Andrés Tobón, es el nuevo Secretario de Seguridad de Medellín y habló con PUBLIMETRO sobre sus retos, la Política de Seguridad de Medellín, del por qué aceptó un puesto al que muchos le hicieron el quite, sobre el miedo, su edad -tema que para muchos genera dudas por su juventud-, y cómo se puede recuperar la confianza de la ciudadanía.
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Tobón es Politólogo y magister en Estudios Humanísticos graduado con honores en la Universidad Eafit con la tesis “Confianza no es miedo”, trabajo que fue publicado como un libro. Realizó sus prácticas profesionales en España, es considerado experto en temas de seguridad, por lo que ha dictado cátedras y cursos sobre esa materia. Ha sido profesor de capital social y ética política en cursos de ascenso de mayores a coroneles y de coroneles a generales de la Policía Nacional en Bogotá.
Desde el inicio de la administración del alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, se desempeñó como subsecretario de Gobierno Local y Convivencia, pero el 4 de julio de 2017 cuando el entonces Secretario de Seguridad, Gustavo Villegas, renunció a su cargo para enfrentar el proceso judicial que se adelanta en su contra, Tobón quedó como encargado de una Secretaría manchada por la duda.
A sus 26 años, el pasado 22 de agosto de 2017 fue nombrado oficialmente en el cargo de Secretario de Seguridad y Convivencia de Medellín.
¿Cuáles son los principales retos que tiene dentro de su gestión ahora como secretario de Seguridad de Medellín?
El primero es recuperar la confianza, un aspecto importante y que representa el trabajo articulado que realiza la Secretaría de Seguridad y Convivencia por la tranquilidad de los medellinenses. El segundo es trabajar por la reducción de los indicadores y el tercero es trabajar por la convivencia. Esos son los tres retos que tenemos hoy en día.
¿Cómo considera que el miedo ha afectado a la ciudad?
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El miedo es el instrumento más poderoso que tienen los criminales, porque a partir de acciones concretas, de pequeñas acciones muy sectorizadas generan un miedo que se extiende a cualquier ciudadano que escuche esa acción. La única manera de combatir el miedo es a través de la confianza, por eso se trata de uno de los principales retos que tiene que asumir la secretaría.
¿Y de qué manera pretenden recuperar la confianza?
Convencemos al ciudadano de trabajar de nuestro lado para que en efecto seamos capaces de combatir el miedo que instrumentalizan los bandidos. Esto se logra a través de la seguridad integral que tiene dos grandes componentes, de un lado la seguridad propiamente, la que se traza de carácter operativo, que es todo el apoyo a organismos de seguridad y justicia, entiéndase Policía, Fiscalía, Ejército; que trabaja para la desarticulación de estructuras criminales, de la búsqueda de quienes afectan la realidad y tranquilidad de la ciudad. Lo segundo, que es el componente agregado, que le da una mirada holística a la seguridad integral, tiene que ver con el asunto de oferta institucional, el asunto de la mejora de las condiciones de convivencia y de acercar la seguridad al ciudadano; y hacia allá vamos a trabajar.
Muchos ciudadanos en las redes sociales consideran que hace falta una Política de Seguridad clara en Medellín, ¿usted qué les responde?
Creo que la Política de Seguridad es clara y se trata de seguridad integral. Cuando se define en la Alcaldía de Medellín que se va a crear una Secretaría de Seguridad nueva, se estableció que no sería a secas sino que sería una Secretaría de Seguridad y Convivencia. Se decidió en ese momento una política clara que aúna en ese mismo espacio todo el asunto de carácter de persecución y desarticulación de estructuras y, al mismo tiempo, el trabajo articulado para la integralidad en materia de oferta y convivencia.
Dentro de la situación en Altavista muchas personas consideran que la presencia de las autoridades es intermitente, llegan cuando hay problemas de orden público pero cuando se calma la situación vuelven y se van, ¿cómo mantener continua la presencia en un sector en el que por mucho tiempo ha sido un foco de violencia?
