Arley de Jesús Graciano Caro, alias el Bizco, estaba cumpliendo su sentencia al ser declarado culpable por un Juez de la República por el delito de extorsión. Sin embargo, eso no fue suficiente, pues desde su lugar de reclusión el ‘Bizco’ estaría delinquiendo.
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Una de sus víctimas, un comerciante del municipio de Barbosa, Antioquia; recibió una llamada de un hombre que se hizo pasar como el comandante Ferney, un supuesto integrante de una organización criminal que operaba en esa misma área y le advirtió que si no quería que atentaran contra su vida, la de su familia o sus negocios, debía asistir a una reunión en el municipio de Hatillo.
Como la víctima no asistió a la cita, le hicieron varias llamadas y le exigieron consignar $3.000.000 y si no pagaba esa suma de dinero se convertiría en objetivo militar. Ante el temor por las constantes amenazas, el comerciante decidió hacer una primera consignación en octubre de 2016.
El primer pago que realizó la victima fue por $1.500.000. Sin embargo, el victimario no estuvo de acuerdo y le exigió que debía pagar la totalidad de la suma solicitada. Las amenazas se agudizaron y la víctima no tuvo más remedio que volver a hacer un pago por $1.000.000 y en diciembre realizó otro pago por $150.000, para un total de $2.650.000.
Las investigaciones adelantadas por el CTI de la Fiscalía adscrito al Gaula Militar establecieron que las llamadas que recibía la víctima eran realizadas desde la cárcel Nacional de Bellavista de Medellín y se presume que era Graciano Cano.
El procesado no aceptó los cargos. Actualmente descuenta una pena de 16 años de prisión, por hechos que se registraron en el 2015, por los delitos de concierto para delinquir agravado y extorsión agravada, en esta misma modalidad.