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Rock al Parque: cada año más evolucionado y diverso

La historia del festival es una que merece ser contada y más en sus 25 años.

Rock al Parque ya es un grande, pasando de dar sus primeros pasos, hasta convertirse en un veterano y favorito de Latinoamérica. Y es que en la actualidad, hasta los artistas de más alto nivel se sienten orgullosos de ser invitados a tocar en sus diferentes escenarios. Sin embargo, su crecimiento no se dio de la noche a la mañana, y su evolución, no solo significa el auge de un festival, también, el progreso del movimiento rock de nuestro país, que al igual que RAP, fue convirtiéndose con los años en un monstruo.

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Rock al Parque y el movimiento rock colombiano que alcanzó su auge en los noventa, son una especie de mejores amigos. De esa clase de amigos que se conocen desde la infancia, que se conocen todos los secretos y mañas, que han cambiado juntos, y que finalmente, han crecido juntos.

Si usted es de aquellos que ha seguido la movida o le tocó vivirlo, de seguro recordará que las primeras versiones de RAP (que no solamente se realizaban en el Parque Simón Bolívar, sino también en el Olaya Herrera y La Media Torta), tenía como invitados especiales a artistas como La Pestilencia, 1280 Almas, Polikarpa y sus Viciosas y Aterciopelados, entre otros. Y todos ellos con algo en común: estaban naciendo como bandas y estaban buscando sitios para tocar y mostrar su música.

“La verdad es que en ocasiones no tuvimos buena suerte con el clima, pero el calor de la gente siempre lo superó todo”, Diego Castellano de Babasónicos

Y es que tal cual como las 1280 Almas le contaron hace un tiempo a PUBLIMETRO: “Si tú llegas a ver las bandas de esa primera edición de RAP, te vas a encontrar con que todas habíamos publicado un demo y estábamos buscando dónde tocar, inventándonos lugares para hacerlo”.

Creciendo a la par, los artistas rock de nuestro país se convirtieron finalmente en un éxito internacional, y Rock al Parque, en un festival en el que todo el mundo deseaba estar, un festival importante para sumar en la hoja de vida.

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“Molotov, Julieta Venegas, The Skatalites, el ‘Flaco’ Spinetta, Café Tacvba. Mucha gente quería tocar, pero no había espacio para todos”, cuenta Julio Correal, quien trabajó con RAP, sobre el crecimiento del festival.

Sin embargo, no todo ha sido color rosa en esta historia musical. Varios problemas llegaron tiempo después cuando el evento se quiso abrir a otros públicos.

Rock al Parque se diversifica

Para nadie es un secreto que parte del público más fiel del festival viene de toda esa onda que ama los sonidos más pesados del género, de allí que tengan un día dedicado a ellos (sábados).

Pero, pensando en el nacimiento de una nueva generación, de nuevos sonidos, y nuevos artistas, Rock al Parque consideró que sería una buena idea invitar a aquellos artistas que han cambiado la manera de ver el rock en Colombia y en el mundo. En su momento Bomba Estéreo fue uno de ellos y ahora lo hará Juanes.

Y aunque la crítica no se ha hecho esperar, el festival se mantiene firme en abrirles las puertas a otros sonidos. Una opinión que no solamente tienen los organizadores, sino también músicos y expertos en el tema. José Baquero, artista y crítico de la industria, es uno de ellos.

Para él, la explicación y el porqué de que este tipo de artistas lleguen al festival es la siguiente: “El rock no es un género como tal, es la expresión de unos jóvenes que no se sentían bien, que venían de una guerra. Ellos no sabían qué iba a pasar y querían disfrutarlo todo. Y fue un periodista que se llamó Alan Freed, quien le llamó Rock and Roll a ese sentimiento. Por eso mismo puede tomar la forma que quiera, desde el metal, hasta la cumbia. Así que artistas como Bomba o Juanes pueden no tener esos elementos puristas sonoros del rock, pero su actitud siempre ha sido la de romper barreras, la de coger ritmos tradicionales de nosotros, que los jóvenes no estaban oyendo, y hacer que los escucharan. Eso es transgresor y eso es un espíritu rock”.

Para Diego Castellano de los Babasónicos, esta apertura no solo tiene que ver con los artistas invitados, también con una modificación de su programación. “Recuerdo que en otras ocasiones el festival era muy específico en cuanto a mostrar tales y tales géneros en determinados días, pero hoy en día invita a los artistas y asistentes a que nos fusionemos, a que conozcamos. Eso habla muy bien del festival porque ya no siente peligroso el hecho de que los diferentes públicos se unan. Eso es evolución”.

Rock al Parque ha pasado por todos los estados, pero sin duda, ha dejado de ser un joven inexperto, para convertirse en un adulto con una personalidad definida y un carácter de hierro. Un festival del que debemos sentirnos orgullosos y con el que vale la pena apagar una vela más.


Un recuerdo de Rock al Parque por Julio Correal

“En Rock al Parque de 2004 eran los 10 años y por fortuna me nombraron codirector. Vinieron muchísimas bandas, fue el año que más bandas internacionales ha tenido. Y lo bonito era que, al que llamaba yo, me decía que sí de una. Ese fue el año en que metimos todo el festival en un solo parque, en el Simón Bolívar. Ahí arrancó esa era. Lucho Garzón era el que más quería que viniera Molotov porque se quería tomar un tequila con ellos, y efectivamente sucedió. Fue bellísimo ese momento de encontrarnos todos alrededor de la música”.


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