Luego de muchos meses esperando contenido nuevo, Caracol les cumplió a los televidentes con la llegada de una versión del Desafío. Y para esta ocasión, el canal decidió quedarse en Colombia, y crear una ciudadela, una especie de burbuja a prueba del coronavirus.
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“La pandemia nos cogió a muy poquitos días de empezar a hacer el Desafío, y el proceso de preselección, las pruebas físicas en Bogotá y los exámenes médicos, ya los habíamos realizado. Entonces, eso nos ayudó en esta temporada, porque ya teníamos esos adelantos”, contó Sebastián Martino, director de los realities de Caracol.
Sin embargo, a pesar de tener varios adelantos, lo cierto es que la llegada del virus a Colombia cambió varios aspectos.
“Obviamente, la pandemia cambió muchos planes y, como un hecho anecdótico, tres participantes preseleccionadas del año pasado resultaron en embarazo y por eso no pudieron estar este año… ¡La pandemia y el encierro también dejan cosas buenas!”, agregó Martino.
La edición The Box…
Para montar esta pequeña ciudad la producción del canal escogió un rincón de Tobia, Cundinamarca. Allí se encuentran cuatro casas, para los cuatro equipos, pero también, las llamadas «cajas», donde los jugadores compiten en diferentes áreas y por diversos beneficios.
«Se llaman así porque hoy en día los atletas les dicen Box a los gimnasios de crossfit, de entrenamiento funcional y de muchas otras disciplinas. Hay una de color rojo que es para las pruebas de contacto, una amarilla para las pruebas terrestres, una azul para aquellas competencias en el agua, una blanca para los desafíos aéreos, y las más odiada por todos: la caja negra, donde se realizan los terribles Desafíos a muerte«, contó Juan Esteban Sampedro, gerente general de entretenimiento de Caracol Televisión.
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«Cuando me propusieron volver al Desafío pensé que mi misión era inspirar y ser un ejemplo para los televidentes y los participantes».
Daniella Álvarez
Además de la «escenografía», el reality presentó otra gran cantidad de novedades para enganchar a los fanáticos de la producción. Por ejemplo, decidió acabar con la «lucha» entre regiones y decidió que todos los participantes, sin importar su lugar de origen, se unieran y formaran cuatro equipos: Alpha, Beta, Gamma y Omega.
Cada grupo está formado por ocho participantes, y tres de ellos, Alpha, Beta y Gamma cuentan con capitanes, es decir, con tres exconcursantes del reality: ‘Olímpico’, ‘Tin’ y ‘Gago’.
Como ya se había dicho anteriormente, ellos conviven en cuatro casas que tienen todos los lujos… hasta que llegan las pruebas. Y es que en cada desafío los equipos luchan por mantener todos sus beneficios. ¿Y qué pasa si los pierden? Como muchos fanáticos de la producción ya se han dado cuenta, una derrota implica quedarse sin camas, servicios, comida y por supuesto, un cupo dentro del reality.
Y finalmente, teniendo en cuenta que no se trata de una competencia entre regiones, para este año la producción decidió coronar a un hombre y a una mujer, quienes tendrán que dividirse un premio de 800 millones de pesos.
«Muchos creerán que se trata de una competencia individual, pero lo cierto es que, para ganar el premio, ellos deberán pelear como si fueran una familia. Y nosotros queremos que los televidentes vean eso: que muchos de los objetivos individuales se consiguen trabajando en conjunto», agregó Juan Esteban.
Andrea y Daniella, la fórmula perfecta…
Entre tantos cambios hacía falta un poco de tradición en el Desafío, por eso, el canal volvió a contar con la participación de Andrea Serna y Daniella Álvarez.
«A mí me gusta ponerme al nivel de los concursantes, por eso, meses antes de grabar me estoy preparando y entrenando, y me pongo metas cada vez más difíciles para sentirme una superhumana», reveló Andrea.
En cuanto a Daniella, sin duda, ella es el claro ejemplo de que ninguna adversidad puede derrotarnos. Recordemos que tras unos serios problemas de salud, una de sus piernas tuvo que ser amputada. No obstante, volvió al reality sin temor a nada.
«En determinado punto pensé que mi carrera como presentadora se iba a detener por esto. Sin embargo, vi una luz de esperanza cuando Caracol me invitó a participar y me dijo que yo, más que nadie, merecía este lugar porque era una superhumana. No se imaginan lo mucho que lloré», contó Daniella.