El nuevo libro de Ruvén Afanador es una mirada al futuro, a pesar de que las imágenes parezcan más el resultado de un viaje en el tiempo. Con la idea de retratar a las personas de los pueblos indígenas que sobreviven en Colombia, Afanador viajó por tres años a lo largo del país comenzando por la Guajira y llegando hasta el Amazonas, pasando por un total de 26 asentamientos.
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Con esta publicación, Afanador quiere invitar a los lectores (y espectadores) a promover la protección de los pueblos indígenas y la conservación de su medio ambiente, antes de que se vean cercados por los incontables factores que amenazan sus hogares y estilos de vida.
Pero este libro no está conformado por las fotos de Afanador únicamente. La artista y arquitecta colombiana Ana González intervino las fotografías bordando, dibujando y escribiendo para complementar visualmente el relato de los oficios y de la magia de los encuentros con estas comunidades desde una perspectiva que buscaba combinar lo femenino y lo ancestral desde el respeto a los retratados y a la imagen.
La cifra: indígenas de 26 asentamientos hacen parte de este libro
El texto que acompaña las imágenes es de Wade Davis, escritor y poeta que fue explorador residente de la National Geographic y en 2019 recibió la ciudadanía colombiana honoraria. De igual manera, Hijas del agua cuenta con un poema inédito de William Ospina, destacado poeta y escritor colombiano, ganador del Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos en 2009.
El libro también contiene testimonios de Jacinta Cuchillo, lideresa indígena de la comunidad misak del Cauca, y de Shibulata Zarabata, mama de la comunidad kogui en la Sierra Nevada.
‘Hijas del agua’: los rostros de los pueblos indígenas que sobreviven en Colombia
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