Para Álvaro Múnera, concejal de Medellín y ferviente defensor de los animales, el maltrato animal que se vive en la ciudad está divido entre los actos que se ejecutan de manera voluntaria y los que podrían ser considerados como involuntarios.
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“Los voluntarios y que están en contravía de las sentencias de la Corte son las corridas de toros, contra las que, desafortunadamente, no podemos hacer nada porque la misma Corte Constitucional en el 2012 con la sentencia 889 y en la reciente sentencia, solamente le atribuye facultades para intervenir en el tema taurino al Congreso de la República; entonces, nos toca esperar a que prosperen los proyectos de ley radicados por los congresistas para quitarle la crueldad a esos espectáculos”, explicó el Concejal.
En la Plaza de la Minorista, algunos de los lugares en los que se ofrecen los cachorros, a simple vista se puede ser testigo del estado en el que estos animales sobreviven uno encima del otro, encerrados en una jaula estrecha y sobre sus propias heces.
“En La Minorista estamos esperando que comiencen las obras, hemos tenido mil tropiezos, el último ya se subsanó, que eran los rediseños por culpa de la ampliación de la proyectada ampliación de la calle 54. Lo máximo que podemos hacer es una ampliación arquitectónica para cumplir con el acuerdo 04, para que los locales estén dotados con todos los requisitos, para que los animales mientras los comercializan estén bien y una caceta de Policía Ambiental que estará en ese nuevo módulo para que supervise que los animales estén en buen estado”, informó Múnera.
Adicional a estos casos, que son de conocimiento general, existe un nuevo panorama y está relacionado con la entrada en vigencia del nuevo Código Nacional de Policía y Convivencia, en el que se presentan los requisitos para la tenencia de perros de razas potencialmente peligrosas y que al parecer esto habría motivado a algunos propietarios de perros de raza Pitbull a abandonarlos.
“Se está dando mucho, lo que es muy triste y es el abandono de perros potencialmente peligrosas, yo las califico con gran capacidad de mordida, porque la gente los está abandonando por miedo a que se den agresiones o por los requisitos que trae el nuevo Código de Policía, esto es muy triste”, agregó el concejal.
Actualmente en el Centro de Bienestar Animal La Perla se encuentran más de 90 perros de estas razas, los cuales no se pueden entregar en adopción.
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“Antes de la entrada en vigencia del Código en el Centro habían cerca de 70 perros, pero después aumentó a cerca de 90 perros. El problema no es solamente que los abandonen, sino que muchas veces los matan, como el caso de la perra que ahogaron en Copacabana o los que aparecen acuchillados o envenenados. Es muy triste”, reveló Múnera.
Para el concejal es importante detener la crianza indiscriminada por lo que ha propuesto que las personas que los crían se detengan, ya que no tienen la capacidad para garantizar que el 100% de los cachorros llegue a personas capacitadas para manejar este tipo de razas.
“Lo más triste es que muchos de estos perros están en poder de adolescentes, que no tienen la capacidad para manejarlos, otros son criados para defender ollas de vicio, para atacar a la Policía, para atracar con ellos o para peleas. Eso se debe intervenir, pero mientras no se detenga la crianza es muy difícil”, reiteró Múnera.
Por su parte, Juan Guillermo Páramo, director de AnimalNaturalis en Colombia, considera que respecto al maltrato animal, a nivel de las políticas públicas, Medellín ha avanzado mucho con el trabajo que se ha hecho desde el Concejo, en las diferentes secretarías y por las organizaciones defensoras de animales. “Aunque no somos la panacea ni estamos libres de este tipo de situaciones, Medellín es una ciudad que ha avanzado mucho en la protección, la defensa y el respeto de los animales”.
Respecto a los casos de los perros de razas potencialmente peligrosas con la entrada en vigencia del Código, Páramo considera que “estos animales no están en las manos de las personas que deben estar, los utilizan para otro tipo de cosas como peleas o para intimidar a la gente para robar. Entonces se vuelven muy visibles ante la Policía por lo que los convierten en desechables, considerando que es mejor botarlos. Los animales que sufrieron no son los que tenían las personas como animales de compañía, seguro son los que tenían para otras actividades”.
Páramo reveló que el perro que protagonizó la tragedia en la que falleció el bebé de 14 meses el pasado mes de enero, “era un perro que se dejaba aguantar hambre, que era maltratado”. Por el nivel de maltrato que presentó el animal durante el tiempo de observación mientras permaneció en el Centro de Bienestar Ambiental La Perla, este debió ser sacrificado según logró confirmar PUBLIMETRO.