En Latinoamérica hasta ahora se está produciendo historiografía de moda y a su vez, estudios de moda. Brillantes investigadores ahora tratan de contar la historia propia a través de papers y libros. Pero Gustavo Prado, curador, conferencista, investigador y maestro mexicano y fundador de la agencia de coolhunting Trendo.mx ha reunido por años material de la moda nacional e internacional que se tradujo en fashion films y luego en un libro que reúne miles de años de historia de la moda de México. Mextilo: El primer gran libro de historia de la moda latinoamericana
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Este documento, atractivo y sustancioso en lo visual, es así el más completo y contemporáneo de historia de moda en Latinoamérica hasta la fecha. PUBLIMETRO habló con él sobre el mismo, sobre cómo lo liberó en PDF y la moda de la región actualmente.
Mextilo: El primer gran libro de historia de la moda latinoamericana
Creo que has sido el único historiador de moda que ha puesto un documento tan valioso desde el comienzo en formato digital y luego lo pasaste a un formato amable en lo visual. ¿Por qué te decidiste contar la historia de la moda de tu país de esta manera?
En un principio fue más sencillo el video. Porque de hecho yo era académico en la universidad y la idea de plasmar una película partió de que le dije a un niño: fílmame mientras te doy una clase de dos horas con referencias y narrativas de lo que es la historia de la moda mexicana. De esa clase filmada partimos para empezar a editar, tomando las ideas que dije en clase para plantearlas a nivel, guión, imagen, película. Fue como esos bocetos que hacen en cartón para después de ahí sacar el story board y eventualmente la película completa. De ahí la idea fue subiendo hasta que para contestarle a Diane Pernet -la gran dama del fashion film mundial- su pregunta de ¿qué es la moda mexicana? acabó siendo un largometraje en toda la regla. Con tanto material, lo que seguía era volverlo libro.
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¿Cuánto tiempo tardaste haciendo la investigación? ¿Qué fue lo que más te costó reunir?
Yo me imaginé que era muy fácil teniendo todos los archivos levantar un libro, pero fue dificilísimo acometer el diseño editorial -nadie me convencía- yo quería un libro divertido, bonito, humilde, visual y simpático. Y la gente a la que me acerqué quería una cosa súper aburrida y cursi. Lo tuve que diseñar yo mismo. Y ya en el camino fueron dos años.
«Somos países unidos y la vez separados por que todos tenemos Inditex, pero no tenemos noción de la producción y consumo de las marcas que se dieron en cada país, salvo muy contadas excepciones»
¿Cómo hilaste todo el relato de la moda mexicana y decidiste qué actores eran relevantes en la misma?
El criterio fue averiguar quién estuvo y ponerlo. Parece una obviedad, pero en estas cosas de la moda siempre se acaba hablando del grupúsculo cerrado de los amigos de cada quien. Yo sólo quería que fuera exhaustivo que estuvieran TODOS. Ya fuera Mitzi o Héctor Terrones -los reyes del camp mexicano- o Julia y Renata -nuestras diseñadoras concepto vanguardia. Todos o por lo menos los más que se pudieran.
En 2017 te encontraste con el autor de Historia de Moda de Brasil. En Colombia ya hay investigadores como William Cruz Bermeo, aliado con el FIT que contó una parte de la historia de moda de Medellín a comienzos de siglo. ¿Cómo ves la producción de historia de moda en Latinoamérica?
Ciertamente hay vasos comunicantes entre las literaturas latinoamericanas, o entre la música del continente, pero dista de ser una realidad coherente y cohesionada. Somos países unidos y la vez separados por que todos tenemos Inditex, pero no tenemos noción de la producción y consumo de las marcas que se dieron en cada país, salvo muy contadas excepciones como Studio F que también hay en México, o Julio, que tiene presencia en países de Suramérica. Sería interesante que nos hubiéramos salvado de los Forever 21 y tuviéramos marcas Latam en moda que fueran tan relevantes como H&M pero en español con acento.
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¿Por qué decidiste compartir el libro en PDF en esta coyuntura?
Para lograr trascendencia, hay que liberar la cultura. No es el anillo de Gollum. Si de verdad hay que lograr que permee la idea que tiene Mextilo entonces que llegue a todos los muchachos que estudian, a todos los investigadores que tengan curiosidad a todos los diseñadores que busquen inspiración. Pasa en la coyuntura de la pandemia, pero realmente es que a este momento ya se vendió toda la edición impresa. -quedan como 50. Entonces el fin del proyecto es liberar al libro y que en su espíritu digital intente vivir para siempre, para todos, gratis.
