Desde un formato en pantalla vertical, para ver fácilmente desde un celular, la ‘Toya’ habla con la frescura de siempre sobre los paisajes que se encuentran en las diferentes costas, montañas y selvas del país, poniéndole rostro al llamado «ecoturismo». En nueve capítulos, se exploran los diferentes paisajes durante 10 minutos, tiempo suficiente para aprender algo nuevo y quedar con ganas de alistar maleta.
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Hablamos con la modelo y presentadora samaria acerca de este nuevo formato, donde además hay un fuerte mensaje de conservación ambiental y respeto por lo local.
¿Cómo llega ‘La Toya’ a este proyecto?
Bueno, porque la vida es bella y generosa (risas), me pone proyectos con los que resueno y con los que vibro. Son parte de mi misión y mi existencia. Estoy muy orgullosa de hacer parte de esto y contagiar a los colombianos con todo lo que hay en nuestro país.
¿Cuál cree que es su aporte particular a esta narración?
Creo que es importante resaltar que no es solo un proyecto ecoturístico donde invitamos a viajar de manera responsable dentro de nuestro país y donde invitamos a reconectarnos con nuestras raíces, culturas y las comunidades que habitan los diferentes lugares. También tiene un componente educativo donde buscamos darle visibilidad a las problemáticas que hay en esos distintos puntos de nuestro país para que todos empecemos a hacer parte de esta conversación frente a nuestros activos naturales. Yo creo que es importante que los colombianos empecemos a involucrarnos en este tema incluso si no somos biólogos, ingenieros forestales o antropólogos. Realmente, tenemos que tomarnos el tiempo para hacer algo entre todos, porque la crisis climática nos afecta a todos, por eso la solución la tenemos que buscar en conjunto.
Por otra parte, también es un proyecto que busca darle visibilidad a los distintos actores en los territorios, a esos seres que están apostándole a emprendimientos en sus territorios transformando su realidad. Ellos necesitan del apoyo de todos para que estos proyectos salgan adelante. Creo que tenemos los tres componentes; educación, turismo y apoyo para estos emprendimientos.
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De estos viajes surgen un millón de anécdotas, ¿nos adelantaría alguna de las que le hayan tocado especialmente?
Bueno, ya pueden ver todos los capítulos en www.viajerospornaturaleza.com. El número uno, que fue el del lanzamiento, fue en el Chocó. Ahí pueden ver todos los lugares que recorrimos, Tolima, Amazonas, mi tierra Santa Marta, Inírida, el Guaviare, Meta, Boyacá, Casanare. De una manera muy honesta, siempre he dicho que mientras grababa este proyecto nunca pensé que iba a ser transmitido. De pronto por eso nunca pensé en no expresar lo que sentía, lo que vivía: como soy yo en todo mi esplendor… gritando, riendo, llorando, conmoviéndome, poniéndome brava, poniéndome triste. Se puede absorber de verdad lo que yo viví en este recorrido.
En todo momento se dejó ser…
Completamente, la verdad es que hay mucho contenido. Ponle que en cada destino duramos entre cuatro y cinco días, pero de sol a sol, incluso, más allá de la puesta de sol y del amanecer. Aprovechamos cada minuto y cada instante para que la gente pueda ver todo lo que se puede hacer. Fue como un fluir y dejarme llevar para interactuar con cada una de las personas que nos recibió. De todas las experiencias me llevo algo muy valioso, de cada persona. Yo estoy convencida de que no hay ningún otro lugar como Colombia, tenemos que sentirnos muy orgullosos de lo que tenemos.
«Yo estoy convencida de que no hay ningún otro lugar como Colombia, tenemos que sentirnos muy orgullosos de lo que tenemos».
Con el ecoturismo pasa que mucha gente lo ve desde el lado de la aventura y la exploración, pero también puede existir un temor por el hecho de promocionar un destino y que termine depredado por la cantidad de turistas que comienzan a interesarse, ¿en algún momento sintió esa inquietud?
Bueno, en esta producción específicamente estaba todo muy organizado. Sin embargo yo creo que cada uno se hace cargo de su propio ser y experiencia siendo responsable al viajar, entendiendo que cuando te enfrentas a la naturaleza y al aire libre no hay ningún tipo de control frente a algunas cosas. Sí hay que hacerle caso a los guías, respetar las costumbres de cada lugar, educarnos antes de llegar para saber qué está bien y qué no para evitar generar conflicto en los lugares. Yo creo que la responsabilidad no es solo con el medio ambiente sino con las comunidades indígenas, campesinas y afro, entendiendo que cada una tiene su visión y comprensión de su territorio, entonces hay que ir de la mano con ellos sabiendo que ellos son los del mayor conocimiento. Si se hace así, lo más probable es que no pase nada.