Un extenso y fuerte pronunciamiento hizo este lunes el jefe negociador del Gobierno en La Habana, Humberto De la Calle, sobre los recientes hechos que han rodeado el proceso de paz, principalmente, la muerte de 11 militares en el Cauca luego de un ataque de las Farc.
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Al cierre del ciclo 35 de negociaciones en Cuba, De la Calle lamentó la muerte de los uniformados, pero insistió en que el proceso de paz debe continuar.
“El camino construido de confianza y esperanza ha sido lastimado”, dijo al enfatizar que “desde un principio, la decisión de las partes fue adelantar los diálogos en medio del fuego. Las lecciones del pasado muestran que esta es la senda correcta”.
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De la Calle aseguró que comprende que “el camino escogido está lleno de obstáculos y que hay colombianos que no entienden que las conversaciones avancen en medio de la confrontación militar”.
Sin embargo, indicó que “desde el Gobierno tenemos el convencimiento de que esta difícil decisión es la que mejor garantiza la seguridad de los colombianos y la que permite a la Mesa de Conversaciones concentrarse en avanzar en los puntos sustantivos de la Agenda para llegar a un acuerdo y terminar el conflicto”.
En este sentido, De la Calle afirmó que “lo que las Farc han incumplido es su propia palabra, su promesa de declarar y mantener un cese de fuego unilateral”. “Es en ese sentido de desescalar el conflicto armado y generar hechos de confianza, donde se ha hecho un grave daño”, agregó el negociador del Gobierno.
Para él, “el mayor daño es a la credibilidad de las Farc. Una falta de confianza de los colombianos que ha sido expresada de un modo que no tiene antecedentes y que hoy se acentúa con la afirmación alucinante de que el Estado es el responsable de lo sucedido”. Para él “la responsabilidad recae exclusivamente en las Farc”.
Además, siguiendo el discurso del presidente Juan Manuel Santos, De la Calle dijo que “este no es el camino para presionar el cese bilateral y definitivo” y explicó que para llegar a esto “estamos discutiendo con presencia de militares activos los elementos de ese cese definitivo, hemos avanzado mucho, pero no es bajo la presión de los ataques como vamos a llegar a él”.
Finalmente, sobre el tema de darle celeridad a las conversaciones afirmó que “esa es nuestra exigencia en la Mesa, pero no se trata de dar una palmada en la Mesa para imponer públicamente cronogramas unilaterales. Se trata de que las Farc entiendan que, como lo dijo el Presidente, la paciencia de los colombianos se agota, y que entiendan también que mientras más dure el proceso, mayores son las posibilidades de que ocurran hechos que lo saquen de su curso o incluso le pongan fin”.
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