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Estudiantes vuelven a la calle y Piñera anuncia una reforma destinada a la educación

Santiago de Chile, 25 abr (EFE).- Los estudiantes chilenos volvieron hoy masivamente a las calles para renovar sus demandas de una mejor educación, mientras de forma paralela el presidente Sebastián Piñera anunciaba una reforma tributaria destinada exclusivamente a financiar una reforma de la enseñanza.

La aparición de un grupo de encapuchados que, al término de la manifestación, incendiaron una caseta de vigilancia municipal fue el único hecho negativo de la movilización en Santiago, en la que participaron, durante unas dos horas y media, unos 50.000 estudiantes, según los organizadores, y 25.000, según la Policía.

También hubo manifestaciones en algunas ciudades de provincia, como Concepción y Valparaíso, pero con asistencias considerablemente menores, que no sobrepasaron las 3.000 personas, según medios locales.

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Los estudiantes, universitarios y secundarios, respondieron a una convocatoria de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) en demanda de una educación pública gratuita y de calidad.

Esa misma demanda movilizó en 2011 durante ocho meses a los estudiantes chilenos y, según los dirigentes de la Confech, sigue siendo el objetivo principal del movimiento estudiantil.

En Santiago, la manifestación abarcó un recorrido de unos tres kilómetros, desde la Plaza Italia hasta la explanada del centro cultural Estación Mapocho, donde la actividad fue coronada con un acto cultural, que se extendió hasta las 13.30 hora local (16.30 GMT) y tras el cual la gente se dispersó en orden.

Camila Vallejo, figura emblemática de las movilizaciones del año pasado y actualmente vicepresidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech), subió a un taxi que pasaba y se alejó del lugar.

No obstante, unos diez minutos después una caseta de seguridad municipal situada a un costado del cercano Mercado Central de Santiago comenzó a arder, tras ser atacada con bombas Molotov por un grupo de encapuchados.

La acción originó una rápida respuesta policial, que con algunos chorros de agua y gases dispersó a los revoltosos, con una cantidad no especificada de detenidos.

Salvo ese incidente, la manifestación fue pacífica y de carácter festivo y estuvo encabezada por los máximos dirigentes de la Confech, Gabriel Boric, Camila Vallejo y Noam Titelman, además de Eloísa González, esta última portavoz de la ACES, una organización de estudiantes secundarios.

«Somos más de 50.000», afirmó a los periodistas Boric, presidente de la Fech, mientras Vallejo señaló que «en las calles se demuestra que seguimos luchando y que somos muchos».

Para Boric, la masiva respuesta a la convocatoria fue»un tapabocas para los que creían que no seguiríamos luchando».

«Seguimos haciendo historia (…), los estudiantes no vamos a cejar en la lucha para que la educación sea un derecho del pueblo», sostuvo.

«Queremos que el 2011 no sea sólo un paréntesis, sino la puesta en escena de los cimientos de un movimiento que se proyecte en el tiempo», sostuvo en tanto Noam Titelman, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (Feuc).

«Queremos decirle al Gobierno que queremos ser parte de la discusión de las políticas públicas», añadió y acotó que las movilizaciones «tratan de levantar una alternativa al modelo existente».

Un par de horas antes de la movilización, en declaraciones al canal estatal TVN, el presidente Sebastián Piñera confirmó que este jueves dará a conocer un proyecto de reforma tributaria cuyos recursos serán destinados a financiar mejoras del sistema educativo.

«Les puedo adelantar muchas cosas, primero, el 100 % de los recursos adicionales que va a recaudar esta reforma tributaria se van a destinar a la educación», precisó Piñera.

«Gracias a estas medidas ningún joven en Chile, nunca más, se va a quedar fuera de la educación superior por falta de recursos (…), esto es algo que a mí me llena de orgullo», aseguró el mandatario conservador.

Boric, si bien valoró positivamente una propuesta planteada el pasado lunes por el Gobierno, que saca a la banca privada de la administración de los créditos universitarios, la consideró insuficiente.

«Lo que hemos dicho es que los estudiantes no quieren seguir endeudados, las familias chilenas no quieren seguir endeudadas y acá lo que se está proponiendo básicamente es cambiar de acreedor, de los bancos al Estado», dijo a los periodistas.

