La historia está plagada de conflictos, dolor y luchas de muchos grupos por ser reconocidos como ciudadanos con derechos básicos, de manera tangible y también de manera simbólica. Y el terreno de los símbolos es muy delicado: muchos, amparados en lo “políticamente incorrecto” han llevado al terreno de la caricatura y el disfraz todas estas historias, sin ser conscientes de todo lo que implican.
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Claramente, desde el “blackface” de los años 20 (y en 2013 con la revista Vogue) o el “white-washing” ofensivo que se hizo por ejemplo con Mike Rooney haciendo de japonés en “Desayuno con Diamantes” (1961), hasta la fiesta “de negros” hecha por una hermandad blanca en la ficción en “Querida Gente Blanca” (2016), ha hecho que se debata sobre los límites entre lo irreverente y lo ofensivo. Acá hacemos una selección de los disfraces más infames.
JFK y Jackie ensangrentada
No, no porque lo hicieran Marilyn Manson y Rose McGowan para un videoclip está bien. De hecho, la muerte de John F. Kennedy es un episodio tan serio y tan doloroso en la historia de Estados Unidos, que incluso se prohibió hace algunos años un videojuego donde se tenía que apuntar al presidente y acertar.
Mejor dicho, cualquier tragedia mundial
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No, disfrazarse de las Torres Gemelas en el 11/S no es gracioso, es ofensivo para todos los que perdieron a su familia allí. También aplica para cualquier desastre, sea ataque terrorista o desastre natural.
Ana Frank
Uno de los símbolos de los peores horrores sufridos por la Humanidad, el Holocausto Nazi, pronto se vio trivializado en un disfraz vendido por retailers como Amazon y Walmart. Ante la polémica surgida, otro retailer, Smiffys, le puso el gran nombre de “Niña refugiada de la Segunda Guerra Mundial” (lo que lo hace aún peor). Sin embargo, otro retailer llamado Candy Apple dijo que “homenajeaba” a los niños británicos que fueron evacuados del bombardeo de Londres en 1941 y que puede representar a Ana Frank en un reporte, o a Susan Pevensie de “Las crónicas de Narnia”.
Cualquier raza o nacionalidad del planeta. Cualquiera
Disfrazarse de “oriental” con el gorro cónico y el kimono, disfrazarse de “mexicano” con sombrero enorme y bigote o de “negro” porque “se ve cool” no es una opción. Más allá de la apropiación cultural, es ofensivo y perpetúa imaginarios y estereotipos que todavía generan odio e intolerancia. Esto también aplica para grupos como el Ku Klux Klan y grupos sociales denominados despectivamente (Hillie Billies, White Trash, etc.)
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Terrorista
En un mundo paralizado por el miedo y la paranoia y en donde además, los ataques terroristas incluso están pasando en las principales ciudades de Europa, trivializar el tema con una barba de “árabe” es ir demasiado lejos. Lo que ha sido uno de los principales temas políticos del nuevo siglo no está para verse convertido en algo para burlas. Y eso lo hizo el rapero Chris Brown.
Acosador Sexual
Existen varias versiones del mismo disfraz circulando por Internet. Una, en la que un hombre se descubre la típica gabardina para mostrar sus partes (obvio, el cuerpo desnudo es de peluche).El otro, con anuncios tontos que incitan a ver el pene del portador. Obviamente, en medio de una época donde este comportamiento es denunciado en todas las esferas de la sociedad, es absurdo seguir normalizándolo.
Crueldad animal
Glorificar el maltrato a cualquier animal a través de un disfraz en estos tiempos no es aceptable, pero para algunas compañías eso no es nada. Yandy, por ejemplo, sacó un disfraz de león por casi 60 dólares y Halloween Costumes, uno donde hay un odontólogo con la cabeza de un leoncito de peluche. También se sacaron disfraces de Harambe, el gorila muerto a tiros en el zoológico de San Diego. Una famosa, Ashley Benson, de “Pretty Little Liars”, se disfrazó del felino y tuvo que pedir disculpas.
Cualquier famoso en desgracia
Se han visto en redes sociales disfraces de Christopher Reeve en silla de ruedas, por ejemplo. También de famosos en modo “zombi”, si han muerto recientemente. Incluso uno de Rihanna golpeada por Chris Brown, cuando eran pareja. Disfrazarse de ellos es burlarse de sus tragedias, que pueden pasarle a cualquier otro.
Transfobia
Disfrazarse de un transexual es burlarse de una orientación sexual. De hecho, hubo una gran polémica por el disfraz de Caitlyn Jenner en 2015 (ella protagonizó uno de los grandes hechos noticiosos ese año). Y aunque ella no le dio tanta importancia al asunto, en Estados Unidos sí se ofendieron al trivializar una condición por la que todavía existe violencia en todos los ámbitos.
Body- shaming
Hay disfraces de bailarinas obesas y de mujeres gordas que son inflables. En muchos países, al ser los desórdenes alimenticios un problema de salud pública y al ser el tema del cuerpo algo que afecta a millones de mujeres, lo más ofensivo es burlarse de una talla en particular.
