Las producciones de época no dejan de tener una fanaticada fiel, gracias a la dosis de fantasía que viene con el simple hecho de poder viajar al pasado a través de una serie que, irónicamente, necesita de toda la tecnología moderna para reencarnar el medioevo.
Y de este viaje al siglo XIV se rescata aquí la historia particular de Catalina de Aragón y Castilla, (Charlotte Hope) y Enrique VIII (Ruairi O’Connor). El joven matrimonio tiene la misión de dirigir uno de los reinados más populares de la época en la corte inglesa. Pero como no todo lo que brilla es oro, la historia de la pareja también incluye un problema de fertilidad, en un momento donde todos los ojos de Europa estaban sobre el posible heredero al trono.
Además de su matrimonio, Spanish princess repasa la sorprendente habilidad de Catalina para ser una reina diplomática, pero también una estratega militar en un país que tenía suspicacias hacia ella, pero la admiraba en secreto.
Para entender más sobre esta serie, hablamos con los productores y creadores Emma Frost y Matthew Graham.
Hay muchas series sobre historias de época medieval, ¿qué creen que ha hecho que las personas se conecten con esta en particular?
Emma Frost: Es una buena pregunta, no sé la respuesta. Creo que es por escapismo, porque este periodo histórico, este drama, las locaciones y todo son visualmente muy atractivos. Creo que es por la lucha entre hombres y mujeres que ellos dos, Catalina y Henry, representan. Lo que la gente cree saber de ellos es un verdadero estereotipo: el monstruo y la esposa que sufre, y que es cambiada después por la sensual Ana Bolena. Nosotros quisimos meternos en la historia desde otro ángulo, contar la historia real de una mujer real. Para mí, el atractivo es esa conversación sobre el género.
Matthew Graham: También lo pienso, aunque agrego que es atractivo mostrar la diversidad, incluyendo a las personas de color, que es algo que nos emocionó del show. La posibilidad de mostrar cuántas personas de color que vivían en la época haciendo cosas, trabajando, siendo soldados, teniendo sus negocios, eso fue emocionante.
Y a veces también, en ese aspecto de género, sabemos que Catalina fue una incomprendida, ¿cómo querían mostrar ese lado?
E. F.: Catalina es muy interesante porque viene de un mundo que es matriarcal, y llega a un patriarcado muy rudo en Inglaterra. Eso es algo con lo que muchas mujeres se podrán identificar, ella no quiere tomar «su lugar», y tampoco está interesada en esa convención social. Catalina quería ser como su mamá, y sentirse como una igual a su esposo, así fuera el rey. Algo emotivo de esta historia es que la percepción de rol femenino afectaba directamente la idea de éxito y poder de su reinado. Mientras más se alejaba del rol tradicional, más se encontraba con que la percepción de su poder se perdía. Esa es una historia fascinante y relevante para el momento actual.
«Catalina es muy interesante porque viene de un mundo que es matriarcal, y llega a un patriarcado muy rudo en Inglaterra. Eso es algo con lo que muchas mujeres se podrán identificar, ella no quiere tomar «su lugar», y tampoco está interesada en esa convención social»
Cuando se tienen tantos datos históricos, ¿cómo reconocen los límites de lo que la imaginación les permite usar para complementar las partes de lo que no sabemos del relato?
M. G.: Creo que nunca, jamás, se podrá saber qué pasó en los momentos más personales de ellos. Esto siempre será parte de lo que imaginamos y suponemos que pudieron haberse dicho. Creo que lo que tratamos de hacer es comenzar con los hechos, la historia. Luego decidimos si estos hechos de alguna forma entorpecerán el drama, porque igual estamos haciendo una historia dramática hecha para entretener. Hay mucha historia real, pero tienen que tener en cuenta que algunas fechas las tuvimos que condensar, entonces las cosas pudieron no haber pasado en el momento preciso en que contamos que pasaron, por obvias razones. Por ejemplo, Catalina lideró una batalla embarazada. Usó una armadura en su cuerpo. Pero nunca cabalgó a la mitad de la batalla, lo cual mostramos así porque, ¿quién no querría ver eso? (risas). Quienes quieran saber la historia fáctica pueden leerse un libro de historia. No estamos diciendo que este show sea 100% real.
E. F.: Y me encanta el debate, la gente se apasiona por el tema en redes. Las cosas que creen que inventamos, no nos las inventamos; y las que creen que fueron ficción, fueron reales. Es interesante. Si logramos que se diviertan, logramos nuestro cometido.
«Quienes quieran saber la historia fáctica pueden leerse un libro de historia. No estamos diciendo que este show sea 100% real»