La boda del Principe Harry con la actriz Meghan Markle sin duda se convirtió en el evento del año. Harry y Meghan son ahora la pareja más comentada del momento y su boda sigue dando de qué hablar.
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Los novios pidieron a sus invitados que no llevan regalos materiales, los obsequios que pidieron fueron donaciones para las siete organizaciones sociales elegidas por Meghan y Harry. Uno de ellos es una asociación de chicos con VIH (CHIVA sus siglas en inglés), que ayuda a más de mil niños del Reino Unido que combaten esta enfermedad.
LA REINA ISABEL NO HIZO CASO
A pesar del pedido de la pareja, la reina Isabel II decidió hacer caso omiso y darles un impresionante regalos. Nada más y nada menos que una mansión, pero aseguran que el vino con una sorpresa: un fantasma.
La reina les dio una residencia ubicada dentro de su casa de campo Sandringham House y utilizada hasta la fecha como la oficina de bienes. Este bien fue herencia del padre de la Isabel II, el rey Jorge, en 1952.
Meghan Markle ya estuvo allí durante la Navidad de 2017.
HISTORIA DE LA ‘CASA EMBRUJADA»
York Cottage fue la residencia el rey Jorge V y la reina María, los abuelos de la Reina Isabel II.
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Mucho se habla del fantasma que habita en la casa, sería el ‘alma’ del príncipe Alberto Víctor (príncipe Eddy), duque de Clarence y Avondale, que murió en enero de 1892 en esta vivienda a los 28 años, víctima de neumonía.
La madre del joven príncipe, Alejandra de Dinamarca, conservó el cuarto de su hijo intacto cuando falleció, como un santuario. Desde entonces hay quienes aseguran que la presencia del príncipe Eddy se percibe con fuerza en algunas de las estancias de la mansión.
De manera habitual Meghan y Harry vivirán en Nottingham Cottage, la residencia actual del hijo de Lady Di.