Una de las partes más expuestas a ensuciarse en las mascotas son las orejas, por lo cual es de suma importancia prestarle atención para evitar que se pueda generar alguna infección o enfermedad del canal auditivo.
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El oído del perro es un órgano muy importante, pues no solo es el responsable de su increíble capacidad auditiva, sino que también es el encargado del mantener el equilibrio y capacidad de respuesta, por lo cual realizar siempre revisión y limpieza de ellos es de gran relevancia para mantener nuestra mascota sana.
El oído de un peludo se compone de tres partes, el pabellón externo que es propiamente la oreja del perro; el oído medio, que conecta la oreja con las partes profundas y sirve para proteger al animal de los sonidos excesivos; y el oído interno, conjunto de conductos intrincados y cavidades rellenas de líquido que le confieren la capacidad de oír, pero también de mantener el equilibrio.
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¿Cada cuánto y cómo se debe hacer la limpieza?
Realizar la higiene de los oídos no es difícil y debe hacer parte de la rutina habitual del baño y la limpieza de ojos. Lo aconsejable es limpiar los oídos por lo menos una vez a la semana, en el caso de aquellas mascotas de orejas largas y pegadas al cráneo como en el caso de los cocker o springer spaniel, debe realizarse dos veces a la semana.
Antes de proceder a hacer la limpieza, se debe hacer una revisión, esto con el fin de determinar si existe la presencia de alguna sintomatología anormal que requiera la revisión de un médico veterinario, como en el caso de:
- Presencia de mal olor
- Rascado de orejas insistente o sacudida de la cabeza muy constante
- Acumulación excesiva de cera o un color anormal de la misma (negro)
- El color normal del canal auditivo es de un tono rosa pálido, si se observa cambio de color, inflamación o algún tipo de supuración o presencia de sangre, puede ser evidencia de alguna infección
Si nuestra mascota no presenta alguno de los ítems mencionados anteriormente, puede hacer la limpieza.
Limpieza de la parte externa
En esta zona que generalmente es la que tiene pelo, se puede realizar utilizando un pañito húmedo con agua tibia y un poco de champú, se debe frotar con suavidad y aprovechar para hacer un masaje. Hay que tener en cuenta que se debe retirar el champú una vez se termine la limpieza y secar muy bien las orejas.
Recuerde que si su can no está acostumbrado o se mueve mucho es mejor que al limpiarle las orejas lo haga entre dos personas, así una podrá limpiar los oídos y la otra le sujetará el cuerpo y la cabeza. En casos en que el peludo se muesre muy nervioso debe procurar hacerlo más rápido pero siempre con cuidado. Todo esto es muy importante para que no le haga daño en los oídos.
Limpieza de la parte interna
Al interior de la oreja, se debe tener mayor cuidado pues una mala acción sobre esta zona podría ocasionar alguna afección. La parte interna involucra el interior del oído y la zona rosada del canal.
Se debe realizar usando una gasa, la cual se envuelve en uno de nuestros dedos (si es una mascota de raza pequeña, usar el dedo meñique, una raza mediana o grande, usar el dedo índice) y se introduce en el interior del oído, con cuidado de no ir muy al fondo. La gasa limpiará las paredes del canal auditivo y recolectará los restos de cera que allí se encuentren.
Es importante no usar agua cerca del canal auditivo, ya que si esta se llega a quedar allí, puede ocasionar una infección, pues se descompone y se convierte en el lugar ideal para una contaminación bacteriana.
Ahora bien, si quiere usar algún producto para mejorar la limpieza, en el mercado existen varios que le pueden ayudar en esta tarea, no usar productos caseros, ni copitos o algodón que dejen residuos.
Además, para habituarlo y darle a entender que cuando está tranquilo durante este proceso es una conducta buena, durante y cuando acabe de limpiarle las orejas deberá premiarlo. El refuerzo positivo es una de las mejores formas para lograr que su mascota se acostumbre a distintas cosas y lavarle los oídos es uno de los momentos a los que más debe acostumbrarlo.
Consejos generales
- Realizar limpiezas periódicas, es un buen momento para revisar y asegurarse que no exista algo anormal en los oídos de nuestra mascota.
- Para la limpieza de la parte interna de los oídos, el uso de una gasa es el utensilio ideal.
- No usar productos caseros, ni copitos o elementos que dejen fibras.
- Existen productos limpiadores, que ayudan a diluir la cera y mejorar la limpieza, puede comprarlos en sitios autorizados.
- No usar productos líquidos en el interior del canal auditivo, pues se pueden quedar allí y generar una infección.
- En caso de observar alguna patología, acudir al médico veterinario.