Diego Parra estaba, como lo hace desde hace 12 años, contando historias en el tradicional Chorro de Quevedo, en la Candelaria, centro de Bogotá. Mientras entretenía a los asistentes, un grupo de policías lo arrestaron alegando que no portaba un permiso para trabajar en el espacio público. El joven afirmó que en los años que lleva ahí nunca lo habían arrestado por eso.
Finalmente, y a pesar de las protestas de las personas asistentes, fue llevado a la UPJ de la localidad donde estuvo retenido durante 72 horas. En su detención, muchos policías se tomaron fotos con él y lo saludaron, pues además de trabajar como cuentero en la Candelaria, también reside allí. «Es mi patio de la casa» afirma Parra.
El joven asegura que, en vez de arrestarlos, deberían recibir ayuda ya que no cuentan ni con espacios decentes ni luces. Aunque el hecho ocurrió el pasado 15 de marzo, pero a partir de la divulgación del video, se han creado grupos de apoyo al cuentero en Colombia y otros países como Argentina, Estados Unidos, Chile, Canadá y Australia.
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La alcaldía de la Candelaria no se han manifestado sobre el caso porque ya existe un permiso para que los cuenteros usen ese espacio cuando lo requieran.
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