En un mundo que nunca para y que está lleno de tantas tensiones, a veces es necesario detenerse un momento para buscar la paz emocional y espiritual.
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Además, con la llegada de la pandemia, esta necesidad se ha hecho más grande, pues muchas personas han colapsado debido al encierro, el temor a la enfermedad o la muerte, y los problemas económicos.
Y así como la virtualidad se convirtió en una gran aliada para todos a la hora de convivir y trabajar, también lo ha sido en el momento de buscar y encontrar ayuda.
Un ejemplo de eso es Lina Rose, una sanadora de Reiki quien se define como una “clarividente de nacimiento y un yogui de corazón”.
Lina es una colombiana que siempre ha tenido el don de ayudar a los demás, sobre todo, tratando de reactivar sus vibras y ayudándolos a hallar la paz interior. Desde muy pequeña supo que su objetivo era guiar a los demás y gracias a su abuela fue desarrollando poco a poco sus habilidades.
Sin embargo, no fue sino hasta 2017, después de sufrir un accidente de tránsito, que sus dones se despertaron realmente.
«Escuchar nuestro corazón nos lleva a vivir nuestro más grande propósito».
Lina Rose
Y es que, toda la rabia e intranquilidad, consecuencias del delicado momento, la llevaron a refugiarse en la técnica de las frecuencias de Solfeo. De esta manera la música se convirtió en un ente sanador.
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Sin embargo, no siendo suficiente con esto y queriendo despertar más sus sentidos, Lina Rose decidió tener un viaje espiritual del perdón, con la especialista Alba Weinman.
De acuerdo con esta hipnoterapeuta: “si hay emociones atrapadas que crean bloqueos en tu cuerpo, se identifican y se liberan para permitir que el bienestar fluya una vez más”.
De esa manera, Lina dejó todo remordimiento, temor y dolor atrás, y comprendió que para seguir sanando tenía que ayudar a sanar a los demás.
Fue así que comenzó a utilizar sus redes sociales para dar consejos y enseñarles a los demás que sin importar los obstáculos, todos los sueños pueden hacerse realidad. Y para esto no se necesita dinero, solo amor propio y convicción.
«La vulnerabilidad puede ser vista como debilidad, pero es todo lo contrario, es aquí cuando podemos bajar la guardia y dejar salir emociones reprimidas en nuestro ser para así tener un nivel de consciencia más profunda. Aceptándonos y aceptando a los demás, nos volvemos más fuertes porque podemos sanar y liberarnos de cargas. Ser vulnerable no te hace débil, por el contrario te hace ser más humano», asegura esta sanadora en sus redes.
Además de eso, Lina les ha enseñado a cientos de seguidores cómo transmitir su energía positiva a las demás personas. Este es el momento de conocerla en @linarose_8.