Aunque monseñor Ricardo Tobón no reveló cifras, sí le dijo a El Colombiano que, “los casos de pederastia no se deben presentar ni en los hogares, ni en los colegios, ni en las calles, ni muchísimo menos en la Iglesia. Por eso, estamos trabajando para limpiar la casa de cualquier caso que se haya presentado”.
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Asimismo calificó la pederastia como un pecado y un delito gravísimo, que no se puede tolerar. Respecto a los casos denunciados que investigan, prefirió no comentarlos, indicó que cada proceso es distinto y que las acusaciones no se han podido probar.
“No hay demasiados casos, pero cada vez que se presenta uno, se estudia juiciosamente tratando de llegar hasta el fondo, y siempre tratando de proteger a los menores”, le dijo el Arzobispo al mismo medio.
El proceso que adelanta la Arquidiócesis está regulado por el Decreto No. 108G/13 en el que se establece el protocolo, en el que se contemplan los lineamientos a seguir cuando se reciben las denuncias, el estudio que se realiza, la responsabilidad individual y la cooperación que se requiere de las autoridades civiles.
Además también se establece el acompañamiento a las víctimas, el apoyo psicológico que deben recibir con el objetivo de lograr una reparación efectiva.