“Ojalá me dejaran sacar la cabeza un ratico para ver el poco de gente que viene a mi entierro” y “les voy a cantar un disco para los que están en el cielo, a donde yo espero llegar”, fueron las frases con las cuales Diomedes Díaz parecía estar presintiendo que el fin del camino en su vida estaba a horas, tal como lo dejó ver en su última presentación en la discoteca Trucupey en Barranquilla, la noche del sábado.
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Quienes compartieron con él en la agrupación aseguran que ese no fue su mejor día, su acordeonero Álvaro López dice que lo vio actuar en un 70 por ciento de la capacidad que podía dar bajo la normalidad y su presentador, Jaime Pérez Parodi, recuerda que estaba alicorado y eso sólo le llevó a cantar los temas a medias.
“Se me acercó y me contó que estaba contento porque el CD estaba bonito, me felicitó porque le acababa de salir la virgen conmigo, que estaba listo el guarapo pa’ beberlo entre los dos y enseguida me dijo que arrancábamos con el merengue de Máximo Móvil, La vida del artista, que esa canción lo mataba”, recordó Álvaro López, miembro de una prolífera dinastía de reyes vallenatos, quien lo acompañó los últimos 9 años de su vida musical.
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Esa noche también habló con su amigo Harold Zabaleta, representante durante varios años y le dijo: “Compadre estoy cansado, me les voy a morir en la tarima”, un sentimiento que parecía creciente en la vida de Diomedes, quien llegó a contemplar alejarse de la tarima y vivir una vida en calma, pero no alcanzó, los excesos le pasaron cuenta de cobro y un paro cardiorespiratorio puso fin a sus días la madrugaa del domingo en su casa de Valledupar.
El lunes sus fanáticos correspondieron a su pensamiento y se convirtieron en cientos de personas que arribaron provenientes de todos los lugares del país para despedir al artista, quien primero estuvo expuesto durante dos hora sólo para el acompañamiento de sus familiares, un extenso número de hijos y amigos cercanos.
De Bogotá, Riohacha, los Santanderes, Bolívar, Magdalenta, Sucre, Córdoba y muchos otros lugares comenzaron a llegar sus seguidores, entre quienes se encontraba Eneida Cuadros, fanática de Diomedes desde los 12 años, quien arribó desde San Juan del Cesar, La Guajira, asegurando que dice adiós al hombre que más amó en este mundo, al mismo que exhibía en un afiche con uniforme de general del ejército, diciendo que ese era el más grande del vallenato.
“En mi casa tengo un museo de Diomedes donde exhibo 69 cuadros de varias fotos, hasta tengo el Registro Civil que dice que nació en el hospital de la vereda de Carrizal a las 8:00 de la noche del domingo 26 de mayo del año 1957, hijo de Rafael Díaz y Elvira Maestre”, comentaba entre lágrimas esta mujer, quien por momentos tarareaba su canción favorita: Parranda, ron y mujer.
Ella era una más de los muchos que el lunes acompañaron el cuerpo de Diomedes Díaz en la mítica plaza ‘Alfonso López’, donde arribó en un carro de bomberos a las 12:30 del medio día, luego que las autoridades dispusieran una cámara ardiente durante 3 días que permita a su pueblo despedirse, por ello a las 2:00 de la tarde ingresaron sus primeros seguidores, quienes sin importar el inclemente sol que azota a Valledupar, permanecieron por horas a la espera de un turno que les permitiera ver a su ídolo.
“Cacique, Cacique, Cacique”, era la manera como su tribu de fanáticos llamaba y gritaba al mundo lo mucho que extrañarán al artista, a quien no se cansan de aplaudir y prometen acompañar día y noche hasta la tarde de este 25 de diciembre cuando será sepultado en el cementerio Jardines del Ecce Homo, ubicado a las afueras de Valledupar.
Para el sepelio las autoridades y sus familiares dispusieron que no permitirán el acompañamiento de vehículos porque el recorrido lo harán a pie, por ello hicieron una invitación de cordura a su pueblo para que todo ocurra bajo la normalidad y durante tres días dispongan las banderas a media asta, en señal de duelo por el artista que dijo adiós.
El dato
En cámara ardiente en la Plaza Alfonso López permanecerá el cuerpo de Diomedes Díaz hasta el próximo 25 de diciembre, cuando será sepultado en el cementerio Jardines del Ecce Homo.
La familia de ‘El Cacique de La Junta’ acompañó al artista a sus honras fúnebres.
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