Columnas

Jugadores de otros equipos que me daban miedo

Esta columna nace de una pregunta en Twitter y es un bello ejercicio: ¿cuál jugador de otro equipo le daba miedo cuando enfrentaba a su equipo?

Soy hincha de Atlético Nacional y me gusta esta labor de recordar a algunos que me dieron tantos dolores de cabeza pero están en el recuerdo bajo el manto del respeto. Procedamos:

Independiente Medellín

Óscar Pareja: símbolo rojo y líder del equipo en los años noventa. Creativo lleno de talento. Era el que armaba todo.

John Wilmar ‘Pelusa’ Pérez: volante de marca con buen pie. Todo un tractor de 10 pulmones. Crack.

Jorge Horacio Serna: no era dúctil, no era vistoso, era un armario, pero veía al frente la camiseta de Nacional y siempre le hacía gol.

Mauricio Molina: una zurda del demonio que se activaba más si jugaba contra el verde. Cada tiro libre era motivo de sufrimiento.

David Montoya: diestro lleno de talento.

Henry Zambrano: con la roja sus mejores partidos fueron ante el verdolaga. Luego jugó en Nacional e hizo fiestas, menos mal…

Néider Morantes: vistió la verde, se fue al rojo y fue una auténtica pesadilla.

Millonarios

Juan José Irigoyen: le decían ‘el Búho’ porque la mayoría de sus goles los convertía de noche. Era un amo de las alturas.

Arnoldo Iguarán: ni Flash lograba marcar al guajiro. Jugador mítico del fútbol colombiano. Enorme.

Carlos ‘la Gambeta’ Estrada: uno de los mejores goles que he visto se lo hizo a Higuita en el Atanasio. Otro gran jugador.

Óscar Juárez: mañoso, viejo zorro del área. Era la pesadilla del ‘Coroncoro’ Perea.

Rubén Darío Hernández: era un jabón húmedo en un baño turco. Escurridizo a más no dar. Luego vistió la verde.

Freddy León: ‘el Muelas’ era de esos delanteros de raya. Veloz, pícaro, de buen remate. Otro motivo de dolor de cabeza. Buen jugador.

Ricardo Lunari: volante de armado que por lo regular se jugaba partidazos ante Nacional.

John Mario Ramírez: mucho talento desperdiciado al son de la vida loca.

Independiente Santa Fe

Hugo Gottardi: maestro del área. Enorme 9.

Germán Morales: este no daba miedo por su talento, este daba miedo por sus patadas.

Léider Preciado: otro depredador del gol. Siempre había que marcarlo con dos o tres, no importaba, hacía gol.

América de Cali

Anthony de Ávila: lo dice entre risas el mismo René Higuita: “El Pitufo es mi papá”. La más grande pesadilla que vi para Nacional. Jugadorazo.

Jorge da Silva: otro 9 enorme que le facturaba al verde.

Julio César Falcioni: en el Atanasio le arrebató una opción de título a Nacional al tapar dos penales en el mismo partido. El más grande del arco americano.

Jairo ‘el Tigre’ Castillo: una noche silenció el Atanasio y llevó a su equipo a ser campeón.

Deportivo Cali

Jorge Aravena: maestro de los tiros libres.

Bernardo Redín: una oda al fútbol. La pareja con ‘el Pibe’ era poesía pura.

Edison ‘el Guigo’ Mafla: otro letal con el tiro libre. Motor caleño.

Víctor Bonilla: potencia pura y esa potencia le aumentaba ante Nacional.

Junior de Barranquilla

Iván René Valenciano: veía el escudo verde y ya estaba celebrando un gol.

Carlos Valderrama: una sola palabra: enorme.

Once Caldas

Carlos Valencia: ‘Panelo’ era otro delantero de raya. Potencia y velocidad pura.

Arnulfo Valentierra: el jefe de la orquesta del mejor Once que he visto.

Se quedan muchos por fuera. Ustedes tienen los suyos y los invito a opinar en Twitter: @poterios.

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