“Quiero que muera solo, como murió mi hijo, y que de allí se vaya al infierno donde su castigo será peor”.
La fuerte petición la hizo Paul Watson, padre de James Terry Watson, este lunes, poco antes de que un juez de Estados Unidos dictara sentencia contra dos de los taxistas que asesinaron a su hijo el 20 de junio de 2013, durante un paseo millonario en el norte de Bogotá.
Menos de dos años pasaron entre el crimen y las dos condenas de este lunes, de un total de siete, contra mismo número de integrantes de la banda que ese día ocasionó la muerte del agente de la DEA.
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36 años y medio y 29 años, respectivamente, deberán pagar Édgar Javier Bello Murillo, alias Payaso; y Ómar Fabián Valdés Gualteros, alias el Gordo.
Los dos se habían responsabilizado de los hechos desde el inicio del proceso y la contundencia de las pruebas en su contra, así como el trabajo de la fiscalía estadounidense y los desgarradores testimonios de los familiares y compañeros de Watson, hicieron que incluso que se pidiera en su contra condenas que sobrepasaban los 60 años de cárcel.
Finalmente, el juez del caso, Gerald Bruce Lee, del estado de Virginia, impartió una condena que, teniendo en cuenta la edad de los sentenciados, podría hacer que salgan de prisión antes de morir.
El asesino y el ladrón
El ‘Payaso’ y ‘el Gordo’ fueron sentenciados por homicidio en persona con protección internacional, asesinato de un funcionario de Estados Unidos, secuestro y concierto para secuestrar.
Aunque fueron juzgados por los mismos delitos, cada uno jugó un papel diferente durante el ‘paseo millonario’ que terminó con la muerte de Watson.
El primero es el sindicado de propinarle las cuatro puñaladas que le quitaron la vida al agente de la DEA cuando este, al interior del taxi que había tomado, intentó resistirse al robo.
‘Payaso’, de hecho, en su momento se hizo responsable del crimen y dijo que él era el único que debía ser extraditado.
Por su parte, ‘el Gordo’ confesó que el día antes de los hechos se había reunido con varios integrantes de la banda a planear los robos que iban a cometer y la noche de la muerte del agente oficiaba como copiloto del segundo taxi involucrado en el crimen. Su trabajo era hurtar las tarjetas de la víctima para vaciarle las cuentas.
Ahora ambos, junto a los otros cinco extraditados que ya recibieron sus condenas, deberán pagar en cárceles de Estados Unidos sus sentencias.
Los otros condenados
La de Murillo y Valdés fueron las dos últimas condenas en ser impartidas, para así cerrar el proceso por la muerte de Watson.
Estas dos se suman a las cinco anteriores en contra de Julio Stiven Gracia Ramírez, Héctor López, Andrés Oviedo, Wilson Peralta Bocachica y Edwin Figueroa Sepúlveda, quienes fueron sentenciados a 27, 25, 20, 5 y 30 años de prisión respectivamente.
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