Las bandas celebraron Halloween con los colombianos en un concierto que se realizó en el Royal Center. ¡El punk no ha muerto! Bad Religion y The Offspring lo demostraron en Bogotá.
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A pesar de lo complicada que estaba la ciudad en la noche de Halloween, miles de colombianos le madrugaron a su cita con estas emblemáticas bandas con las que muchos querían hacer un «ritual de purificación».
Tal como se le prometió a los capitalinos, hacia las diez de la noche Chite, una banda de punk colombiana con más de 15 años de carrera, se encargó de calentar los motores con un sonido rudo y letras radicales que encajaron a la perfección con un jornada de marchas estudiantiles cargada de disturbios y enfrentamientos con las autoridades.
Hacia las once de la noche los caballeros de Bad Religion se subieron al escenario para hacer un recorrido por su discografía, mientras le demostraban al público por qué muchos se le quitan el sombrero y afirman, sin temblar, que son pioneros de ese punk-rock que ha revolucionado mentes y corazones. La banda también presentó algo de su nuevo material, Age of Unreason, lanzado a comienzos de año.
Aunque se esperaba que The Offspring saliera minutos antes de la una de la mañana, también le madrugó a la cita y comenzó su presentación a las 12:30 a.m.
Música mexicana sonó de fondo mientras los integrantes se iban ubicando en sus lugares. Todos empezaron a notar que tenían sus rostros pintados como la famosa Catrina. The Offspring, al igual que su público, la tenía clara: venían a celebrar el Halloween, y de paso, el Día de muertos, tan conocido y respetado en la cultura latina, y tan propio de los mexicanos.
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Después de eso comenzó la descarga de punk-rock, éxito tras éxito. Tocaron por cerca de hora y media, cerca de 20 de canciones y nadie lo sintió. El tiempo en medio de canciones como Americana, All I Want, Come Out and Play, Why Don’t You Get a Job, Kids Aren’t Alright y Pretty Fly, se pasó volando, y más de uno, a pesar de tantas canciones, se quedó con ganas de más.
Dexter Holland y Noodles estuvieron bromeando entre sí durante varios momentos de la noche, siempre repitiendo lo que bien que la estaban pasando y que la noche tenía que ser una celebración de Halloween. Y sin duda, dejaron a más de un espectador enamorado, luego de que le dijeran al público capitalino que «todos son muy sexies».
Luego de un breve receso, casi a las dos de la mañana The Offspring se despidió de su público en medio de la contundente Self Esteem, de esas viejas pero sabrosas que le recordaron a Colombia que el tiempo pasa pero que el punk y el rock seguirán siendo un tema para hablar y disfrutar, porque más que tendencia, son un estilo de vida.
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