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El dolor deja paso a la indignación por negligencias en la tragedia ferroviaria

Buenos Aires, 25 feb (EFE).- El dolor por la muerte de 51 personas en un accidente ferroviario en Buenos Aires ha dejado paso a la indignación por la negligencia política, los errores en las tareas de rescate y la precariedad del transporte, en especial tras conocerse que pudo haber fallos en los frenos del tren.

«Bronca», «conmoción», «furia» y «dolor» son las palabras que dominan los titulares de las portadas de los principales periódicos de Argentina, donde se multiplican los análisis de las causas que llevaron a esta tragedia que ha sacudido al país.

El accidente se produjo el miércoles pasado, en plena hora punta matinal, cuando un convoy con ocho vagones procedente de la localidad bonaerense de Moreno se estrelló contra un andén de la estación Once, una de las tres más importantes de Buenos Aires, con un saldo de 51 muertos y más de 700 heridos.

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Mientras arrecian las críticas por la falta de controles y las denuncias de los trabajadores ferroviarios por el mal estado de las formaciones, el maquinista del tren declaró ante el juez que investiga los hechos que intentó frenar dos veces y que luego utilizó el freno de emergencia, pero los mecanismos no funcionaron.

El maquinista Marcos Antonio Córdoba, de 28 años, fue imputado por «estrago culposo» -delito para el que se prevé una pena de seis meses a tres años de prisión- y, tras prestar declaración indagatoria, quedó en libertad por decisión del juez.

«Tengo que viajar hoy, pero no voy a tomar el tren. Tengo miedo», se lamentaba hoy un pasajero que, conmocionado, desistió de abordar una formación en la estación de Once.

«El tren es un transporte de ganado, así es como nos tratan», se quejó otra pasajera, también en Once, que anoche fue escenario de violentos incidentes tras confirmarse el hallazgo, dos días después del accidente, del cuerpo de la víctima número 51 dentro del tren siniestrado.

Enfurecidos por las deficiencias en las tareas de rescate y en búsqueda de las víctimas de la tragedia, un grupo de jóvenes rompió vidrieras de locales de la estación, quemó cestos de basura y se enfrentó a la Policía, que dispersó la protesta con gases lacrimógenos.

En tanto, en las redes sociales continúa la fiebre de menciones sobre la tragedia, con comentarios de indignación por lo sucedido y reclamos para que las autoridades den explicaciones.

Muchos de esos reclamos se dirigen a la presidenta Cristina Fernández, quien expresó sus condolencias a través de su portavoz y decretó dos días de duelo nacional pero no ha aparecido en público desde el accidente.

Fernández optó por viajar a su residencia de Calafate, en el sur, para descansar durante el fin de semana y recordar, en privado, que su fallecido esposo, el expresidente Néstor Kirchner, habría cumplido hoy 62 años.

El Gobierno ha resuelto presentarse como querellante en la causa judicial abierta por el siniestro y crecen los rumores sobre una posible intervención a la empresa TBA, concesionaria del servicio ferroviario de cercanías que parte de Once y que recibe millonarios subsidios por parte del Estado.

Las críticas también se centran en el operativo de emergencia organizado tras el accidente, con demoras en la entrega de información a los familiares sobre el destino de los heridos y la identificación de los cadáveres.

Esa situación derivó en un angustioso deambular de familiares por hospitales y morgues en búsqueda de pasajeros desaparecidos.

De hecho, aún se desconoce el paradero de Alberto José Ojeda, que figura en la nómina de heridos pero no ha sido localizado por su familia en los hospitales.

«Yo tengo la confirmación de que su nombre estaba en la lista de personas internadas», dijo Bernardo, hermano de Alberto, en declaraciones a la televisión local.

En tanto, familiares de las víctimas del incendio en 2004 de la discoteca República de Cromañón, a pocos metros de la estación de Once, accedieron hoy a abrir la calle donde habían creado un «santuario» en memoria de los 194 fallecidos tras comprender que el cierre complicó las tareas de evacuación de los heridos del tren siniestrado.

Asunción, 25 feb (EFE).- Los restos de cuatro de los seis paraguayos fallecidos en el accidente tren ocurrido el miércoles en Argentina fueron repatriados hoy a Paraguay, informó una fuente oficial en Asunción.

La directora general de Desarrollo Humano de la paraguaya Secretaría de Repatriados, Nancy Benítez, confirmó que fueron traídos del vecino país los restos de Ranulfo González, Sonia Torres, Verónica González y Nancy López.

Entretanto, los restos de Graciela Romero y Teresa Zelaya fueron sepultados en Argentina a petición de sus familiares, precisó la funcionaria en declaraciones a la radio asuncena Cardinal.

Benítez explicó que los cuatro cuerpos fueron traídos en ambulancias, luego de que se descartara el envío de un avión militar, cuyos trámites de ingreso a territorio argentino demoraría el proceso.

Al menos 51 personas perdieron la vida y otras 700 resultaron heridas en el choque de un tren en la estación de Once de Buenos Aires, el pasado 22 de febrero.

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