Lo primero es declarar que el Estado no se ha ido de Altavista, no solo en materia de seguridad operativa, está la Policía, el Ejército y la Fiscalía; sino que también está presente en materia de convivencia y seguridad integral. Allá está permanentemente una comisaría de familia, una corregiduría, están las actividades del Inder y de la Secretaría de Inclusión, digamos que permanentemente el Estado se encuentra en el territorio, pero lo que pasa es que precisamente la instrumentalización del miedo que utilizan los bandidos es la que hace sentir al ciudadano que el Estado no tiene la capacidad para desarticular estructuras. Por eso lo que queda faltando es desarticular la estructura y eso es lo que tiene que suceder en Altavista en estos momentos.
¿Cómo se puede mantener la lucha contra las bandas criminales que asechan actualmente a la ciudad?
Inteligencia, inteligencia, inteligencia. Se trata de perseguir las rentas criminales, de perseguir el único fin por el cual existen las estructuras criminales en el país y es porque les genera dinero. Cuando hablamos de inteligencia no se trata solamente de saber quién es el cabecilla, quién es la estructura A, B o C; no se trata solamente de comprender quién es el financiero, el sicario, cuál banda se dedica a qué nivel de outsourcng, sino comprender cuál es el grado de renta criminal al que estamos apuntándole para que al definir la renta no solamente desarticulemos la estructura sino que al mismo tiempo desarticulemos cualquier estructura que quiera cambiarse de la renta posteriormente.
Muchas de las rentas criminales están enfocadas en la extorsión o ‘vacunas’ a los productos de la canasta familiar, ¿cuál es la estrategia para erradicar esta situación?
Dentro del fortalecimiento de la confianza queremos lograr corresponsabilidad ciudadana. Cuando el ciudadano confía en el Estado, es corresponsable. La extorsión es uno de esos delitos que presenta dentro de los indicadores una baja denuncia y que por lo tanto suele decirse -de manera irresponsable-, “bajó la extorsión al bajar la denuncia”, cuando la realidad del territorio es que los ciudadanos le cuentan a las autoridades que son extorsionados. Lo que sigue es que a través de la confianza y la corresponsabilidad se logre la denuncia, porque es la única herramienta para combatir la extorsión de manera directa y así lograr la desarticulación de estructuras dedicadas al flagelo de este delito que es la materialización más clara de la instrumentalización del miedo. Con la confianza logramos la denuncia y con la denuncia logramos combatir la extorsión.
«Me niego rotundamente a esas visiones de la Medellín condenada, de la Medellín que ya no tiene salida. Yo firmemente creo que es una Medellín que ha logrado salir de un atolladero gigantesco» Andrés Tobón, secretario de Seguridad y Convivencia de Medellín
Desde hace un año y medio usted viene trabajando en la actual administración, ¿cómo encuentra a Medellín hoy en día cuando tiene la tarea de devolverle la confianza y la seguridad?
Una Medellín con oportunidades para trabajar. Me niego rotundamente a esas visiones de la Medellín condenada, de la Medellín que ya no tiene salida. Yo firmemente creo que es una Medellín que ha logrado salir de un atolladero gigantesco, que ya está avanzando muchísimo en materia de confianza, en materia de instituciones, en materia de Política de Seguridad. La Medellín de los noventa es muy diferente a la Medellín del 2017. El hecho que hayamos avanzado tanto en estos años es una muestra clara que se puede seguir, por lo tanto lo que veo es que es una Medellín para seguir trabajando por la seguridad de los ciudadanos.
¿Hasta qué punto las redes sociales aportan o no a la seguridad en la ciudad?
Las redes son una herramienta muy importante para la denuncia, para la información, para que el ciudadano nos cuente qué está pensando, para que se pronuncie de manera crítica frente a la administración y que nos permita comprender de qué manera estamos haciendo las cosas dentro de lo que ellos consideran que no es así o de qué manera lo estamos haciendo bien. Es una herramienta poderosa a la que hay que prestarle atención, comprendiendo que es eso, una herramienta, y que tiene sentido usarla.
