La premisa para ganarle al Barcelona es jugar de ‘cualquier manera’ pues al final solo vale quitarse de encima esa presión de enfrentar a un equipo que siempre es favorito. Eso lo demostró Chelsea, que consiguió lo que se puede denominar una ‘hazaña’, luego de imponerse al cuadro azulgrana en el primer partido de la semifinal de la Liga de Campeones.
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El partido tenía tintes de revancha por lo que había pasado en ese mismo estadio hace tres años y que le dio la clasificación a Barcelona, luego de un polémico empate.
Los ingleses salieron al campo planteando una muralla defensiva que no fue vulnerada, a pesar de los constantes ataques que recibió. El propio Lionel Messi se inventó todas las genialidades posibles para anotar, pero siempre se encontró con un rival que lo cruzaba o que lo detenía en sus intenciones.
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Barcelona jugó a lo mismo de siempre, a la posesión de balón, al juego en conjunto y al ataque en búsqueda de gol. Pero era de esos días en los que nada salía y cuando no era el palo, era el arquero Cech o sino la férrea defensa que no le permitieron a los azulgrana celebrar como querían.
El premio, finalizando la primera etapa, fue para un equipo que no había hecho mucho por el partido pero que supo concretar en lo que mejor sabe hacer: el contragolpe. Messi perdió un balón que tomó el español Juan Mata y se lo dio a Ramires que en velocidad se la dio a Drogba, quien en el área no perdona y celebró un gol que era bien importante en las intenciones que tenían los blues.
El segundo tiempo fue el mismo monólogo de los azulgrana con algunas llegadas de Chelsea, que basó su juego en la verticalidad y rapidez. Barcelona no pudo descifrar el partido por muchos factores y al final, como pocas veces sucede, se cargó la derrota.
“El Chelsea es un equipo que defiende bien, necesitamos inspiración y experiencia para darle la vuelta al resultado, aunque nunca es fácil ante un equipo que defiende tan atrás”, señaló al final del compromiso el entrenador Pep Guardiola.
Para el partido de vuelta en el Camp Nou, la ventaja es para el Chelsea, que seguro se va a defender más de lo que lo hizo de local. Sin embargo, Barcelona tendrá la motivación de intentar volver a una final de la Liga de Campeones y, aparte, el apoyo de su público que en estas instancias se convierte en el mejor amuleto.
Thomas Beltrán/thomas.beltran@publimetro.co .