Los trastornos de sueño son bastante comunes y son ocacionados por múltiples razones, pero generalmente adquiriendo buenos hábitos, como todo en la vida, se pueden disminuir las dificultades para conciliarlo.
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La mayoría de los adultos necesita entre 7 y 8 horas de sueño cada 24 horas, aunque algunas personas logran funcionar bien con 5 horas o menos. Cuando uno no duerme suficiente, la salud puede sufrir.
Uno de los aspectos de la vida que más interfiere con la conciliación del sueño son los turnos laborales, porque crean confusión entre el ciclo biológico de sueño y el horario de trabajo, pero para ayudar a que el cuerpo duerma suficientemente, se debe intentar generar una rutina para dormir, y hay que ser constante.
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“Cambiar el horario de sueño en los días en que no trabaja hace más difícil para el cuerpo ajustarse a la rutina y menos probable que usted logre dormir todo lo necesario a medida que avanza el tiempo”, manifiesta el centro de salud estadounidense Mayo Clinic.
La entidad también recomienda adecuar la habitación para propiciar el sueño: “cubra las ventanas con persiana o cortinas obscuras a fin de obstruir el paso a la habitación de todo tipo de luz externa. El ambiente debe ser tranquilo. Desconecte los teléfonos y otros dispositivos electrónicos para que nada perturbe su sueño”.
Por otro lado, llevar un estilo de vida sano y activo promueve un sueño saludable. Ingerir una alimentación balanceada y consumir alcohol en mínima cantidad hace que su organismo funcione con mayor normalidad y se concilie el sueño más fácilmente.
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