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RíO+20: basura en nuestros océanos

Ecología. Ad portas de la conferencia sobre sostenibilidad de las Naciones Unidas, hablamos con la Blue Marine Foundation sobre cómo salvar los océanos

Desde hoy, 20 de junio al 22, expertos en leyes, funcionarios y líderes del sector privado y público se encontrarán en Río de Janeiro, Brasil, para la Conferencia de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, también conocida como Río+20. Cómo resolver problemas globales como la pobreza, la inequidad social y la destrucción del medio ambiente son algunos de los temas que serán discutidos.

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Los que asistirán dicen que el encuentro marcará una diferencia, especialmente para los defensores de los mares, que son el enfoque de esta edición con contenido especial de PUBLIMETRO INTERNACIONAL. “Río puede ser muy importante para salvar los océanos”, dijo Charles Clover, presidente de Blue Marine Foundation. Su organización fue creada en 2010 y apunta a crear “reservas marinas y soluciones del sector privado en el mar que permitan la reestructuración de las industrias pesqueras para promover una pesca sostenible”. 

“Esta es una tarea vital porque las reservas dan a los peces y a otras especies un refugio seguro contra la destrucción y el pillaje sembrado en muchas partes de los océanos por las flotas de pesca en el mundo y por problemas como el cambio climático y la polución. La sostenibilidad de la pesca es tan importante como otros aspectos y eso significa que los pescadores pueden tener una rentabilidad ahora y en el futuro –señaló Clover–. Lo que realmente queremos y necesitamos de Río es un sistema ratificado de gobernabilidad para altamar, que reemplazará la falta de regulaciones en la pesca. Queremos que Río haga posible la creación de reservas marinas en aguas internacionales”, añadió.

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Otro grupo con una agenda para un cambio positivo es el International Ocean Institute (IOI), con sede en Malta. El grupo, sin ánimo de lucro, es uno de los cofacilitadores de los grupos de ONG de los océanos, que espera convencer a los gobiernos en Río para que adopten políticas para proteger los océanos.

“Quizás Río podría ser la llamada a despertar contra las conductas excesivas que hemos tenido los humanos hacia el océano y que seamos conscientes que nuestra supervivencia depende de que convirtamos nuestro déficit de gobernabilidad en unas buenas políticas para conservar los océanos”, dijo Awni Behnam, presidente de IOI.

La polución es su preocupación principal. Según Behnam, más de 46 mil piezas de plástico flotan en cada kilómetro cuadrado del océano. La concentración es especialmente alta en el Giro del Pacífico Norte, en un área conocida como la Gran Mancha de Basura del Pacífico. Las corrientes oceánicas empujan toda la basura a estas áreas, incluso si la polución proviene de otras partes del mundo. Es una de las razones por las que los científicos ven basura en las más remotas partes del Ártico, a más de mil kilómetros de lugares habitados.

“El problema de la basura humana no se trata solamente del aseo en sí mismo, sino de un problema muy insidioso: que no sean biodegradables”, dijo Steve Gittings, coordinador científico del Programa Nacional de Santuarios Marinos de la National Oceanic and Atmospheric Administration, una organización gubernamental de los Estados Unidos.

Según señaló Simon Box, del Centro Nacional de Oceanografía, el problema es peor y no es exactamente visible. “No se trata de una gran pila de bolsas y botellas que podamos recoger, sino de pequeñas partículas de polvo que se producen a medida que los grandes materiales se degradan mecánicamente”, dijo Box.

Algo que también asusta a los oceanógrafos es la polución en nuestro ambiente, que causa los cambios climáticos. Hay evidencias alarmantes de la acidificación de los océanos, que ocurre cuando aumentan los niveles de pH haciendo que el agua se torne ácida. Según Scott Doney, un científico sénior de química marina y geoquímica en la Institución Oceanográfica de Woods Hole, en Massachusetts, ocurre cuando los humanos quemamos combustibles fósiles y se produce dióxido de carbono. Un cuarto de ese subproducto es absorbido por el océano y cambia la composición del agua del mar. 

“Lo que debe preocuparnos es que han empezado a darse cambios sensibles en muchas plantas y animales de los que dependemos los humanos”, dijo Doney.

Para concluir…

Sobrepesca, polución, calentamiento global. Da vértigo pensar en eso. Los organizadores creen que la conferencia dará el impulso que necesitan los gobiernos, e incluso están formando grupos para que sean escuchados. La Coalición de Reservas Marinas, por ejemplo, organizó un panel, que incluyó a Blue Marine Foundation y Greenpeace UK, entre otras organizaciones.


MWN

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