A partir de enero de 2014, los empresarios no tendrán que hacer su aporte de 8,5% por concepto de salud para los empleados que devenguen menos de 10 salarios mínimos, es decir menos de 6 millones 160 mil pesos.
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El alivio tributario representa una reducción de alrededor de 52 mil pesos por trabajador. Sin embargo, cabe anotar, que los empleadores tendrán que seguir haciendo los aportes sobre los empleados que ganen más de 10 salarios mínimos.
La medida se suma a la eliminación de los aportes al ICBF, equivalente al 3% del salario; y el Sena (2%), que entraron en vigencia desde mayo de 2013, en el marco de la reforma tributaria, y con lo que se busca reducir el costo de contratación de mano de obra formal, fomentar la generación de empleo y formalización.
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De acuerdo con el director de Política Macroeconómica del Ministerio de Hacienda, Luis Fernando Mejía, en lo corrido del 2013 se generaron 660 mil empleos formales. «La tasa de crecimiento del empleo formal es del 8% mientas que el empleo informal viene cayendo a tasas del 2%», aseguró.
Según el funcionario, estos beneficios para los empleadores van a permitir «continuar con esta excelente dinámica de generación de empleo formal”.
Y es que, según él, «el costo marginal de contratar un empleado formal era del 53% del salario antes de la reforma, mientras que con la reforma tributaria se redujo al 39,5%».
«Con la reforma el costo de contratación de mano de obra formal está reduciéndose en 83 mil pesos por empleado», lo que «está generando incentivos para la contratación de empleo formal», apuntó.
Así las cosas, los recursos que irán a financiar el Sena, el ICBF y el sector salud serán recaudados a través del impuesto CREE que, según Mejía, el Gobierno espera asciendan a los 10 billones de pesos en el 2014.
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