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Guatemala denuncia el boicot de EE.UU. y dice que no busca imponer la despenalización

Guatemala, 29 mar (EFE).- Guatemala denunció hoy que Estados Unidos boicoteó la cumbre regional celebrada el pasado sábado en este país, por temor a que Centroamérica acordara una posición conjunta sobre su propuesta de despenalizar las drogas, iniciativa que aseguró no pretende imponer a nadie.

El presidente guatemalteco, Otto Pérez Molina, en declaraciones a los periodistas, dijo que EE.UU. «utilizó» a su homólogo salvadoreño, Mauricio Funes, «para hacer el boicot» y que este a su vez persuadió a los mandatarios Porfirio Lobo, de Honduras, y Daniel Ortega, de Nicaragua, para que no asistieran a la cumbre.

Estados Unidos, indicó Pérez Molina, temía que en ese encuentro los países centroamericanos acordaran una posición conjunta para presentar en la Cumbre de Las Américas que se celebrará a mediados de abril en Cartagena de Indias (Colombia), respecto a su iniciativa de despenalización de las drogas.

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Sin embargo, precisó, el temor estadounidense era infundado, porque su intención no era presionar a ningún presidente a apoyar su propuesta, sino solo promover el diálogo para encontrar nuevas formas para combatir el narcotráfico.

«Es ridículo decir que yo le voy a imponer algo a ellos (los mandatarios de la región), si ellos son presidentes y fueron electos por su país, ellos son soberanos», indicó Pérez Molina.

Agregó que nunca ha «pretendido unificar a Centroamérica alrededor de la despenalización» e insistió en que su propuesta es dialogar y debatir sobre nuevas rutas para «lograr una eficaz lucha contra el narcotráfico», que en los últimos años ha dejado miles de muertos en la región.

El pasado 6 de marzo, los gobernantes centroamericanos acordaron en Honduras reunirse el pasado sábado, 24 de marzo, en la ciudad guatemalteca de Antigua para, según la declaración conjunta suscrita en Tegucigalpa, «continuar» con la discusión de la propuesta de Pérez Molina de «buscar mecanismos alternos para la lucha contra el narcotráfico».

Sin embargo, a última hora, Funes, Lobo y Ortega decidieron no asistir al encuentro pactado en Antigua.

A la cita solo acudieron los presidentes Laura Chinchilla, de Costa Rica, y Ricardo Martinelli, de Panamá.

En el comunicado que emitió la víspera de la cumbre para anunciar erróneamente que ésta se había suspendido, el Gobierno salvadoreño aseguró que «varios jefes de Estado de Centroamérica» desean que en el debate de estas estrategias de seguridad participen países vecinos de la región como Colombia y México.

El miércoles, en San Salvador, Funes dijo que la decisión de no asistir al encuentro fue consensuada por los tres mandatarios debido a que Guatemala «modificó» la agenda para supuestamente centrarlo en el tema de la despenalización.

«Decidimos no asistir a la cumbre porque no íbamos a discutir una agenda diferente de la que se había pactado», aseguró.

Pérez Molina señaló que la «excusa» de su homólogo salvadoreño no tiene fundamento porque «ni siquiera vino como para poder decir que había una imposición. Si hubiera venido se hubiera dado cuenta de que no hubo tal imposición».

Insistió en que la ausencia de los gobernantes se debió «a las presiones de Estados Unidos», país que abiertamente se ha opuesto a la iniciativa de despenalizar las drogas, aunque el pasado lunes el subsecretario de Estado norteamericano para la lucha antidrogas, William Brownfield, de visita en Guatemala, anunció la disposición de Washington a discutir el tema.

A pesar de las diferencias, Pérez Molina aseguró que no existe ningún enfrentamiento con Estados Unidos, que «respeta sus posiciones», y exigió que «también respeten las posiciones de los centroamericanos».

Además, hizo un llamamiento a los otros gobernantes de la región para salvar sus diferencias mediante el diálogo y que, «con dignidad», sean capaces de hacer propuestas sin «agachar la cabeza» ni prestarse a los intereses estadounidenses.

«Los presidentes de Centroamérica representamos los intereses de nuestros pueblos y de toda la región. Tenemos que ser capaces de ponernos de acuerdo» y presentar las propuestas que se considere oportuno discutir, añadió

De todas maneras, aseguró, en el discurso que pronunciará ante la Cumbre de Las Américas, hará un «llamado a todos los presidentes para que podamos hablar de nuevas rutas para tratar el narcotráfico» y presentará su propuesta de despenalizar las drogas.

Eso, concluyó, «no quiere decir que vayamos a hacer un esfuerzo por cambiar la agenda de la cumbre» sino solo poner el tema sobre la mesa.

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