Andrés Parra regresa bajo el personaje de Juan de Salas en la segunda temporada de Sitiados, una producción que trasladó su historia y ahora llega con todos sus personajes a Colombia. Han pasado 15 años y nada es como antes, y justamente, Juan de Salas es la viva muestra de ello. En entrevista para Publimetro, el carismático, pero sobre todo, gracioso Andrés Parra, nos habla sobre la evolución de la serie y de este personaje que dejará de ser una bestia sanguinaria.
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¿Con qué se encontrarán los televidentes al ver la segunda temporada de esta serie? Eso teniendo en cuenta que hay un cambio radical tanto en las locaciones como en la época.
Sin duda es un Sitiados completamente distinto, mucho más lleno de locaciones, por ejemplo, nos fuimos al mar, a la montaña, a la playa. Pero en especial, se encuentra ubicado en nuestro país. Se fue de Chile y se metió en Colombia.
Yo creo que el público se encontrará, sobre todo, con un gran trabajo del departamento de arte. Esa gente se lució y se darán cuenta al ver en lo que transformaron Cartagena, Zipaquirá, Villa de Leyva y todas los lugares en los que estuvimos filmando.
Además verán en esta temporada muchos más universos. Ahora hay piratas y por fin vamos a conocer al rey de España. ¡Quiero decirles que la parte de los reyes es espectacular!
Han pasado 15 años en la vida de Juan de Salas, años que sin duda, no han sido fáciles. ¿Quién es él ahora?
Juan de Salas va de mal en peor. Todo le salió mal en la primera temporada, y aunque se quiso morir, no logró su objetivo. Dura preso más de diez años, sale muy enfermo, y el Duque le ordena que busque al hijo bastardo del rey. Es así como renace en él el deseo de venganza y de odio.
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También veremos a un personaje muy triste, porque siente que ninguno de sus esfuerzos anteriores valió la pena. En los siguientes capítulos tocará fondo, y es entonces cuando veremos su humanidad, la persona que hay detrás de esa bestia, y todo aquello que lo hace vulnerable.
Sin saberlo, en esta segunda temporada se hará amigo de Diego, nada más, ni nada menos que el hijo bastardo del rey. ¿Qué pasará cuando se entere? De cierto modo, ¿ese choque emocional será en parte responsable de que sus emociones se pongan a flor de piel?
Eso es tan impactante para él que ya no tiene otro camino que reconciliarse con la vida. Creo que eso es muy humano y muy bonito. ¡Ya qué más puño va a dar!
Esa escena particularmente a mí me conmueve mucho porque está todo junto: la ira, el dolor, la tristeza. Se convierte en una especie de exorcismo que le ayuda a quitarse un peso de encima.
4 horas de maquillaje llevaba recrear el personaje de Andrés Parra y dejarlo listo para las filmaciones.
12 horas y hasta más, duraba un día de filmación de Sitiados 2.
Hablando del hijo bastardo del rey, ¿cómo le fue trabajando con Ricardo Abarca, quien le dio vida a este personaje?
Richie es lo máximo. Cuando yo me enteré que era Diego me puse demasiado feliz. Y es que yo ando en un momento de mi carrera donde a mí me interesa mucho saber “quién va al bate”, porque uno quiere trabajar con gente chévere, uno ya no está para aguantarse personas cansonas.
Richie es buen actor, gran persona, disciplinado y querido. Quiero confesar que Richie y Biasini Segura, fueron mi bastón porque yo sufrí mucho en esta segunda temporada por la rudeza que significó rodarla. Ellos dos fueron mi punto de equilibrio y me dieron apoyo cuando quise “tirar la toalla”. Fueron mi píldora anti estrés.
¿De qué manera fue ruda esta nueva temporada?
Pesado en cuanto a muchas horas de trabajo, viajes, porque nos movíamos demasiado, y los escenarios eran muy complicados. Por ejemplo, rodar en el Tayrona es jodido, por el viento, el clima, el sonido y mantener el maquillaje.
Pero cuando usted ya se montó en el proyecto, pues se jodió, porque se dio cuenta tarde que para sacarlo adelante iba a tocar romperse la porra. (Risas)
¿En qué momento pensó en desistir?
Recuerdo un momento filmando en Cartagena. Era ya muy tarde, el clima había estado pesado, y para rematar, el hotel quedaba lejos. También hubo un instante en la Catedral de Sal de Zipaquirá que pensé en irme corriendo, y creo que fue por el encierro.
No podemos dejar de hablar de Marcela Mar y Marlon Moreno, talento colombiano que también hace parte de esta serie…
Yo nunca había trabajado con Marlon, con Marcela sí. Marcela es una mujer que siempre ha querido poner por encima de su belleza a sus personajes, y es por eso que no le importa que le rapen el pelo o la golpeen. Y este personaje sin duda le cayó como anillo al dedo, porque literalmente, ¡es una puta loca! Es más loca, sanguinaria y mala que Salas.
Marlon era otra joyita. ¡Qué rico trabajar con él! Un man tranquilo, serio y generoso. Me divertí mucho la semana que estuvimos juntos.
“Trabajar bajo tanta rudeza y presión hace que uno saque otras facetas que tal vez no conocía. Eso me sucedió en Sitiados 2”, Andrés Parra.
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