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Con teatro, danza, música, artes visuales, performances, talleres, conversatorios y hasta una ciclovía, la cuarta versión de este festival se enmarca en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que tendrá lugar el 25 de noviembre, día en el que cualquiera podrá unirse a un gran baile al aire libre en la plaza del centro comercial Gran Estación, evento central del Festival.
Con el eslogán ‘Mujer poderosa’ el festival propone actividades en las que habrá mucho arte pero sobre todo mucha reflexión en torno al tema del maltrato contra la mujer y el empoderamiento femenino. La directora artística de este festival, Alejandra Borrero, le contó a PUBLIMETRO la idea detrás de las diferentes actividades del encuentro:
El festival es muy variado, tenemos danza, performance, teatro… ¿cuál era la intención de influir en tantas áreas?
Varias cosas. Es el espíritu de Casa Ensamble, aquí todas las artes caben, todas las barreras desaparecen, las artes se alimentan las unas de las otras. Es parte de nuestra inspiración, así que queríamos tener todas las artes. Pero además nos gusta tocar la ciudad, incidir en la ciudad, que la gente sienta el festival. Y no solo que la gente sepa que estamos ahí sino que sepan que estamos hablando de esta temática horrible que es la no violencia contra las mujeres, un tema que generalmente está debajo del tapete, que nadie toca, que nadie habla, pero que todas hemos vivido de una manera u otra. Así que este año nos queremos tomar la ciudad de una manera femenina y vamos a bailar el 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en la Plaza de Gran Estación (de los alfiles), vamos a hacer un baile entre muchísimas mujeres y hombres ¡ojalá muchos hombres! Tomándonos la ciudad y sintiéndonos dueñas y libres dentro de la ciudad.
¿Cómo es que por medio del arte podemos hacer que las personas comprendan sus privilegios?
Es impresionante porque el arte tiene una capacidad maravillosa de llegarle al alma a la gente. No le llega a los juicios ni los prejuicios, que es donde generalmente nos paramos los colombianos. Esta guerra nos ha enseñado a juzgar al otro, a señalarlo y a matarlo… con la palabra, con el arma, con la actitud. En Colombia las mujeres somos objetos, y la guerra nos hizo mucho más daño. Por ejemplo, hemos llevado Victus, que es nuestra obra de teatro sobre la reconciliación, a muchas localidades y es increíble ver a la gente llorando y diciendo “sí se puede, gracias”. El arte es absolutamente transformador, el buen arte. No cualquier cosa transforma a la gente, pero cuando uno ve una buena obra se queda siempre con muchas preguntas, con muchas incógnitas, y eso es fundamental. Queremos que reflexionen sobre esta temática.
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La fecha: 25 de noviembre, Día Mundial de la No Violencia contra la Mujer
Y así mismo, ¿cómo convencer a esas mujeres que en algunos casos tienen más conductas machistas que los mismos hombres?
Primero, no convencerse de lo que el otro dice. No dejarse lastimar. Lo que la otra persona dice sobre ti tiene más que ver con ella que contigo. Hay imaginarios que debemos romper. Pero se rompen cuando no juegas y no peleas por eso, y sencillamente no participas de esas palabras hirientes. Las mujeres no queremos ser hombres, nuestra lucha no es contra ellos, todo lo contrario. Es ocupar el lugar que nos corresponde sabiendo que nuestra situación siempre ha sido desfavorable. Las mujeres tenemos más oportunidades en el azar que en las leyes. Es importante que todos tengamos acceso a los mismos privilegios. Que gane el mejor. Pero ahora mismo un hombre asciende porque tiene potencial, mientras que una mujer debe demostrarlo mil veces más. Pero eso también nos ha hecho pensarnos mucho como mujeres, y que los movimientos feministas ya no tengan freno. El mundo está cambiando. Las mujeres comienzan a despertar en todo el planeta, yo creo que este siglo va a ser el siglo de las mujeres.
El mundo está cambiando. Las mujeres comienzan a despertar en todo el planeta, yo creo que este siglo va a ser el siglo de las mujeres.
Esta ya es la cuarta edición del festival, ¿qué anécdotas memorables le han dejado las pasadas ediciones?
Muchas. Ya de cada festival tengo historias emblemáticas, que han hecho que vuelva y tome la bandera y siga haciendo esto. En el primer festival un hombre estaba furioso en EcoYoga, viendo a un montón de hombres con la boca pintada de rojo y decía “¿a estos maricas qué les pasó?”, y cuando le explicaron cuál era el motivo él fue el primero en decir “préstenme un labial y me pinto la boca porque también estoy en contra del maltrato hacia las mujeres”. Ese cambio de tuercas es lo que buscamos. En otro, una niña chiquitica escuchó una de nuestras canciones y le preguntó a la mamá, ¿nosotras somos poderosas? Y la mamá respondió, ¡claro, mi amor! (Risas) la cara de supergirl que puso esta niña al darse cuenta de lo poderosa que es, es algo fundamental y transformador. Hombres que trabajaron conmigo me han dicho “no sabíamos que la situación era tan grave, prometemos no lastimar nunca a una mujer”, con que un grupo de hombres diga eso es algo maravilloso. Sé que mucha gente se ha sensibilizado y se ha tocado con el tema, se ha transformado.
Puede que la gente que se interesa de primera mano en el festival ya se haya sensibilizado con el tema de la violencia hacia la mujer, ¿Cómo llegarle a la gente que aún no?
Por eso nos vamos a la calle, para que la gente nos vea. Y nos vea desde otro lugar. No vamos a pedir, ¡no! Vamos a exigir, y vamos a tomar el lugar que nos corresponde, de igual a igual. No vamos a quitarles nada a los hombres, vamos a ponernos en su mismo lugar. Imagínese un performance en el que vamos a bailar libremente, haciendo los pasos que queramos. Las mujeres nunca estamos sin tensión en la calle, y a veces ni siquiera estamos sin tensión en la casa. Una mujer que sufre violencia intrafamiliar siempre está muerta del pánico, en estado de alerta. Es horroroso. Vernos de una manera diferente es transformador, el solo hecho de salir y decir ¡aquí estamos! Y vamos a mostrar qué tan poderosas somos. Y qué rico poder compartirlo con otros, sin problema, sin zapatos… como nos dé la gana.
Y La población LGBTI también se ha unido al festival…
¡Por supuesto que sí! Además este año estamos hablando de que es mujer toda aquella que se sienta mujer. Hay hombres que se sienten mujeres, así que este festival es para todas las mujeres que se sienten mujeres.
Toda la programación del festival puede consultarse en la página de Facebook de Casa E Social: www.facebook.com/CasaESocial o comunicándose al teléfono 7440422 en Bogotá.