El robo hormiga se refiere al acto que cometen una o varias personas que ingresan a los locales comerciales y logran extraer mercancías utilizando estrategias de distracción. En muchos de los casos se ha establecido que el delincuente pertenece a una banda criminal.
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Marcela Giraldo, vocera de Alto de Colombia, una de las organizaciones que se encarga de la investigación de los casos de pérdidas patrimoniales a través del robo hormiga y de representar legalmente a las victimas ante los tribunales, explica en qué consiste esta modalidad y los efectos que tiene en el comercio.
“Es ese robo en pequeñas cantidades de manera frecuente y continua que en el acumulado genera pérdidas millonarias. Cada año esta problemática se agudiza más en nuestro país y las pérdidas en Medellín que se reportan ascienden a los 30 millones de dólares anuales, siendo la segunda ciudad con esta problemática después de Bogotá”, explicó Giraldo.
Según Alto, el 51% de los robos son ejecutados por infractores y bandas criminales que utilizan varias modalidades y más del 40% involucra a los empleados de las compañías.
«El robo hormiga es la cuna de la delincuencia, porque así se empiezan a entrenar, a tener adrenalina, a no tener consecuencias, a no tener denuncias y a perder el miedo» Marcela Giraldo, vocera de Alto de Colombia.
La experta revela que el principal obstáculo con el que se ha encontrado en el proceso de investigación y judicialización de los delincuentes es la falta de denuncia. “El problema es que no tenemos la cultura de la denuncia, que permitiría detener esta carrera delictiva a tiempo, por lo que ha cogido demasiada fuerza. El robo hormiga es la cuna de la delincuencia, porque así se empiezan a entrenar, a tener adrenalina, a no tener consecuencias, a no tener denuncias y a perder el miedo”.
La repetición del delito es parte del entrenamiento de los delincuentes que con el paso del tiempo se arriesgan a cometer delitos más graves, en los que atentan hasta contra la vida de las personas.
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Modus operandi
Alto Colombia se ha dedicado a estudiar la manera en la que las bandas criminales operan y a través de las investigaciones ha logrado establecer que por lo general lo hacen en grupo, donde cada uno tiene una función específica.
“Hay una clara división de las funciones criminales, generalmente están conformadas por cinco personas. Hay un director que organiza toda la operación y los cómplices tienen diferentes nombres como ‘el distractor’ que busca captar la atención del personal de la tienda; ‘el campanero’ que vigila que todo esté bajo control; ‘el despinador’ que retira los dispositivos de seguridad y “el cargador” que se esconde la mercancía para salir del establecimiento. Adicional a esto, se han identificado varios casos de robo interno o complicidad, en donde los mismos empleados colaboran con los delincuentes y se reparten las ganancias de la mercancía robada”, agregó Giraldo.
La experiencia les ha permitido establecer que estas bandas viajan por distintas ciudades, que han sido identificadas por las entidades del estado quienes se encargan del proceso de desarticulación. Logrando demostrar judicialmente que no se trata de un simple hurto agravado, sino que trasciende a concierto para delinquir, que tiene condenas más contundentes.
La temporada
Los casos de robo hormiga aumentan según la temporada, por estas fechas, previo al Mundial 2018, las camisetas de la Selección Colombia se disparan. “En Medellín sucedió con las camisetas de Nacional, que representó un aumento sustancial en las pérdidas y en los robos, porque son bandas que van robando y se van equipando de diferentes productos dependiendo de la temporada “.
Las pérdidas
Leonardo López, director de investigaciones de mercado de We Team, empresa encargada de realizar los informes a Fenalco sobre esta modalidad de hurto, explicó que el robo hormiga le golpea al comercio en cerca del 1,89% sobre sus ventas cuando las utilidades son cercanas al 2% en promedio.
“El robo hace que las cadenas, el comercio y las tiendas, pierdan casi la mitad de sus utilidades. En Colombia estamos hablando de pérdidas por $516.344 millones, con este dinero se podrían cubrir casi 35.000 puestos de trabajo durante un año con todas las prestaciones”, indicó López.
En Antioquia el fenómeno está creciendo, de acuerdo con López el número de casos detectados ha aumentado. “Ahora no se ve el uso de los niños tanto como antes, porque ahora las bandas criminales emplean a personas mayores”.
Las cifras
En Medellín, Alto judicializa cerca de 10 casos al día, pero en la temporada de navidad aumentan hasta 15 casos diarios.
De cada 10 casos, generalmente se llegan a identificar y capturar en flagrancia tres, los otros 7 quedan impunes.