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La defensa del exdirector gerente del FMI Strauss-Kahn señala que se le imputa un delito inexistente

París, 27 mar (EFE).- La defensa del exdirector gerente del FMI Dominique Strauss-Kahn, quien está imputado por proxenetismo agravado, sostuvo hoy que el comportamiento de su cliente, aunque puede ser cuestionable desde el punto de vista moral, no es reprochable legalmente.

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Con el expolítico bajo control judicial y sin autorización para hablar públicamente ni con los otros imputados del caso, el letrado Henri Leclerc se erigió como portavoz para explicar que el delito que se le imputa es «inexistente» y que su caso está «vacío» de contenido.

«Strauss-Kahn participó en cierto número de veladas libertinas con amigas y mujeres que eran amigas de sus amigos. Todo el mundo puede decir lo que quiera en un plano moral, pero ese comportamiento (…) ciertamente no es una infracción», sostuvo el abogado.

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El exresponsable del Fondo Monetario Internacional, cuyas aspiraciones políticas a las elecciones presidenciales francesas se vieron truncadas el pasado mayo tras haber sido acusado en Nueva York por intento de violación, siempre ha mantenido que ignoraba que sus acompañantes eran prostitutas.

«No hay ningún elemento serio que permita creer que lo sabía», añadió hoy el abogado, para quien aunque hubiera sabido que las jóvenes de esas correrías organizadas en Lille, Bruselas, París y Washington por empresarios amigos suyos estaban remuneradas, la participación en ese tipo de veladas no está castigada por la ley.

El papel que le corresponde a Strauss-Kahn en este caso, según sus abogados, es el de testigo, no el de imputado, razón por la cual van a solicitar la nulidad de la acusación y del control judicial.

Este nuevo revés de quien hace poco menos de un año era favorito para ser candidato del Partido Socialista francés para los comicios presidenciales de los próximos abril y mayo se produce dos días antes de que se abra en Nueva York la causa civil por esa primera denuncia, y para sus abogados lo que se le reprocha en realidad es «una suerte de delito de lujuria» que no tiene lugar a nivel penal.

Y por eso la defensa cuestiona los «medios colosales» que se han desplegado en este caso, lo «vejatorio» que resulta que a su cliente se le impida hablar, y la «coincidencia» de que la imputación llegue a un mes escaso de la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas, previstas para el 22 de abril.

«La cuestión es saber ahora si todo aquél que tenga cierta notoriedad y parcela de poder es susceptible de tal despliegue», añadió otro de sus abogados, Richard Malka, para quien lo sucedido «no es habitual y es extremadamente grave».

Al exministro socialista, de 62 años de edad, se le ha impuesto una fianza de 100.000 euros y los cargos retenidos contra él, según los medios galos, pueden ser condenado a un máximo de 20 años de prisión y tres millones de euros de multa.

Pero sus abogados no quisieron pronunciarse sobre el estado de ánimo con el que el acusado enfrenta este proceso, subrayando que quien debe pronunciarse es el propio Strauss-Kahn, el único que, justamente, «no puede».

Lo que sí criticaron son las filtraciones que ha habido sobre el caso en los medios, que han alimentado durante meses las noticias con detalles sensacionalistas, y dirigieron sus acusaciones no tanto a los que se hicieron eco de esos detalles, sino a «quienes profesionalmente tienen acceso» a esos documentos y los filtran.

La «única vía» válida para su cliente, ante ese delito «inexistente», es según la defensa, su absolución o libertad absoluta, una petición sobre la que la Justicia podría tardar meses en pronunciarse.

La investigación de este caso, conocido como el del Carlton de Lille por ser ese hotel el centro de la organización de la red de prostitutas, comenzó el pasado octubre, y ha conducido ya a la imputación de destacados empresarios e incluso de agentes de policía.

