El arquitecto internanacional Brandon Haw nacido en Londres, es hijo de artistas, creció en los años sesenta con una fuerte conexión con el arte minimalista y conceptual del momento. Es egresado de Bartlett School of Architecture and Planning en Londres, con una maestría en Arquitectura de Princeton University, comenzó su desarrollo profesional en Skidmore Owings and Merril en Nueva York, seguido de un extenso período de trabajo en Foster + Partners, ahora visita Colombia con el trabajo de conducir un nuevo proyecto.
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Este hombre es conocido por desarrollar una arquitectura que se fundamenta en la optimización de sistemas de sostenibilidad social, económica y ambiental. Cusezar lo invitó, para que plasmara sus mejores ideas con el fin de hacer realidad el proyecto conocido como Madeira, el último lote de la Gran Reserva del Salitre en medio del moderno desarrollo comercial y empresarial de la Calle 26.
En entrevista con Publimetro este experimentado arquitecto nos habló acerca de su trabajo y nos explicó como se está moviendo el mundo de la construcción desde la perspectiva de diseño.
1.¿Qué lo motivó a convertirse en Arquitecto?
Tanto mi padre como mi madre eran artistas. Mi padre era un artista minimalista y conceptual en los 60’s, por lo cual siempre estuvimos rodeados de una sensibilidad por el diseño y la arquitectura. En el momento en que yo estaba planeando comenzar una carrera en Artes Plásticas, mi padre me convenció de que siguiera el camino de la Arquitectura. Su argumento fue muy convincente en cuanto a que el diseño de nuestro entorno físico tiene la capacidad de mejorar la calidad de vida de las personas y de elevar el espíritu y, sin embargo, las cosas tienen que funcionar bien para lograrlo a todos los niveles.
2. ¿Cuál ha sido su mayor reto?
He tenido muchos retos en términos de edificios. Cada uno de ellos es como criar y ver crecer a un hijo y uno constatemente aprende de cada experiencia. Pero tras 26 años de trabajar con Norman Foster, “comenzar de nuevo” y construir un nuevo y exitoso estudio de arquitectura, ha sido fascinante al igual que un maravilloso reto.
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3. ¿Se considera más un urbanista que un arquitecto?
Considero que ambas disciplinas estan intrínsicamente conectadas y al final es todo cuestión de diseño. Nuestro ambiente urbano se compone tanto de los edificios como del ambiente físico mediante el cual estos se encuentran y la infraestructura que los atiende e interconecta. Así que para contestar a la pregunta, aún cuando la mayor parte de mi trabajo es como arquitecto, siento una gran pasión por la consideración de lo que define una buena planificación urbana.
4. ¿Cómo se pueden solucionar los problemas de una ciudad que no está bien planificada en temas de construcción?
Si uno estudia las morfologías de las ciudades a través de la historia, se puede ver un cambio sísmico en las características físicas de las ciudades en la posguerra, debido en gran parte al crecimiento de la industria automotriz y al cambio de inversión en infraestructura pública. Por lo cual, si nos fijamos en el crecimiento de las ciudades y poblaciones urbanas en Sur América, por ejemplo, desde Sao Paulo hasta Bogotá, ha habido enormes dificultades para restablecer sistemas viables de transporte público. En mi opinión, también ha habido un colapso en la jerarquía de los espacios públicos desde las calles a los pequeños parques y los grandes parques, y por ende un desglose correspondiente en la cohesión social.
La dispersión en el desarrollo de nuestras ciudades, la accesibilidad a los servicios públicos como escuelas, hospitales, instituciones cívicas, parques y espacios abiertos y la dependencia excesiva del automóvil como forma de transporte son preguntas muy complejas. Creo que la mejor manera de abordar estos problemas es desglozar el conflicto específicamente en cada ciudad y en cada distrito de la ciudad para así tratar de categorizar estos aspectos, ya sean infraestructura y transporte, vivienda, accesibilidad y calidad.
5. ¿Cuáles son las escuelas arquitectónicas que más lo han influenciado?
Habiendo crecido en la era del 60’, fui muy consciente desde una temprana edad de Le Corbusier, Buckminster Fuller, Mies van der Rohe. Pero a lo largo de los años he sido influenciado por muchas experiencias, principalmente a través de mis viajes por el mundo. Me gusta especialmente el trabajo de arquitectos como Affonso Reidy y las obras iniciales de Oscar Niemeyer, así como Paul Rudolph y Craig Ellwood. Claro está, más recientemente, Norman Foster ha sido un gran mentor e inspiración a lo largo de mi carrera.
6. ¿Cómo ve la tendencia de los edificios sustentables que se están construyendo en el mundo?
No me gusta hablar de tendencias, ya que me parecen muy transitorias como para ser serias. Pero que puedo decir, hay una necesidad cada vez mayor de conectar de nuevo la arquitectura con el entorno en el que se esté construyendo un edificio. Espejos de vidrio y aire acondicionado no pueden ser un sustituto inteligente para concebir un diseño pasivo.
