El Desfile de Silleteros es el momento más esperado del año, donde los ciudadanos salen a las calles para admirar las obras de arte creadas con flores por los campesinos de Santa Elena.
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Julieth Stella Ríos Ríos, es una de las mujeres silleteras que participa en el tradicional Desfile de Silleteros de Medellín en la Feria de las Flores. Desde hace ocho años se le cumplió el sueño, cuando su padre, Jaime Antonio Ríos Ramírez, por quebrantos de salud decidió que era el momento de entregarle ese legado a uno de sus cuatro hijos.
Julieth creció rodeada del aroma de las flores que su padre cultivaba en la finca en la que vivían. Allí se enamoró de su belleza y del oficio de ser silletero. “Desde niña veía como mi papá salía los sábados en la madrugada con su silleta en la espalda llena de flores y regresaba a la casa con algunas que le sobraban y con el mercadito”.
Recuerda que luego de vivir en Santa Elena se mudaron a una finca que estaba cerca del aeropuerto, por lo que su padre tenía que salir con su silleta hasta la vía principal para subirse en un ‘carro escalera’, lo que hoy se conoce como ‘chiva’, para bajar a Medellín y comercializar sus flores.
Cuando Julieth conoció la intención de su padre le pidió que la eligiera, le aseguró que ella podría cargar la silleta tradicional con la que él desfilaba, que se arma con manojos de flores cultivadas exclusivamente en Santa Elena y que pesa casi 50 kilos.
En un principio, Don Jaime no creyó que su hija podría lograrlo, pero en ese primer desfile se lo demostró. Así que Julieth cumplió su sueño y su padre aceptó dejarle el contrato. La silletera reconoce que no fue nada fácil, pero logró cargar la silleta durante más de dos kilómetros y sin descanso.
Los ocho años que ha participado en el desfile se han convertido para la silletera en «una experiencia maravillosa», porque ha podido conocer personalidades como el papa Francisco y ha representado su cultura en diferentes lugares.
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La herencia
“Mi papá desfilo durante 45 años, hasta que la salud se lo permitió. Él fue el que me dejó este legado y esta herencia tan maravillosa. Vivo feliz y orgullosa de ser silletera y agradecida con él y con Dios porque me dio esta oportunidad”.
Ser silletero es hereditario, Julieth tiene a toda su familia viviendo en Santa Elena, en donde la gran mayoría de sus tíos y primos lo son. “Esta es una tradición que pasa de generación a generación”.
Durante los primeros seis años Don Jaime acompañó a Julieth en todo el proceso previo del desfile y le dio consejos para armar la silleta. Sin embargo, hace un año y medio falleció y desde entonces le ha tocado a Julieth demostrar todo lo que le aprendió.
Como se trata de una herencia, Julieth espera que su hijo sea el que le reciba el legado. “Lo ideal es que sea él, porque le encanta. Me pregunta cada año si puedo cargar la silleta. El año pasado nos ganamos el cupo en la vereda para que mi hijo pudiera desfilar en junior y estuvimos juntos”.
“Aspiro a poder desfilar por muchos años y mi esperanza es que cuando ya no pueda mi hijo siga con la tradición y sienta el mismo orgullo que siento yo”.
La cultura silletera
‘Cuando pasa un silletero es Antioquia la que pasa’ es la frase característica de esta tradición y para Julieth significa alegría y orgullo.
“Esto es algo que llevamos en la sangre. En mi primer desfile sentí muy especial, la gente se me acercaba y me tocaba para ver si era real. Escuchar a las personas cuando nos animan y nos dicen: ‘¡Bravo silleteros!, ¡ustedes pueden!’, es muy gratificante”.
Le enorgullece ser representante de Medellín, de Santa Elena, de Antioquia y de Colombia ante el mundo. “Esta es una tradición con flores hermosa y única, por esto somos 420 silleteros muy orgullosos de ser lo que somos”.
Los silleteros como las flores en este clima primaveral están presentes durante todo el año, por lo que Julieth destaca la importancia de contar con ellos en cualquier temporada.
“Mucha gente piensa que los silleteros solo comemos en agosto, que el resto del año no hay nada. Nosotros somos silleteros todo el año, siempre estamos dispuestos para decorar con flores distintos tipos de eventos. En cualquier época del año hay silleteros gracias a la Corporación de Silleteros de Santa Elena”.
El secreto
Los silleteros cada año planean el tipo de silleta con la que desean desfilar. “En estos momentos todos están haciendo sus silletas, pero nadie dice qué está haciendo. Los que hacen las emblemáticas, las monumentales o los que llevan mensajes, las mantienen en secreto hasta el día del desfile, porque esa es la competencia”.
En objetivo es generar sorpresa, para sorprenderse entre los mismos silleteros al presentar las silletas. “En las tradicionales, que son manojos de flores sin ninguna forma uno ve la diferencia entre la una y la otra”.
Por eso la silletera reconoce el arduo trabajo que tienen los jueces a la hora de tener que elegir entre una u otra como la ganadora.
El Desfile
Este año participarán 510 silleteros en la versión 61 del Desfile, que tendrá lugar el próximo domingo 12 de agosto a las 2:00 p.m. en la Avenida Guayabal hasta llegar a la Plaza Gardel.
Julieth ya tiene todo preparado. “Mi silleta es y será, por herencia de mi padre, tradicional, porque es por la que él siempre luchó, porque es con la que empezaron nuestros abuelos el desfile. Han ido evolucionando las categorías, pero la principal silleta es la tradicional. Es la más pesada y la más incómoda porque no se puede descargar durante todo el recorrido”.
Esta silleta lleva flores nativas de Santa Elena y debe tener más de 25 variedades entre los que están los claveles, las tritomas, las rosas, las clavellinas, las hortensias, los pompones, los gladiolos, entre otras más. “En Santa Elena hay una gran variedad que nos permite hacer la silleta hasta con 50 tipos de flores”.
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La cifra
510 silleteros participarán del Desfile de Silleteros que se realizará el próximo domingo 12 de agosto de 2018.
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La frase
“Aspiro a poder desfilar por muchos años y mi esperanza es que cuando ya no pueda mi hijo siga con la tradición y sienta el mismo orgullo que siento yo”, Julieth Stella Ríos Ríos, silletera de Santa Elena.
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