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Israel recuerda el Holocausto con sirenas por todo el país

Jerusalén, 19 abr (EFE).- La población israelí conmemora hoy el Día del Holocausto, uno de los más solemnes de su calendario, con una serie de actos de recuerdo en todas las instituciones públicas y el ulular de una sirena que a las 10.00 de la mañana (7.00 GMT) que paralizó todo el país.

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La potente sirena antiaérea, que se escuchó en todas las ciudades y pueblos, detuvo el tráfico en calles y cruces, mientras los conductores salían de sus automóviles para, con los viandantes, ponerse firmes en señal de respeto.

Tan sólo los miembros de la minoría árabe -que no se identifican con la jornada-, y muchos de la comunidad ultraortodoxa judía -que consideran Israel un sacrilegio a sus estrictas creencias religiosas- se inhibieron de esta vieja tradición que acompaña las dos jornadas de luto nacional del calendario israelí.

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La otra es en el día de recuerdo a los soldados caídos o desaparecidos en el campo de batalla, que se conmemora la semana que viene, en la víspera del día de independencia.

Hoy, el recuerdo fue para los 6 millones de judíos asesinados por los nazis en el período de la Segunda Guerra Mundial, desde la aprobación de las primeras leyes raciales de Nuremberg en 1935 -que privaron a los judíos alemanes de todos sus derechos civiles-, hasta la aplicación de la Solución Final para el judaísmo europeo en los campos de extermino.

A raíz de ese genocidio, los aliados dieron luz verde a la creación del Estado judío en 1948, acontecimientos ambos que salen a la luz en los actos de esta jornada.

«El Día del Holocausto en Israel tiene dos facetas, la primera (de carácter) nacional, es que tenemos un hogar nacional para el pueblo judío, y la segunda es que el pueblo judío no fue aniquilado tal y como lo tenía programado el nazismo», dijo a Efe Elías Soae, un ex policía de origen argentino.

Como otras conmemoraciones y fiestas del calendario judío, la jornada comenzó el anochecer anterior con un acto en el Museo del Holocausto de Jerusalén, en el que el primer ministro, Benjamín Netanyahu, afirmó que si el Estado de Israel hubiera existido entonces, el genocidio no habría ocurrido.

«Nuestros enemigos intentaron enterrar el futuro judío, pero éste renació en la tierra de nuestros antepasados, aquí construimos nuestra base y un nuevo comienzo de libertad y esperanza», afirmó poco después de que supervivientes encendieran seis antorchas de recuerdo, una por cada millón de judíos asesinados.

Israel fijó esta jornada una semana antes del día de su independencia para resaltar el vínculo entre ambos capítulos de su historia, pero en occidente el Día Internacional del Holocausto se conmemora el 27 de enero, fecha de la liberación del campo de extermino de Auschwitz (Polonia).

Netanyahu y otros destacados líderes políticos, judiciales, religiosos y militares, participaron de nuevo esta mañana en otro acto oficial en el mismo Museo, que guarda el recuerdo de los 6 millones de víctimas y la identidad de la mitad de ellas.

En la lectura de sus nombres hoy en el Parlamento, el primer ministro afirmó que «esta es una forma de dar vida a las almas perdidas».

También recordó en su discurso que el peligro sobre el pueblo judío no se ha desvanecido y que, en la actualidad, sigue afrontando «llamamientos a exterminarlo», mencionando a Irán como «centro de esa amenaza existencial».

Soae explica a Efe que el pueblo judío «ciertamente» ve en el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, un peligro a su existencia.

«Que Ahmadineyad, y no hablo del pueblo iraní sino específicamente de Ahamdineyad, amenace con aniquilar al pueblo judío y niegue el Holocausto, ciertamente es percibido como una amenaza», afirmó.

En los últimos meses, Israel ha advertido que no tolerará que el jefe de un Estado que insta a «borrarla del mapa» tenga también la capacidad militar para intentarlo, lo que hace temer un ataque israelí contra el programa nuclear de Teherán, si fracasan las conversaciones que comenzaron el sábado en Estambul entre el Grupo 5+1 e Irán.

Jerusalén, 19 abr (EFE).- El Premio Nobel de la Paz y superviviente del Holocausto Elie Wiesel considera inapropiada la afirmación, reiterada anoche por el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu y por el presidente Simón Peres, de que Irán representa para los judíos el peligro de sufrir un segundo genocidio.

«Irán es un peligro pero ¿asegurar que está creando un segundo Auschwitz? Yo no comparo nada con el Holocausto», dijo en una entrevista publicada hoy por el diario israelí «Globes».

Anoche, en el acto inaugural en Jerusalén del Día del Holocausto en Israel, Peres exhortó al mundo a «aprender las enseñanzas del Holocausto y enfrentarse a las amenazas existenciales», de las que «Irán es el centro», antes «de que sea demasiado tarde».

Netanyahu, por su parte, subrayó que «quienes menosprecian la amenaza iraní, sea por considerarla exagerada o un capricho (de Israel), es porque no han aprendido nada del Holocausto».

Wiesel, quien logró salir con vida de Auschwitz y Buchenwald, ve «inaceptable» que el asesinato de seis millones de judíos en la Segunda Guerra Mundial, que se recuerda hoy en Israel, se haya convertido en frecuente elemento de comparación, incluido en el debate político.

«No me gusta. Es inaceptable e imposible hacer comparaciones con el Holocausto. Están, por ejemplo, los haredim (judíos ultraortodoxos) que ponen a sus niños en protestas estrellas (de David) amarillas (como las que los nazis obligaron a los judíos a llevar cosidas en su ropa), y justo, de todos los lugares, en Israel. ¿A dónde hemos llegado?», se pregunta.

Wiesel, estadounidense de origen centroeuropeo que obtuvo el Nobel de la Paz en 1986, insiste en que la Historia se ha visto ensuciada por otros genocidios, pero «sólo Auschwitz fue Auschwitz».

«Fui a Yugoslavia cuando los periodistas decían que estaba comenzando un Holocausto. Hubo un genocidio, pero no Auschwitz. Cuando se hace una comparación con el Holocausto, actúa en una doble dirección y pronto la gente dirá que lo que pasó en Auschwitz fue ‘sólo lo que pasó en Bosnia», señala.

No obstante, el autor de «Noche» se siente confiado sobre el futuro del recuerdo del Holocausto, pese a que en dos o tres décadas no quedarán sobre la tierra sus testigos directos para mantener viva en los más jóvenes la llama de la memoria.

«Cuando empecé a enseñar en la universidad hace 40 años, no había casi cursos sobre el tema. Hoy la situación es diferente. Nunca enseñé tantos temas relacionados con el Holocausto en tantos países. Nunca ha habido tantas conferencias y libros publicados sobre el tema. Todo aquel que escucha a un testigo del Holocausto se convierte él mismo en testigo y, hoy, nos están escuchando», dijo.

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