El miedo es una emoción que no necesita subtítulos. Al menos, así queda demostrado en la nueva temporada de The Terror, creada por el productor y escritor Alexander Woo.
Esta vez, la historia se traslada a la costa oeste de Estados Unidos en la década de los 40. Allí, una comunidad de migrantes japoneses se enfrentará a dos temores en paralelo: la persecución del ejército estadounidense tras los ataques en Pearl Harbor, y la presencia de una escalofriante maldición japonesa conocida como Bakemono (化け物), un espíritu que puede tomar diferentes formas humanas y que hace parte de las leyendas del folclor del país del sol naciente.
Con actores japoneses o de ascendencia japonesa en su mayoría, esta historia (hablada casi totalmente en su idioma) explora un capítulo de la historia de los migrantes nipones en Estados Unidos del cual no se habla lo suficiente en los libros. Durante esta persecución, al menos 120.000 japoneses fueron llevados a campos de concentración en diferentes puntos del país, principalmente en la costa oeste, donde estuvieron recluidos entre 1942 y 1948. Algunos fueron deportados, mientras que otros murieron tratando de escapar de dichos campos, donde las condiciones de vida constituyen otro relato de terror. Así, además de hablar del folclor de dicho país y hacer un guiño al estilo de horror nipón (conocido como J-horror), la historia enfrenta al espectador con un inevitable comparativo entre lo que sucede actualmente con los migrantes en Estados Unidos bajo el gobierno Trump.
PUBLIMETRO se reunió con el elenco de actores de esta producción, estelarizada por Derek Mio (Greek y Medal of honor) y completada por Kiki Sukezane, George Takei, Naoko Mori, Miki Ishikawa y Shingo Usami, así como con el creador Alexander Woo.
Para Woo, la motivación para hacer este show tiene que ver con que hay una historia en la que muchos se reflejan hoy, además del componente del terror. Ya sea porque son descendientes de quienes vivieron la persecución estadounidense, o porque entienden la correlación entre lo que sucedió hace 60 años y sigue pasando hoy en día en la vida de los migrantes. «No es muy difícil conectar los puntos con el presente. Y si esa es una empatía que los televidentes no tenían antes y logran sentir después de la serie, creo que habremos hecho una diferencia», dijo Woo, quien también se identifica a nivel personal con esta historia, pues aunque nació en Estados Unidos es de ascendencia china.
Pasando a temas más ligeros, Woo también conversó sobre la intención de que esta serie honrara el J-horror con algunos guiños a las cintas clásicas del género, pero conservando la magia del formato televisivo. «Somos fans [del género] y queríamos hacerlo y homenajearlo, hay algunos homenajes a nuestras cintas de terror japonés favoritas. Pero también hay algo diferente cuando lo haces para televisión. Te lleva a un tipo de narrativa que es mucho más íntima y psicológica, y eso es lo que es el terror japonés. Es un horror que se desliza al interior de tu cerebro y se mueve bajo tu piel. Creo que este es un show perfecto para televisión», comenta.
Las caras de The Terror: Infamy
Derek Mio personifica a Chester Nakayama, un joven hijo de migrantes japoneses que sueña con vivir de la fotografía y dejar el negocio familiar, la pesca. A su vez, enfrenta la censura social de tener una novia de origen mexicano (Cristina Rodlo). Sus padres (Shingo Usami como Henry Nakayama y Naoko Mori como Asako Nakayama) son víctimas de la persecución estadounidense, a pesar de ser migrantes agradecidos con el país que les permitió trabajar y hacer una vida. Sin embargo, lo peor apenas está por venir cuando una serie de macabras muertes sin explicación comiencen a ocurrir en la comunidad. Este actor de cuarta generación de japoneses habló sobre cómo en las familias hay dos expresiones usadas para hablar de lo que ocurrió en los campos de concentración. La primera es shikata ga nai (para referirse a algo que ya no tiene caso) y gaman (pensamiento budista que significa paciencia para superar los momentos difíciles). Entre todas estas referencias, Mio agrega que es «muy emocionante traer el J-horror a la audiencia americana mainstream y al mundo», especialmente porque está contada «por actores japoneses hablando su idioma y mostrando su cultura». Esto teniendo en cuenta que los actores asiáticos están estadísticamente subrepresentados en las producciones hollywoodenses.
Por su parte, Kiki Sukezane, quien interpreta a Yuko en la historia, es uno de los personajes más oscuros de toda la serie pues está ligada a este espíritu maligno (Bakemono). De hecho, Sukezane confesó que este personaje era difícil porque su energía oscura le costaba trabajo: «todavía estoy tratando de sacármelo de encima», pero también cuenta que el hecho de ser japonesa le permitió entender perfectamente qué clase de espanto es el que retrata la historia: «en la cultura japonesa realmente creemos mucho en estos temas espirituales. Mi personaje tiene una historia muy profunda y para mí a veces era difícil conectarme con ella, hasta que entendí lo que podía estar sintiendo».
Finalmente, Shingo Usami y Naoko Mori insisten en el aspecto terrorífico de esta historia, que para ellos retrata algo real, algo que va más allá de las sensaciones. «Muchas veces he sentido cosas que no se ven, es algo inherente», dice Mori. «No sé si sea algo en nuestro ADN, pero realmente sentimos cosas que parecen invisibles. Las cosas obvias que saltan a nuestra cara pueden dar miedo, pero cuando algo está oculto es un poco más tenebroso aún», dice Usami.
MÁS NOTICIAS DEL ENTRETENIMIENTO, AQUÍ
También le puede interesar