Estamos siempre tan ocupados tratando de evitar las balas que nos envía la vida, que se nos olvida parar y apreciar nuestras pequeñas victorias, esto es: Darnos cuenta, valorar y sobretodo agradecer por lo bueno que tenemos, somos, hacemos y damos. Por supuesto que es más fácil, y hasta natural nos sale, quejarnos y quejarnos. Parece que la vida siempre nos regala excelentes razones para ello, que si hace calor mal, que si hace frío mal, que si hay tráfico mal; hasta cuando por suerte llegamos antes al trabajo, estamos disgusto de ello porque ¿ahora qué voy a hacer más tiempo en la oficina?Hay que evitar caer en el camino del auto sabotaje y la duda, no debemos enfocarnos únicamente en lo malo o en aquello que no tenemos, nos falta o nos duele. Querido lector, hoy te invito a que en la siguiente lista marques aquellas que forman parte de tu día a día, y así descubras qué tantas señales de que estás teniendo éxito en tu vida practicas y cuáles de ellas te quedan pendientes por desarrollar. -El drama no tiene cabida en tu vida.Esto es, tu actitud es positiva y ves dentro de lo malo, lo bueno. Eliges conscientemente pensamientos más positivos y te ha dejado de importar lo que los otros piensen de ti. -Entiendes que la abundancia no es solamente económica.Generas abundancia porque eres una persona agradecida, cuentas tus bendiciones a diario y esto se traduce en un círculo virtuoso. -Sueltas las cosas que no te hacen sentir bien.Sueltas lo que te pesa, porque reconoces que estos son lastres que no te dejarán avanzar. -Escuchas y dices «te quiero» a tus amigos, familia o pareja.Tienes un sistema de apoyo que incluye a personas que harían cualquier cosa por ti, al igual que tú por ellas, no te da vergüenza expresar tus sentimientos. -Tienes las cosas que deseas.La felicidad no la dan las cosas materiales, pero sí trabajar, luchar por ellas y alcanzarlas da una sensación de logro y triunfo que no tienen precio. -Amas tu trabajo.Aunque entiendes que no vives para trabajar, amas lo que haces, le pones pasión y los resultados se dan. Es más, eres de los afortunados que no trabajan, sino que hacen lo que tanto les gusta. -Sonríes sin darte cuenta.Cada día desde que amanece hasta que terminas el día, algunos momentos te sacan sonrisas puras y llenas de sinceridad, tienes la capacidad de asombrarte por grandes y pequeñas cosas de la vida que van llenando tu alma.
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