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Tejido Humano ayuda a las víctimas del conflicto a reintegrarse a la vida civil

Uno de los mayores problemas que tendrá el postconflicto en Colombia es lo que ocurrirá con las víctimas, desmovilizados y reinsertados que deberán regresar a la vida civil con la firma del proceso de paz en La Habana. Y un problema crítico es con las personas que fueron heridas en estos procesos.

El apoyo de la Fundación Tejido Humano ha sido crucial para que 400 miembros de las Fuerzas Militares afectados por una discapacidad adquirida en combate, consigan superarse y reincorporarse a la vida civil con estudios universitarios, además de apoyos a más de 3000 personas en atención psicosocial, proyectos productivos y consecución de empleo.

Es el caso del intendente (R) de la Policía Nacional Édgar Bermúdez, que cayó durante una operación de erradicación de cultivos de coca en el corregimiento de El Ejido (Nariño) en 2005. Bermúdez perdió sus ojos y debió afrontar una difícil recuperación, en la que conoció a dos personas trascendentales en su vida: el cantante de salsa Rey Ruiz y el intendente (R) de la Policía Nacional Wilson Barreto.

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Barreto había sufrido de otras heridas similares: en una operación de traslado de un detenido en Doncello (Caquetá) la escuadra a la que pertenecía fue emboscada por las Farc cuando una casa al lado del camino estalló. A partir de ese 18 de abril de 2004 Barreto perdió la vista, pero se decidió a continuar con el apoyo de la Fundación, que le pagó el tratamiento en el Centro de Rehabilitación de Adultos Ciegos (CRAC) y le dio las capacidades básicas para volver a su vida familiar en una vereda de Pitalito (Huila).

Al conocer a Barreto, Bermúdez se dio cuenta que podía continuar a pesar de sus heridas, y Rey Ruiz lo contactó con Tejido Humano tras conocer su caso en el Hospital Militar. Luego de casi dos años en los que su vida estuvo en riesgo, el intendente (R) recibió su pensión de invalidez y desarrolló una nueva vida, en la que aprendió temas de tecnología.

Pronto se reencontraría con una cara conocida: Wilson Barreto recibió varios disparos de bala de un desconocido en 2008. El ataque hizo que se devolviera a Bogotá y recuperara el contacto con la Fundación, con la cual acordó el inicio de estudios de derecho en la Universidad Sergio Arboleda. A pesar de las dificultades propias de su condición, y con el apoyo de su esposa y de Tejido Humano, Barreto se graduó de abogado con las mejores calificaciones y realiza una maestría en derecho laboral.

Bermúdez recibió el mismo apoyo para estudiar, primero, un curso de sistemas en el SENA, y luego se vinculó al estudio de Psicología en la Universidad Externado con una beca de Tejido Humano. Además, su gusto por el canto cobró impulso luego de los tratamientos a los que fue sometido, y pudo grabar un álbum de éxitos vallenatos. Ahora es conocido como «el juglar de la paz».

Centenares de militares, reinsertados y civiles, esperan su turno para poder recibir estos apoyos. La colaboración del público es necesaria para que la fundación pueda apoyar a cada vez más personas, y por esto Tejido Humano convoca a los colombianos a ayudar con donaciones a las víctimas del conflicto armado, en la campaña «Es tiempo de cerrar heridas».

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Estas donaciones pueden realizarse en los puntos de pago de Jumbo, Falabella, Alkosto, K-Tronix y Fedco, o en la cuenta de ahorros 4602000543 del banco Colpatria. Las donaciones son auditadas por KPMG como revisor fiscal, y por Fiduciaria Bogotá como encargatario fiduciario. La campaña inició el 1 de julio y terminará el 30 de septiembre.

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