¿Cuáles son las prendas icónicas y diseñadores icónicos de México, para tí?
Si pensáramos que quedará en la memoria de las épocas: la chamarra de Mexico is the shit, es la primera prenda que alcanzó relevancia digital y que rompió ‘el cerco exquisito’ de la moda de autor. A mi me interesa lo popular… lo exclusivo, que es excluyente, por lo mismo es execrable.
¿Cuál es la relevancia de la moda mexicana en el mundo? ¿Cuáles crees que han sido sus mayores aportes?
Nuestra identidad y tradición encarnado en el folklor esin duda seduce y está en el imaginario. Pero eso también es nuestra condena: caminar hacia adelante viendo siempre para atrás. Se nos identifica pero urgiría nuevas formas. Es como la relación de China, con el buffet chino y los dragones. Guo Pei puede remontarlo y aún machácandolo hablar en modernidad.
«Menos Fashion Revolution y más entender el contexto local: consumimos menos porque no tenemos dinero»
¿Cuáles crees que son los retos de la moda latinoamericana en esta crisis?
El realismo es el reto. Entramos en modo supervivencia y seguimos creyendo el canto de las sirenas de Li Edelkoort diciendo que ‘ya se acabó la moda’ y que ahora si puro consumo abstracto. Ella lo dice porque vive en una sociedad europea que desarrolló clases medias hace dos siglos. En Latam apenas estábamos entrando y nos cayó -una vez más la crisis económica esta vez mundial y esta vez COVID- no hay nada peor que creer que esos caminos son para nosotros. Aquí somos de color y tenemos que encontrar nuestra propia raíz y realidad cultural fuera de lo que digan esas señoras. Menos Fashion Revolution y más entender el contexto local: consumimos menos porque no tenemos dinero. Nos convertimos en clase media en el siglo XXI y otra vez seremos base de la pirámide. Entender nuestro ritmo, nuestro consumo.
¿Crees que ya es hora de dejar de exotizarnos, o mejor, incluir más relatos en nuestra complejidad como latinos?
Como latinos somos lo suficientemente complejos para ser completos. En USA todos nuestros inmigrantes entienden: me veo diferente me oigo diferente y soy lo mismo pero distinto entre colombiana, mexicana, tica, caribeña y cubana. No quiero ser lo que son los americanos, mi diferencia me da sabor, y especificidad. Pero en nuestros países nuestras clases altas son casta divina y quieren ser americanos convenciendo a todos los demás de que son inferiores y que su sabor local es mal sabor cuando lo único desabrido es su espíritu de influencer Barbie en serie que no llega a gringo y que aburre por impostado.
«Si de verdad hay que lograr que permee la idea que tiene Mextilo, entonces que llegue a todos los muchachos que estudian, a todos los investigadores que tengan curiosidad a todos los diseñadores que busquen inspiración»
¿Cuáles crees que son los defectos de los sistemas moda en México y Latinoamérica? (por ejemplo, nuestro colonialismo y señorialidad). ¿Crees que la pandemia borró eso?
Mucho me temo que ahora la gente trae el modito que después del COVID todo será orgánico, el mundo estará más unido, adelgazarán sólo con respirar y despertarán con ojos claritos. Por supuesto que no- el modo supervivencia estará activado: Brasil y México se les disparan enfermos y muertos. Sólo en México habrá entre 2 y 5 MILLONES de pérdidas de empleo más la caída de 10 puntos del PIB. La emergencia será encontrar modos desesperados de sobrevivir. Por primera vez desde los millennials y la generación Z, ahora la generación A se enfrentará a carencias y a muchos no, porque se acabó la abundancia. Mientras más pronto lo entendamos mejor nos irá. Lo mismo que para nosotros Africa es un continente desconocido, pero que vibra con poblaciones de miles de millón y con urbes modernas ni blancas ni occidentales pero en su propia versión: eso urge a nuestra Ámerica entender como hacer con lo que tenemos sin la desesperación e ilusión de ver para afuera. Nuestros diseñadores que se fascinan con Margiela -por decir a cualquiera lejano en incomprensible e intraducible. ¿Por qué siguen creyendo tanto en alguien que jamás ha creído en nosotros? Eso es lo que falta establecer.