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Sarkozy dice que los votantes de Le Pen quieren que se hable de fronteras

París, 25 abr (EFE).- El presidente de Francia y candidato a la reelección, Nicolas Sarkozy, aseguró hoy que los 6,5 millones de franceses que votaron en la primera vuelta de los comicios a la ultraderechista Marien Le Pen quieren que se hable de fronteras, y sobre la crisis económica volvió a comparar a su país con España.

«¿Qué nos han dicho?: ‘queremos que se hable de fronteras para que se nos proteja. Proteger de las deslocalizaciones, de la competencia sin freno de un cierto número de países que no respetan ninguna regla, fronteras para protegernos de la inmigración no controlada, fronteras para proteger nuestra lengua, nuestra cultura, nuestro paisaje», señaló Sarkozy en declaraciones a la televisión «TF1».

Preguntado por la crisis y el «rigor» presupuestario, el presidente aseguró que con sus propuestas económicas, Francia alcanzará el equilibrio en 2016.

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«Si uno no tiene deuda, si no tiene déficit, entonces no tiene necesidad de pedir prestado a los mercados», resumió Sarkozy, quien agregó que Francia paga por los intereses de su deuda dos veces menos que la vecina España.

«Actualmente nosotros recibimos el dinero que necesitamos prestado a un tipo de interés dos veces menos caro que nuestros vecinos y amigos españoles», dijo.

El candidato conservador aseguró que no le ha sorprendido el gran número de votos obtenidos en la primera vuelta de los comicios, celebrada el domingo, por el ultraderechista Frente Nacional (FN), porque, según dijo, se produce «tras cuatro años de crisis», y afirmó que su obligación es «escucharles y sacar conclusiones».

«Es un voto de crisis, no de adhesión», señaló Sarkozy, que logró en la primera vuelta un 27,18 %, frente al 28,63 % del candidato socialista, François Hollande, favorito en las encuestas para la segunda ronda electoral, prevista para el 6 de mayo.

Sarkozy también vinculó la idea de la frontera, que calificó como «una cuestión central», con el proteccionismo económico.

«Si en un año Europa no ha obtenido la reciprocidad en los acuerdos comerciales, aplicará unilateralmente, me están ustedes entendiendo bien, unilateralmente, una norma que se aplica en Estados Unidos y que consistirá en reservar todos los mercados públicos del Estado, de las regiones, de los departamentos y de las comunidades, a las empresas que produzcan y creen empleo en el continente europeo», aseguró.

El presidente francés insistió en que, si sale elegido el próximo 6 de mayo, negará a los extranjeros votar en las elecciones locales y volvió a referirse a España como ejemplo de explosión de la tasa de desempleo muy por encima de Francia.

París, 25 abr (EFE).- El presidente francés y candidato a la reelección, Nicolas Sarkozy, negó hoy que vaya a alcanzar acuerdos con el ultraderechista Frente Nacional (FN), tercero de la primera vuelta de las presidenciales del pasado domingo y cuyos votos necesita para renovar en el Elíseo.

«No habrá ministros del FN, nunca lo he querido. Pero el 18 % de los franceses que votaron por Marine Le Pen no le pertenecen y debo dirigirme a ellos», afirmó el presidente saliente en la radio «France Info».

Sarkozy señaló que si las leyes permiten que el FN se presente a las elecciones sus ideas deben ser respetadas.

«No hay un voto bueno y un voto malo. Los franceses han elegido y tienen que volver a elegir», aseguró.

El presidente aseguró que rechaza «demonizar al electorado de Marine Le Pen» y propuso «escucharle» para «poder darle respuestas».

El candidato conservador envió un mensaje a su rival socialista, François Hollande: «Se dirige al pueblo de izquierdas y debe saber que un presidente lo es de todos los franceses».

Sarkozy consideró menos democráticas algunas ideas de aliados de Hollande, como el izquierdista Jean-Luc Mélenchon, cuarto en la primera vuelta del pasado domingo con el 11,11 % de los votos y que ha pedido el voto para el candidato socialista en la segunda.

«Cuando Mélenchon dice que Cuba es una democracia, o cuando dice a sus militantes que si se cruzan con un rico por la calle hay que vaciarle los bolsillos, ¿alguien se lo reprocha?», afirmó.

Sarkozy, retrasado en los sondeos para renovar su estancia en el Elíseo el próximo domingo, consideró «una sorpresa para muchos» su resultado de la primera vuelta, cuando obtuvo el 27,18 % de los votos, un punto y medio menos que Hollande.