Muchos le hicieron el quite al cargo de secretario de Seguridad de Medellín, ¿usted por qué aceptó?
Digamos que se trata de un asunto de confianza con el señor Alcalde, es una política trazada con él desde el principio. Llegué de su mano a este espacio después de un proceso de campaña muy fuerte. Conozco personalmente al Alcalde desde hace años, le tengo un aprecio gigantesco y por eso mismo lo quiero acompañar a donde él decida.
¿Qué le dice a todos aquellos que opinan que Andrés Tobón es muy joven y que no tiene la edad para asumir esta secretaría?
Creo que Colombia ha demostrado que la oportunidad para los jóvenes es ahora. Hemos construido un país sobre una serie de imaginarios que a lo mejor no nos han servido o que no han permitido construir el país que nos soñamos. Ahora se trata de darle la oportunidad a los ciudadanos que de verdad quieran construir ciudad y por eso mucho más allá de la juventud – que la reconozco y de la cual no me siento para nada avergonzado-, se trata de voluntad, carácter y de querer trabajar de manera incansable por esta ciudad. Y créame que eso es lo que quiero hacer.
Es indudable que la Secretaría de Seguridad recibió un gran golpe con el caso del Villegas, ¿cómo se puede recuperar la credibilidad que han sido fuertemente golpeada?
De lo que se trata es de trabajar, de demostrar que estamos haciendo todos nuestros esfuerzos y que vamos a redoblar el trabajo de la secretaría de Seguridad y Convivencia, que tenemos la capacidad de apuntarle a la credibilidad del ciudadano, mostrando que el Estado está en el territorios y que estamos combatiendo estructuras, que no estamos favoreciendo a ninguna – que nunca lo hemos hecho -, es precisamente que el ciudadano comprenda que el Estado está de su lado y que quiere desarticular estructuras, para que se venga a trabajar con nosotros por la Medellín que nos soñamos.
Hay otro aspecto y es que en esa lucha contra los criminales se observa como ustedes trabajan de manera articulada con la Policía, el Ejército y la Fiscalía para capturar a los delincuentes, pero surge la duda de lo que puede estar pasando con la rama judicial que les otorga medidas que estos aprovechan para volver a delinquir, ¿hay algún plan respecto a ese tema?
Lo primero es total respeto por la rama judicial, por los honorables jueces de la república. Se trata de articulación, hemos avanzado muchísimo con los organizamos de seguridad, que están de nuestro lado trabajando permanentemente y que son nuestros aliados naturales. Es hora de ser aliados de los organizamos de justicia, se trata de abrir esas puertas, de abrir esos espacios para que a la ciudad le vaya bien.
¿Cuál es el mensaje para los ciudadanos ahora que usted es el responsable de la secretaría de seguridad?
No se trata de un cargo, el asunto de la seguridad y la convivencia de Medellín no se trata de quien ocupe un espacio, se trata del compromiso de la ciudadanía, de que todos juntos tomemos la decisión de cambiar la realidad de la seguridad y la convivencia de Medellín.
En ese orden, ¿qué debe hacer un ciudadano para aportar al mejoramiento de la seguridad?
Primero, acercarnos al Estado cuando haya problemas, porque es el único organismo de seguridad y justicia abalado para resolver problemas, nadie más.
Segundo, la denuncia, la corresponsabilidad ciudadana, que es una herramienta muy poderosa porque es la que nos permite trabajar por la desarticulación de los bandidos, de quienes instrumentaliza el miedo.
Tercero, confiar, una petición difícil pero necesaria para Medellín, que confiemos en el Estado pero también en el otro, en nuestro vecino, en nuestros amigos, para que entre todos construyamos ciudad.
Cuarto, que trabajemos por Medellín entre todos, no se trata de lo que haga el otro sino de lo que haga yo por mi ciudad y que eso es lo que queremos todos.