Rechazo
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«Esa no es la vía para hacer la paz»: Santos
Durante la sanción del Plan Nacional de Desarrollo este martes, el presidente Juan Manuel Santos rechazó las acciones de las Farc, que obligaron a conductores de 20 camiones cisterna que transportaban petróleo, a derramar el combustible.
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“Quiero aprovechar la oportunidad para decirles a estos señores de las Farc, que esa forma de demostrarle a los colombianos que quieren la paz a través de ataques como los de ayer, en el Putumayo, que no tiene ningún sentido, no tiene ninguna racionalidad, pues con esa forma nunca se van a ganar el respeto de los colombianos”, advirtió Santos.
El jefe de Estado aseguró que es irracional que mientras en Cuba se discuten temas sobre el campo y le medio ambiente, en el país se presenten “ataques terroristas o ataques irracionales”, que dejan sin energía o contaminadas a poblaciones pobres.
“Esa no es la vía, no es el camino para lograr esa reconciliación y para hacer esa paz”, dijo Santos.
El país entrará este miércoles en una fase de contraste que no tiene precedentes, al menos, en la historia reciente: en una zona de 12.000 metros cuadrados en Antioquia, soldados e integrantes de las Farc comenzarán a trabajar codo a codo para ubicar y desactivar minas y artefactos explosivos en el marco del acuerdo para el desminado humanitario, mientras en departamentos como Cauca y Putumayo se vive una de las escaladas del conflicto más crudas de los últimos años.
Es decir: mientras se pone en marcha uno de los acuerdos del proceso de paz, la guerra se recrudece.
La situación ha llamado la atención no solo de organismos como la Defensoría del Pueblo o la Procuraduría, sino también de los mismos negociadores de paz del Gobierno, que este martes volvieron a defender el proceso y señalaron que no hay justificación de la arremetida de las Farc.
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“Acuerdos se cumplirán”
De hecho, el jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, indicó que «no hay justificación para los atentados de las Farc (…) no pueden seguir atentando contra el medio ambiente y golpeando a los campesinos. Estamos en La Habana para que esto no ocurra”, haciendo referencia, especialmente, a lo sucedido en Putumayo el fin de semana, donde la guerrilla obligó a varios transportadores a derramar cerca de 200.000 galones de petróleo en la vereda La Caña.
El pronunciamiento lo hizo durante el programa Agenda Colombia, en el que, junto al comisionado de paz, Sergio Jaramillo, ratificó que pese a seguir negociando en medio del conflicto, los diálogos de Cuba seguirán avanzando y que los acuerdos que allí se alcancen se cumplirán a cabalidad.
“Todos los acuerdos que se logren en la Habana se cumplirán de manera integral y simultanea”, recalcó De la Calle.
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Arremetida
No obstante, reiteró el llamado a la guerrilla a no involucrar a la población civil, pues, como dijo el presidente Juan Manuel Santos en otro escenario, “de esa forma no se van a ganar a los colombianos”.
Y es que, según denunció la Defensoría del Pueblo, ya son al menos 20 las acciones de las Farc que han afectado a civiles en menos de un mes, desde que se suspendió la tregua unilateral.
La emergencia ambiental en Putumayo; los daños provocados tras el ataque a la estación de policía en Leyva (Nariño); el atentado del fin de semana contra el acueducto de Algeciras (Huila) y las graves heridas que sufrió un niño de 11 años al pisar una mina antipersonal en Valle de Guamuez (Putumayo), son, según la entidad, la punta del iceberg de una arremetida que vulnera el Derecho Internacional Humanitario en todo aspecto y que debe cesar de inmediato.
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Desminado
En contraste, la Gobernación de Antioquia confirmó que este miércoles iniciará la segunda fase del proyecto piloto de desminado humanitario en la vereda Orejón, luego de que, en la primera fase, se ubicaran y demarcaran las zonas en las que se encuentran los artefactos.
Los detalles de la logística del proceso fueron definidos en una reunión llevada a cabo este martes, en la que participaron tanto el general Rafael Colón (encargado del programa de desminado del Gobierno) como los delegados –comandantes– de las Farc.