Marta Garde

Nueva York, 27 mar (EFE).- El exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Dominique Strauss-Kahn afronta mañana en un tribunal de Nueva York la primera audiencia de la demanda civil por agresión sexual presentada en su contra por una camarera, dos días después de haber sido imputado por proxenetismo en Francia.

A la audiencia, que comenzará a las 19.00 GMT y estará presidida por el juez Douglas McKeon en un tribunal de la Corte Suprema de Justicia del Bronx, no está previsto que asista el político francés, según confirmaron a Efe fuentes judiciales, que no pudieron precisar si la demandante, Nafissatou Diallo, acudirá al juzgado.

La vista de mañana, en la que ambas partes tendrán oportunidad de presentar sus argumentos ante el juez McKeon, girará en torno a la inmunidad diplomática que los abogados de DSK, como es conocido por la prensa el político francés, alegan que goza su cliente, por lo que piden desestimar el caso.

Diallo denunció a Strauss-Kahn por una presunta agresión sexual el pasado 14 de mayo en el hotel Sofitel de Manhattan, un mediático caso que comenzó ese mismo día con la detención del político francés en el interior de un avión en el aeropuerto de Nueva York cuando se disponía a viajar a París.

Strauss-Kahn, obligado a renunciar al frente del FMI, se enfrentó entonces a un proceso penal que le llevó a pasar unos días por prisión y después en libertad vigilada bajo fianza, para, finalmente, quedar libre de cargos a finales de agosto cuando la Fiscalía pidió desestimar el caso por la falta de credibilidad en el testimonio de la mujer.

En paralelo, los abogados de Diallo recurrieron a la justicia civil el pasado 8 de agosto en un momento en que la causa penal perdía fuerza por las dudas surgidas en torno a la demandante, una querella en la que acusan a DSK de haber asaltado sexualmente a su cliente de forma «sádica, intencionada, brutal y violenta».

Los letrados de Diallo aseguran que el presunto ataque causó a su cliente daños «físicos y psicológicos» y le provocó un cuadro de angustia mental severa y estrés emocional «del que quizá nunca llegue a recuperarse completamente», y exigen compensaciones económicas cuya cuantía debe determinarse en el juicio.

Los abogados de Strauss-Kahn ya pidieron al juez en septiembre pasado que desestimara la demanda civil alegando que su cliente gozaba de inmunidad diplomática para causas civiles cuando Diallo interpuso esa acción judicial, «y también durante el tiempo que se le obligó a permanecer en Estados Unidos».

Sin embargo, el equipo de abogados de Diallo capitaneado por Kenneth Thompson creen que el político francés no puede alegar inmunidad diplomática porque ese privilegio nunca fue ratificado por el Fondo Monetario Internacional, el organismo que dirigía cuando fue detenido en mayo pasado.

El nuevo frente judicial en Nueva York se suma al que DSK tiene abierto en Francia, donde el lunes fue imputado por tres jueces instructores de la ciudad de Lille (noroeste) por un delito de proxenetismo en banda organizada, tras lo cual quedó en libertad bajo control judicial a cambio de una fianza de 100.000 euros.

Strauss-Kahn, que fue interrogado durante cerca de ocho horas, fue imputado en el llamado caso del Hotel Carlton de Lille por su participación en diferentes correrías sexuales en Lille, Bruselas, París y Washington por empresarios amigos suyos, en las que también participaron algunos altos cargos policiales.

El exministro de Economía francés, cuyo nombre sonó con fuerza para ser el candidato socialista para las presidenciales de su país hasta su detención en Nueva York, siempre mantuvo, y así lo reiteró el lunes ante los jueces, que nunca imaginó siquiera que las mujeres que participaban en aquellas juergas libertinas eran prostitutas.

Strauss-Kahn, que no fue imputado por un delito de encubrimiento de abuso de bienes sociales, se enfrenta a una pena máxima de 20 años de cárcel y tres millones de euros de multa en caso de ser finalmente encontrado culpable, según el artículo 225-8 del Código Penal francés.

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