En la era moderna tenemos muchas herramientas a nuestra disposición que incluyen materiales y sistemas de alto rendimiento. A su vez, podemos aprender de la historia y de los sistemas arquitectónicos indígenas y utilizar lo que la naturaleza nos ha brindado para influenciar la manera en que diseñamos. Es el sol, el viento, la tierra, la orientación de los edificios y el uso de materiales de construcción que nos mostrarán el camino hacía una respuesta arquitectónica más contextual e informada. Por ejemplo, para el edificio de UniAndes en Cartagena, orientamos el edificio para capturar los vientos del norte sobre piscinas de agua fría que están ubicadas en un patio central, para crear un micro-clima sombreado dentro del edificio, un movimiento que fue inspirado en el patio tradicional de las casas de la ciudad amurallada. También diseñamos persianas verticales que reducen la incidencia directa del sol sobre la fachada, reduciendo sustancialmente la carga de energía sobre el edificio.
7.¿Cómo se ha avanzado en el proceso de proteger las nuevas construcciones contra desastres naturales?
Cuando uno piensa en los desastres naturales y en la relación de nuestro entorno construído con estos acontecimientos trágicos que cada vez son mayores, uno tiene que considerar la naturaleza de la amenaza. Por ejemplo, las inundaciones y el creciente nivel del mar, han significado que los sistemas claves de infraestructura y en particular los sistemas eléctricos, al igual que las aguas pluviales y los sistemas de alcantarillado, deban ser mejorados y diseñados para soportar la gravedad del problema. En términos urbanos, las defensas marítimas y fluvial necesitan ser reforzadas y las barreras que contienen o liberan flujos de agua deben considerarse como parte de los costos intrínsicos de infraestructura de toda ciudad cercana al agua.
Al considerar el desarrollo urbano, en especial en ciudades de Latinoamérica como lo son Río de Janeiro y Medellín, es necesario pensar cuidadosamente en cómo el desarrollo afecta los sistemas de agua subterráneos para evitar ocurran deslizamientos de lodo, al igual que asegurar que los acuíferos que suplen aguas potables a sus habitantes no sean privados de valiosas aguas lluvias.
Y por supuesto uno podría continuar hablando de desastres sísmicos, así como de incendios forestales …
8.¿Cómo se ha avanzado en la idea de que la construcción sea amable con quien lo va a habitar de tal manera que sea acogedor?
Para mí, cada edificio debe ser diseñado teniendo presente el usuario del edificio como una prioridad. No importa si es una casa, una oficina, una escuela, un hospital o un museo. Mi proceso de diseño comienza por definir cual será la función del edificio y si el edificio funciona bien y a su vez eleva el espíritu y brinda placer a nuestra vida cotidiana, por ende mejorará la condición humana. No se si esto satisface el término amigable y acogedor, pero ciertamente todos reconocemos un buen edificio y un buen diseño cuando nos encontramos con él.
9. ¿En cuestiones de vivienda masiva como se trasladan los conceptos de ser confortable?
A medida que las ciudades se vuelven cada vez más densas y la necesidad de proyectos residenciales de mayor escala aumenta, se nos vienen a la mente las preguntas como la escala humana y una buena calidad de vida. Por supuesto, esto puede comenzar con la calidad de los interiores de una unidad residencial y la cantidad de luz y aire fresco que un espacio recibe, al igual que una buena distribución de áreas. Pero adicional a la escala más íntima de una unidad residencial, hay que comenzar por considerar el entorno urbano y lo que uno siente al entrar en el edificio y del edificio en sí, en relación con el ámbito urbano.
Por ejemplo, en el proyecto de Madeira en Ciudad Salitre en Bogotá, hemos tenido mucho cuidado con el entorno urbano creando avenidas cubiertas de árboles y espacios verdes abiertos – una jerarquía de espacio urbano que puede ser definida y utilizada por los residentes. También nos cercioramos en proporcionar áreas comunes generosas que gozan de entrada de luz natural, aire fresco y vista al paisajismo y vegetación que las rodea.
10.¿Cuál ha sido su mejor experiencia?
¡La vida misma!.
11. ¿Qué valor les da a la funcionalidad y a la estética a la hora de diseñar un edificio?
Al diseñar cualquier proyecto, siempre comienzo con la funcionalidad … Qué objetivo necesita lograr el proyecto y cuál es su uso final, luego considero su contexto, ¿dónde sale el sol? ¿dónde se pone el sol? ¿de dónde vienen los vientos prevalecientes?. Después uno entra a considerar dónde están las mejores vistas y cuál es el mejor método de construcción. Así que realmente la estética es el resultado del éxitoso análisis e integración de muchos factores y por lo tanto, nunca comenzará con la estética, pero sin duda resultará en el logro de un hermoso diseño.
12. ¿Por qué decidió trabajar en Colombia?
Primero tuve el honor de ser invitado por Daniel Haime y Rafael del Castillo a diseñar el edificio de UniAndes para Serena del Mar en Cartagena. Siempre he tenido una gran afinidad con Latinoamérica reconociendo en países como Colombia una gran cultura, rica en diversidad e inteligencia. Así que fue una alegre circunstancia terminar trabajando en Colombia, un país que siempre me ha interesado y con el cual tengo una relación personal por medio de mi esposa Mariana, quien es de Medellín.
13.¿Todo es cuestión de gustos?
Es una construcción muy subjetiva, para mí no se trata de “gusto”. Si un edificio funciona bien, eleva el espíritu y mejora la condición humana física y emocionalmente, trascenderá las actitudes de “gusto”.