa Sede («primer ministro»), cardenal Tarcisio Bertone.

Acompañada del cardenal español Antonio Cañizares Llovera, prefecto de la Congregación para el Culto Divino, la mandataria dijo que el estilo costarricense de evolución socio-económica y ambiental se inspira «en un ideal que nació en el pesebre de Belén, el ideal de la fraternidad universal de todas las personas y de estas en su interacción con la naturaleza».

«El mundo se encuentra, en materia de cambio climático, al borde del abismo. Asombra y escandaliza que algunos todavía disfruten frente a la fosa que ellos mismos han cavado», afirmó la presidenta, que tituló su conferencia: «Costa Rica, un desarrollo sustentado en el amor a la paz y a la naturaleza».

Chinchilla agregó que «con indiferencia se niegan» las repercusiones que ha tenido en el planeta un estilo de progreso económico «casi suicida».

Señaló que los costarricense lo sufren en carne propia «porque en nuestras latitudes vivimos embates meteorológicos extremos, que han llegado a convertirse en el principal obstáculo para el desarrollo en Centroamérica y el Caribe».

La presidenta exhortó a romper ese «círculo vicioso» de coartadas y echarse las culpas y alertó de que la humanidad «sufrirá consecuencias devastadoras si no luchamos contra el cambio climático».

«Esto exigirá repensar el desarrollo en todas sus dimensiones y avanzar hacia una economía más sobria, más limpia y más sostenible», subrayó.

Chinchilla hizo un repaso sobre su país y destacó que Costa Rica es un Estado democrático y pluralista donde reina la libertad de culto y donde la mayoría de la población es católica.

También resaltó que es la más antigua democracia de América Latina y recordó que hace más de 60 años abolió el ejército como institución permanente.

«Somos una democracia que hace residir su fortaleza no en las armas, no en la guerra, sino en el derecho a la paz, no como objetivo asequible, sino como vía humana obligatoria», precisó la mandataria, quien añadió que la renuncia unilateral al ejército les ha permitido invertir recursos financieros y humanos en educación, infraestructura, ciencia y tecnología.

Chinchilla indicó que Costa Rica ha apostado por un desarrollo integral centrado en el ser humano y marcado por un profundo respeto de los derechos y aspiraciones de las personas y señaló que en su país la educación primaria es un derecho universal financiado por el Estado.

Precisó al respecto que asignan el 7 % del PIB a la financiación de la educación pública y resaltó que el 90 % de las escuelas y colegios cuenta con algún tipo de conectividad y de acceso a tecnologías digitales.

Sobre el desarrollo sostenible, dijo que desde hace más de 40 años el 25 por ciento del territorio está bajo régimen especial de protección y que el 95 % de la energía que consumen proviene de fuentes renovables.

Acerca de los desafíos que tienen que afrontar, Chinchilla puntualizó que la violencia desatada en otros países latinoamericanos por el narcotráfico es también una «seria amenaza» para ellos.

Laura Chinchilla se entrevistó hoy en el Vaticano con Benedicto XVI, con quien analizó las relaciones bilaterales y abogaron por reforzarlas «con un acuerdo que respete la identidad del país y la sana autonomía y colaboración» entre autoridades civiles y eclesiásticas.

Mañana, martes, visitará la organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), con sede en Roma.

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