La educación sigue sin ser concebida como un derecho, sino como un bien de consumo», subrayó el dirigente, que añadió que se trata de un objetivo dirigido no sólo a la enseñanza universitaria, sino a todo el sistema educacional.

Subrayó además que «nos interesa llegar a acuerdos y para eso en algún momento vamos a tener que sentarnos a dialogar con las autoridades (…). Nosotros valoramos que saquen a los bancos, pero todavía queda mucho por avanzar».

Santiago de Chile, 25 abr (EFE).- El Gobierno chileno destacó hoy el carácter pacífico que tuvo la multitudinaria marcha estudiantil que al mediodía de esta jornada reunió, según sus organizadores, a cerca de 80.000 jóvenes, que demandan, al igual que en 2011, una mejor educación pública.

«Una movilización cuando es pacífica o cuando la violencia ha sido menor, y comparativamente menor respecto a otras oportunidades, nos deja a todos tranquilos», señaló a periodistas el ministro portavoz de Gobierno, Andrés Chadwick.

Pese a algunos incidentes aislados, Chadwick se mostró satisfecho de poder tener estas «expresiones sin necesidad de que se recurra a la violencia», al referirse a la marcha en Santiago, en la que participaron, durante unas dos horas y media, unos 80.000 estudiantes, según sus organizadores (inicialmente informaron de 50.000 personas), y 25.000, según la Policía.

También hubo manifestaciones en algunas ciudades de provincia, como Concepción y Valparaíso, pero con asistencias considerablemente menores, que no sobrepasaron las 3.000 personas, de acuerdo con medios locales.

En sus declaraciones a los periodistas, el ministro también tuvo palabras de reconocimiento para los convocantes de la marcha, que en su opinión actuaron de «manera responsable en esta jornada».

También manifestó su respaldo al accionar de carabineros, que si bien resguardó la marcha durante el recorrido se mantuvo distante de la columna de manifestantes.

En este sentido, Chadwick afirmó que en la medida en que la marcha se desarrolló en forma pacífica y los estudiantes cumplieron con las instrucciones de la Intendencia (Gobernación) Metropolitana de Santiago acerca del recorrido, «naturalmente no fue necesario que Carabineros actuara».

En tanto, la intendenta de la región metropolitana de Santiago, Cecilia Pérez, informó de 69 detenidos tras los disturbios que se generaron una vez finalizada la marcha estudiantil.

Indicó que durante la tarde se registraron algunos incidentes en el Paseo Ahumada, el frontis de la Universidad de Chile, el Paseo Bulnes con Alonso de Ovalle, cerca de la sede del Ejecutivo y en la Universidad Central.

Pérez dijo que haber solicitado la autorización en los plazos legales, respetar el recorrido acordado, instalar el escenario anunciado y finalizar la actividad en el horario comprometido «son todas señales de la normalidad y que reflejan un liderazgo responsable que esperamos se mantenga en el tiempo».

La intendenta responsabilizó de los hechos de violencia ocurridos tras la manifestación al «vandalismo de los encapuchados, a quienes nos les interesa cuidar Chile ni defender ideas» y se solidarizó con un equipo de periodistas de Canal 13 atacados por estos agresores.

Carabineros informó que desde las ciudades de Valdivia y Temuco, en el sur de Chile, se informó de algunos enfrentamientos entre la policía y los encapuchados, aunque no entregó cifra de detenidos ni de lesionados.

La marcha estudiantil convocada por la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) se desarrolló de manera pacífica y recién cuando ésta había terminado, un grupo de encapuchados generó algunos incidentes que motivaron la intervención de las Fuerzas Especiales de Carabineros.

Los hechos delictivos se originaron cerca del Mercado Central, a unas diez manzanas al norte del Palacio de La Moneda, sede del Ejecutivo, donde unos muchachos incendiaron una caseta de seguridad ciudadana.

También intentaron cortar el tráfico en la Alameda, la principal arteria de la capital chilena, pero la policía lo impidió utilizando el carro lanza agua (guanaco).

Los dirigentes estudiantiles condenaron los hechos de violencia y llamaron al Gobierno, tras el término de la manifestación, a que destacara lo positivo de la iniciativa, lo que ocurrió precisamente más tarde con la declaraciones del ministro Chadwick.

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