El presidente achacó la derrota al nivel elevado logrado por Le Pen y recordó que en el pasado otros candidatos conservadores lograron la victoria después de que el padre de la actual candidata ultraderechista consiguiera buenos resultados en la primera vuelta.

Sarkozy defendió su intención de convocar una manifestación paralela para el próximo 1 de mayo a la de los sindicatos.

«Da la sensación de que Hollande ha privatizado el 1 de mayo. Nosotros también tenemos derecho a manifestarnos. Tenemos derecho a tener una concepción diferente del trabajo», aseguró el presidente, que indicó que «quien trabaja y paga sus cotizaciones tiene que ganar más que el que no lo hace y vive de la asistencia».

Agregó que en su concepción del trabajo defiende a los empleados del sector privado por delante de los funcionarios, que consideró que están «mejor protegidos ante las consecuencias de la crisis».

París, 25 abr (EFE).- El candidato socialista a la Presidencia de Francia, François Hollande, reiteró hoy su propuesta de reconocer derecho de voto en las elecciones locales a los extranjeros no comunitarios que viven en Francia en situación legal, una medida que le enfrenta a su rival, el conservador Nicolas Sarkozy.

El programa de Hollande incluye la propuesta de dar ese derecho a los inmigrantes no europeos que residan legalmente en Francia desde al menos cinco años.

El candidato socialista aseguró hoy que la medida será adoptada en 2013 y que permitirá a los extranjeros votar en las elecciones locales en las mismas condiciones que lo hacen ya los ciudadanos comunitarios, es decir, sin poder presentarse a los comicios.

Los socialistas consideran que el derecho de voto puede ayudar a integrarse a los inmigrantes, aunque rechazan que sea el asunto más importante del programa de Hollande.

En los últimos días, y sabedor de que esa propuesta crea gran oposición entre el electorado ultranacionalista, que necesita para ganar la segunda vuelta, Sarkozy no ha perdido ocasión de recordarla en cada una de sus intervenciones.

Desde el campo conservador insisten en destacar la propuesta, conscientes de que puede movilizar a su favor el voto de la extrema derecha del Frente Nacional (FN) de Marine Le Pen.

A falta de confirmación por parte de la líder de la ultraderecha, parece que Le Pen, que con casi el 18 % de los votos fue la tercera opción más votada en la primera vuelta del 22 de abril, pedirá a sus simpatizantes que voten en blanco el próximo día 6.

Los sondeos indican, sin embargo, que dos de cada tres pueden decantarse por el presidente saliente, Nicolas Sarkozy, y uno de cada cuatro por Hollande.

Sarkozy necesita movilizar a los casi 6,5 millones de electores que votaron el pasado domingo por Le Pen y entre los cuales es conocido el temor a que los beneficios para los inmigrantes reduzcan los de ciudadanos galos.

Diversos análisis publicados desde el domingo mencionan que Hollande se beneficiará más fácilmente de los votos que en la primera vuelta fueron a parar a opciones de extrema derecha o ecologistas.

Pero al atizar el fantasma del miedo al voto a los extranjeros Sarkozy ha permitido a los socialistas recordarle lo que afirmó al inicio de su mandato: que era «intelectualmente favorable» a esa medida.

El candidato conservador también se mostró a favor cuando era ministro del Interior, por lo que Hollande consideró que se comporta «como una veleta» que cambia en función de los vientos que soplan.

Después, Sarkozy aseguró que «las cosas han cambiado» y abandonó una propuesta que no cuenta con mucho respaldo en su partido.

La idea de permitir el voto a los extranjeros en los comicios locales fue lanzada por primera vez en 1981 por el socialista François Mitterrand, que la introdujo como una de las 110 propuestas del programa electoral que le llevó al Elíseo.

Sin embargo, cada vez que los socialistas han estado en el poder la han abandonado, ante la dificultad que supone adoptarla.

Esa medida precisa de una reforma constitucional, que sólo puede ser adoptada por referéndum o con el respaldo de dos tercios de las dos cámaras.

Hasta septiembre pasado, la izquierda nunca tuvo mayoría en el Senado, lo que le imposibilitaba hacer avanzar la medida.

Una de las primeras medidas adoptadas por el Senado con mayoría de izquierdas fue la aprobación de una proposición de ley que permita el voto de los extranjeros en las elecciones municipales.

En 2000 fue la cámara de diputados, con mayoría de izquierdas, la que se mostró favorable a esa propuesta, pero el Gobierno no la presentó ante la cámara alta consciente de que allí no tenía mayoría.

Por Luis Miguel Pascual

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