Para 2018 una de las grandes apuestas de Netflix para renovar su contenido es la llegada de 21 comediantes que tendrán su propio stand up, y ‘Cejas Pobladas’ hace parte de la cuota colombiana.
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Quevedo, quien inició en 2006 su carrera como cuentero en Bogotá, ha pasado por algunos de los escenarios de comedia más populares del país. Entre esos, el Festival internacional del humor, de Caracol Televisión, y Los comediantes de la noche (RCN).
Poco a poco el comediante también ha podido llevar su humor a escenarios internacionales, como Stand-Up sin fronteras (Comedy Central) e incluso llegó al cine con la película Nos vamos pa’l mundial (2014), ¿Usted no sabe quién soy yo? (2016 y 2017) y El show de ‘Cejas Pobladas’ (2017).
Ahora, Quevedo se enfrenta al reto de tener su show dentro de Netflix, el gigante del streaming, con lo mejor de sus rutinas de comedia distribuido en varios capítulos. PUBLIMETRO habló con el humorista acerca de este nuevo reto en su carrera.
Cuéntenos sobre este especial de Netflix, ¿en qué se diferencia de otros shows que ha hecho?
Es un show muy especial porque es una mezcla de muchas rutinas de varios shows que he hecho a lo largo de los últimos años. Rutinas actualizadas y frescas con la intención de hacer reír a un público de diferentes edades.
¿Cómo «internacionalizar» los chistes que solo un colombiano puede entender?
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En mis rutinas por lo general manejo temas muy universales, cosas que le pueden pasar a cualquier persona en el mundo, no me gusta ser muy local. Afortunadamente he tenido la fortuna de presentarme en varios países a lo largo de mi carrera y eso me ha ayudado a aprender a universalizar mi material.
¿Cómo ha sido trabajar con los otros comediantes, Riaño, Arango y Sanint?
Muy bien, son comediantes que admiro y respeto y con los que he tenido la oportunidad de trabajar en varios proyectos hace muchos años. Es muy divertido trabajar con ellos.
Para usted, ¿cuál es el éxito de la comedia en Colombia?
En todo el mundo el humor es necesario para la vida. Para ayudarnos a soportar la realidad. Y en Colombia se ha vuelto un escape muy importante en medio de tantas tragedias y malas noticias. En general creo que el humor es necesario para tener ganas de vivir.
Por lo general, ¿hay algún tipo de temas de los que evita hablar en sus shows?
En general trato de hablar de todo, no me auto-censuro. Solo no me gusta hacer chistes de condiciones que la gente no pueda remediar, defectos físicos, preferencias religiosas, sexuales o creencias muy profundas.
A usted lo han descrito como «tímido» en el pasado. ¿Después de tanto tiempo haciendo comedia, diría que ha cambiado ese aspecto?
No, sigo siendo tímido. Es una parte de mi personalidad que no cambia con los años, como la calvicie.
¿Cómo cree que ha evolucionado la comedia que hace?
Se ha ido actualizando a través del tiempo, con la evolución de la tecnología, internet, redes sociales, etc. Uno tiene que avanzar al mismo ritmo de las cosas que lo rodean porque si no, se queda en el pasado. Y no hay nada más triste que un humorista que hace chistes que ya nadie entiende, o nadie le importan. Toca informarse y seguir leyendo.