Sin pelos en la lengua, el que siempre hablaba bonito. Así definían muchos a Pau Donés, quien este martes dijo adiós, luego de luchar varios años contra el cáncer, una enfermedad de la que, justamente, habló sin tapujos y que lo llevó a mostrarle al mundo que padecerla no era sinónimo de lástima y de estigma.
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«Bonito, todo me parece bonito», cantó en un sinfín de ocasiones este español, a pesar de lo duro que fue su vida en el comienzo y el final. Y es que, Pau Donés fue un niño disléxico, además de hiperactivo, lo que le ocasionó muchos problemas, entre esos, ser expulsado de media docena de colegios.
Sin embargo, uno de los golpes más bajos lo recibió a los 16 años cuando su madre murió. Fue entonces cuando la música se convirtió en su terapia, en su amiga, y todo gracias a la guitarra eléctrica que su mamá le había regalado antes de morir.
De hecho, aseguró en varias entrevistas que la música es la mejor medicina para los «palos» que te da la vida. Justamente de allí se dio el nombre de Jarabe de Palo.
Jarabe nació en 1995, y apenas un año después, saltó a la fama gracias a una ‘Flaca’ que millones de personas, además de Pau, han amado.
La flaca es el nombre del primer disco de Jarabe de Palo, además de ser ese sencillo que se convirtió en un clásico y un emblema del rock en español. Este fue un tema que Pau Donés compuso en Cuba inspirado por una «tremendísima mulata».
«Os quiero dar las gracias por haberme dado la oportunidad de ser lo que soy», Pau Donés.
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El éxito de La flaca le permitió dedicarse a la música, ganar el Premio Ondas, ser nominado varias veces a los Grammy y colaborar con artistas como Antonio Vega, Celia Cruz y los miembros de la Vieja Trova Santiaguera.
En su faceta de compositor, escribió temas que cantaron Celia Cruz (Dos días en la vida), Ricky Martin (Cambia la piel) y Alanis Morissette (Everything).
En 2015, Jarabe de Palo preparó una gira por América y Europa que tuvo que ser cancelada, ya que se le detectó un cáncer de colon a Pau, del que tuvo que ser operado en el hospital Vall d’Hebron de Barcelona. La operación no fue suficiente y tuvo que ser operado una segunda vez y recibir sesiones de quimioterapia.
Desde entonces su presencia comenzó a ser intermitente, sin embargo, Pau siempre mantuvo a sus seguidores al tanto de su lucha contra la enfermedad, además de mantenerlos conectados con la música que siguió creando y hasta el libro que escribió: 50 palos…y sigo soñando.
Su última aparición al mundo fue con un video en el que cantaba en el balcón de su casa la canción Los ángeles visten de blanco, y a finales de mayo publicó el videoclip del tema Eso que tú me das, del nuevo álbum de Jarabe de Palo, Tragas o escupes, en el que no ocultaba el desgaste físico de su lucha.
Pau no pudo ganarle la batalla al cáncer, pero sí venció los «palos» que le dio la vida, esos mismos que lo convirtieron en un rockstar, en un ejemplo de vida, en una cara más allá de la música. Pau el inspirador, el humilde y el entregado a su gente, como escribió en alguna página de su libro:
«He decidido que la mayor parte de mi tiempo os la dedicaré a vosotros, porque os lo merecéis mucho más que yo. Os quiero, y os quiero dar las gracias por haberme dado la oportunidad de ser lo que soy y deciros que el tiempo que hemos compartido ha valido muchísimo la pena».
53 años cumplió Pau en octubre del año pasado. Se va dejando grandes éxitos de la música española como La flaca, Depende, Agua, Grita y Bonito.
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