Los Estudios Eurosonic de Madrid fueron los encargados de recibir a la agrupación que en ese entonces estaba conformada por Andrés Calamaro en voz y teclados, Ariel Rot en guitarra y coros, Julián Infante en guitarra y coros, y Germán Vilella en batería, y Daniel Zamora en el bajo.
El disco, que se grabó entre el 15 de marzo y el 15 de abril de 1993, vendió más de 70 mil copias vendidas en España y más de 130 mil en todo el mundo. Entre las canciones más recordadas se encuentran Dulce condena, Sin documentos y Mala suerte.