Cada noche, los televisores se sintonizan con el programa de Caracol televisión, que reúne a algunos de los mejores imitadores de todo el territorio nacional en el escenario de Yo me llamo. Allí, las voces, los disfraces y el show han hecho que el programa sea uno de los más vistos en el país, según las cifras del rating que noche tras noche ratifican el liderazgo de la producción. Esto fue lo que César Escola y Pipe Bueno, jurados junto a Amparo Grisales, le contaron a PUBLIMETRO.
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Para empezar, Escola habló sobre las novedades de esta temporada, que ya es la sexta de este formato en Colombia. «Viene recargada, viene renovada, también tuvimos una gran convocatoria. Esta temporada tenemos artistas muy chéveres que van a sorprender mucho, y que nunca habían venido», cuenta, y asegura que este año se tuvieron en cuenta las observaciones de algunos televidentes: «A veces los televidentes comentaban que faltaban voces como Rocío Durcal, o Justin Bieber. Nosotros como jurados notamos que las personas se han preparado más, y que para muchos Yo me llamo es una pantalla para poder desarrollar su carrera profesional artística. A nosotros nos llegaron bandas completas, bandas que tocan en vivo. Eso nos ha sorprendido mucho de buena manera. Yo como músico agradezco que lleguen participantes que quieran usar el programa como trampolín».
Por su parte, Pipe Bueno confirma lo mencionado por Escola. También, le pide a la audiencia que comprenda que en algún momento tendrán que decirle adiós a grandes talentos, pues, según dice, hay mucho de dónde escoger. «Lo nuevo de esta temporada es que cambiaron varias dinámicas. De hecho hay cosas nuevas que yo ni siquiera conozco aún porque están pensadas para sorprender a todos, incluyéndonos. Así a grandes rasgos, creo que pasamos 65 artistas a Bogotá. Antes no eran tantos. Ahora tienen la posibilidad de estar una semana concursando hasta que queden los 24. Hay mucho talento, artistas con mucha formación. Es mucho más fácil encontrar una imitación más cercana. Lo que tienen que entender es que hay tantos buenos cantantes que a nosotros nos pesa dejar ir a algunos, pero qué maravilla tener tanto talento. Hemos buscado siempre el doble perfecto, sin parodias ni caricaturas», dice el cantante.
Una montaña rusa de emociones
Algo que siempre ha caracterizado al programa es la facilidad que tiene el formato de hacer reír, llorar, y emocionar a los televidentes. El talento, los aplausos, y las historias de vida son ingredientes de Yo me llamo, y los jurados están conscientes de ello. «Amparo y yo somos bastante emotivos, y lágrima fácil», dice Escola. «Pipe es más fuerte, pero a él se le escapan también las lagrimitas. Yo me llamo tiene esa magia: podemos estar con las lágrimas de algo muy emotivo, pero a los 30 segundos esas lágrimas pueden ser de risa. La vida es así, lágrimas de tristeza, de nostalgia, y lágrimas de alegría. Lo más importante es que nos divertimos mucho, y lo que hemos podido ver es que la gente se divierte mucho con nosotros desde sus casas, y ese es el propósito del programa, entretener sanamente a toda la familia».
Además, como menciona Pipe Bueno, el hecho de tener a Amparo Grisales, con su caracter particular, es un factor que hace que se diviertan a lo grande. «Yo creo que es una montaña rusa de emociones, porque Amparo llora y me hace llorar, pero de pronto en ese momento dice una de sus ocurrencias y te revientas de la risa. Luego peleamos por algo y estamos medio bravos, pero por eso mismo uno se la goza. Siempre es una mixtura de sentimientos».
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Para los que quieren ir al programa
¿Qué le dicen los jurados de Yo me llamo a las personas que sueñan con tener una oportunidad en el programa? Para César Escola, la clave es estudiar y trabajar duro para «superarse cada día». En su opinión, «nadie nace sabiendo, hay gente que tiene el talento, pero tiene que pulirlo. Una participante se presentó en temporadas pasadas y no pasó ni el primer filtro, y dejó pasar tres años. Se volvió a presentar y cuando la vean, se van a erizar».
Bueno, por su parte, comenta que hay algunos participantes que llegan necesitando un empujón, y son los jurados quienes terminan sorprendidos con su crecimiento. «Lo digo por experiencia propia: a veces llegan concursantes que parecen ser muy malos, pero que resultan haciendo imitaciones increíbles. Para eso está la escuela de Yo me llamo».
Los presentadores
Ernesto Calzadilla
¿Cuáles son las novedades de esta temporada?
¡Se vienen más sorpresas! El estudio parece una nave galática, los jurados viajaron en el tiempo y estuvieron con artistas originales, eso les dio herramientas para juzgar. Tenemos artistas contemporáneos que no habíamos tenido en otras temporadas, hay más ‘anglo’. Tenemos mucho reguetón, cosas más urbanas y sobre todo rancheras, y otras cosas populares.
¿Y qué hay de los participantes?
El gran piropo es que la gente se prepare para competir, eso no tiene precio. Esta temporada tenemos muchas bandas y grupos, músicos de escuela. Aparece Juanes y te toca la guitarra, luego aparecen los Tigres del Norte y todos tocan. Eso es alucinante.
¿Qué le diría a los que sueñan con llegar al programa?
Que estudien, que trabajen, y que sean gente primero. Vayan tras sus sueños con disciplina y esfuerzo, tienen que gozársela, disfrutárselo. En general, creo que para la vida debe ser así, siempre. No hay que dejar de soñar. La pasión tiene que estar en todo lo que uno haga. Si el programa les gustaba, ahora les va a gustar el doble.
Melina Ramírez
¿Cómo se siente de hacer parte de Yo me llamo?
Primero, estoy muy agradecida por estar en el programa y en Caracol. Desde que llegué han sido muchos retos, y más con un programa que es dueño del rating en Colombia. Es un programa con un jurado reconocido y exigente. Eso me exige estar a la altura de ellos. Es un reto profesional que me motiva a crecer y a aprender cada día más. Estoy feliz, el programa es increíble.
¿Qué le ha aprendido a esta terna de jurados?
Mi función es bastante diferente, y lo hago a mi estilo y con mi sello. Pero cuando tengo dudas de algún artista o de lo que ya ha pasado en temporadas pasadas sí trato de aprender de ellos. Obviamente son cosas normales del programa que se aprenden día a día. En el programa soy yo, tal cual, porque ni siquiera tengo libreto. Es un tema de conversación real, me siento cómoda así. Con Amparo he hecho muy buena amistad, e incluso le pregunto por mis «pintas».
¿Cuál fue el reto más grande al que se enfrentó en este programa?
Si bien yo no tengo por qué saber de música porque no es mi área, hay artistas que no tengo ni idea quiénes son. Algunos no son de mi generación o no suenan tanto, pero llegan a audicionar, entonces a mí me gusta tomarme un tiempo para investigarlos.