Como si no sintiera dolor, un trabajador aceptó pagar una apuesta de la forma más extraña del mundo: clavando su miembro contra una tabla.
Aceptado el reto, el hombre procedió a bajarse el cierre del pantalón para apoyar su pene contra la madera. De pronto, un compañero le dispara con el martillo eléctrico un clavo a través del prepucio.
El video que se viralizó aceleradamente en redes sociales fue difundido por el medio británico The Sun, no sin antes advertir que no es una práctica recomendable, pues muestra a varios obreros absolutamente confiados de su “brillante” idea.
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Pese a que el hombre no demuestra dolor durante la secuencia, luego de unos segundos, su compañero “lo libera” de la tabla. Luego, el “agujero» de recuerdo que le quedará a este trabajador en el cuerpo, casi al final del video, es atravesado por una de sus uñas en actitud victoriosa.
Para ver el video puedes hacer click aquí.