Muchas son las palabras que pueden venir a la mente de alguien cuando se le pregunta por Bogotá. Y sin duda, una de ellas sería Aterciopelados. La banda de rock siempre será un referente de nuestra ciudad con letras y videos que bien podrían ser parte de la memoria histórica de la capital colombiana. Por eso no es extraño que vayan a ser parte de la fiesta de cumpleaños que tendrá la ciudad por sus 480 años este 6 de agosto en el Parque Simón Bolívar.
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Héctor Buitrago y Andrea Echeverri le darán a Bogotá una serenata bien particular, y es que, para este cumpleaños, se subirán al escenario del Simón Bolívar para dar un concierto sinfónico con sus mayores éxitos. Pero no estarán solos, a ellos los acompañará la Orquesta Filarmónica de Bogotá, en un evento gratuito que promete sacarla del estadio y hacer que nuestra adorada ciudad apague las velitas como debe ser. Publimetro habló algunos minutos con Andrea acerca de esta presentación, pero también de su vida en Bogotá y cómo intenta gozarse lo bello de la capital, a pesar de que a veces le saca más de una cana. ¡Cómo a todos!
¿Cómo será la movida en esa presentación en el Simón Bolívar?
Estamos muy emocionados. La propuesta vino de la Filarmónica y el repertorio que escucharán es un compilado de clásicos y también algunas canciones de nuestro nuevo disco, Claroscura.
Tengo entendido que en materia de estructura primero la Filarmónica tocará un poco, después entraremos nosotros para hacer cerca de diez canciones juntos a ellos, y finalmente Aterciopelados tocará un rato solo.
¿Cómo están de nervios?
Uno puede ensayar, saber cómo están quedando los arreglos, pero finalmente el resultado se verá y se sentirá en vivo y en directo y eso no deja de generar varios sentimientos en uno y las típicas mariposas en el estómago.
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Claro, los nervios no se pueden dejar de lado, pero en realidad ustedes no son ‘primiparos’ en esto, y es que ya han trabajando con la Filarmónica y han hecho proyectos de este tipo…
En el pasado ya habíamos hecho con la Filarmónica, Maligno, en un proyecto en el que también estuvieron artistas como ChocQuibTown, Totó la Momposina, Jorge Velosa, entre otros.
El año pasado también hicimos algo parecido en México, relacionado a rock de los noventa donde tocamos Bolero falaz.
“Los sinfónicos le dan otra sonoridad a las canciones que ya muchos conocen. Es como ponerlas más elegantes”, Andrea Echeverri de Aterciopelados.
Esta no es la primera vez que la Filarmónica toca con alguna banda de nuestra ciudad para celebrar su cumpleaños, entonces, ¿cuál es la importancia de unir estos sonidos completamente diferentes y que muestra lo que está pasando actualmente en la música respecto a romper las barreras y los géneros?
Me parece que atrae nuevos públicos y eso es bonito. Es diferente porque el formato filarmónico le da otro toque a la música de x o y banda y abre espacios para que los escuche gente mayor o más pequeña. Por ejemplo hace poco estuvimos en Costa Rica y tuvimos la oportunidad de ver un ensamble entre Puerto Candelaria y la Sinfónica de allá y fue de lo mejor que vimos.
¿Por qué Bogotá es importante para Aterciopelados?
De alguna manera la propuesta de la banda ha tenido que ver con Bogotá porque desde el principio nuestra apuesta fue un poco construir algo con sonido de acá e incluso la manera de hablar de acá. Además muchos de nuestros videos también tienen paisajes bogotanos, incluso paisajes ya extintos, como puede ser Bolero falaz que ocurre en un San Victorino que ya no está y en unos paraderos de bus de la troncal, como se llamaba en esa época, que tampoco existen.
Aterciopelados y Bogotá son muy cercanos, por ejemplo, tenemos una relación profunda con Rock al Parque, creado acá, y con el Simón Bolívar que ha sido el escenario de tantos eventos, clásico para las reuniones de los bogotanos y por supuesto de los Atercio.
¿Cuál es el lugar que más le gusta de Bogotá?
Muchas partes de la capital, pero en especial amo mi casa (Risas). Bueno la verdad es que he vivido en varias partes de la ciudad, así que tengo varios recuerdos de diferentes barrios, he vivido en Teusaquillo, La Candelaria, el Chicó, Cedritos. También están los espacios donde hemos tocado y hemos visto grandes conciertos. Tenemos recuerdos cariñosos del Julio Mario Santo Domingo, del Jorge Eliécer Gaitán, del Cafam Bellas Artes, de la Media Torta.
Ya que menciona los conciertos, ¿cuál le llega a la mente en este momento y que haya sido en Bogotá?
A lo bien, es que nosotros hemos tocado en todas partes, entonces es complicado que haya uno específico. Me llega a la mente que estaba haciendo mi proyecto solista y que estaba haciendo una canción para las mamás de Soacha que tiene ver con los famosos Falsos Positivos, entonces fuimos a tocar precisamente a Soacha y fue un momento lindo, pero al mismo tiempo duro.
También recuerdo ahora que estuvimos en Ojo al Sancocho, tocando en Bosa, si no estoy mal. Con este festival también tocamos por allá arriba, arriba, donde se veía Bogotá en todo su esplendor.
Si alguien le pidiera un consejo a la hora vivir bien en Bogotá, ¿qué le diría?
Bogotá es una ciudad complicada, tampoco es color rosa, es como toda gran ciudad, llena de oportunidades y de oferta cultural, pero también está llena, somos demasiados, hay mucho tráfico, cantidad de basuras e inseguridad. Pero como somos bogotanos desde toda la vida pues uno también aprende a usar las cosas buenas que le ofrece y trata de evitar lo malo. Hay que aprender a moverse en esta ciudad, yo por ejemplo siempre me voy en bicicleta a los ensayos.
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