El ganador del Grammy, Gregory Porter, presentó su disco más reciente, titulado Nat King Cole & Me. Este trabajo es un homenaje al legendario cantante y pianista, que contará con los arreglos del ganador del Grammy Vince Mendoza y la musicalización de la London Studio Orchestra. El álbum revivirá clásicos como Mona Lisa, L-O-V-E, Nature Boy, The Christmas Song y Smile.
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Para Porter, la influencia de Cole en su vida y su música es profunda, casi como una línea que lo conecta con sus memorias más arraigadas de la infancia. “Él era único en su clase. Dejó una música tan maravillosa que es imposible no sentirse influenciado por su extraordinario timbre, estilo y genialidad”, señaló Porter. “Es apenas obvio que vaya a las raíces de mi inspiración y al lugar de donde vengo. Esa raíz sería mi madre, la música góspel y Nat King Cole”, agregó.
“Mi madre dijo que yo había escrito una canción cuando tenía cinco años, la grabé y se la mostré cuando volvió del trabajo”, recuerda Porter. Luego de escucharla, Ruth Porter exclamó: “Chico, suenas como Nat King Cole”, un comentario que hizo que un curioso y joven Porter se animara a revisar de cerca la colección de música de su madre.
“Recuerdo lo extraño que me resultaba su nombre al mirar entre sus álbumes, y recuerdo la primera vez que vi su imagen: este hombre elegante, fuerte, buen mozo, que al estar sentado junto al fuego me parecía como alguien que podría ser el padre de alguna persona… luego puse el vinilo en el tocadiscos y de los parlantes salió una voz, un sonido tranquilizante, y llenó un vacío en mí. Mi padre nunca hizo parte de mi vida; nunca me crió; nunca mostró ningún interés en mí. Así que las palabras de Cole: ‘levántate, sacúdete el polvo, comienza de nuevo’ –todas estas lecciones de vida y palabras de sabiduría eran como un consejo paternal para mí. Estaban saliendo de los parlantes como si Cole me hablara solo a mí. Escuchaba sus álbumes y me imaginaba que él era mi padre”, agregó.
Más temprano en su carrera, Porter dramatizó su apreciación por Cole en un musical semi-autobiográfico, que también se tituló Nat King Cole & Me y se presentó en 2004.“Ese musical fue la manera en que intenté encontrar a mi padre”, explica Porter, “la escribí luego de que mi padre biológico, Rufus Porter, muriera. El musical era de Nat King Cole y la mitad de la música eran originales míos. El punto es cómo di con la música de Cole en la ausencia de mi padre. De alguna manera fue como una terapia auto prescrita, y una medicina emocional para mí mismo,” relató Porter.
Ese musical fue el abrebocas para este álbum nuevo, sucesor de Liquid Spirit (2013), con el que Porter ganó un Grammy, y Take me to the alley (2016), que catapultó a Porter como uno de los mejores cantautores de jazz de su generación.
El álbum, que fue presentado al público en los últimos días, está disponible en los siguientes formatos: vinilo de lujo, CD estándar y de lujo, descarga estándar y de lujo y plataformas de descarga.
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“Elegí las canciones como siempre lo hago, siempre de una manera muy emocional. Junté las canciones que significaron algo para mí a lo largo de los años. Hubo un periodo en la universidad donde tuve una lesión en mi hombro y necesitaba música para tranquilizarme. Así que volví a la música de Cole. Luego hice lo mismo cuando murió mi madre. De alguna manera, siempre hay un efecto tranquilizante y de alivio con la música de Cole. Grabarla fue algo muy personal porque podía escuchar y sentir a mi madre. Todavía creo que continúo en la búsqueda de mi padre”, finalizó Cole.
Gregory Porter nos habló sobre lo que hay detrás de cada una de las canciones del álbum:
- Mona Lisa (Ray Evans/Jay Livingston):
– Esta canción me emociona mucho, porque no escucho a nadie más haciéndola en la versión de Cole. Es una canción de amor que no está dedicada a nadie en especial, pero tiene un cierto aura. Tiene un final hermoso y poderoso.
- Smile (Charlie Chaplin/John Turner/Geoffrey Parsons):
– Es un mensaje de optimismo y amor irremplazable, Vince Mendoza capturó la elocuencia y la belleza sofisticada de esta canción. Estoy emocionado por presentarla al público, es hermosa.
- Nature Boy (Eden Ahbez):
– Para mí es la canción perfecta. Me desvivo por la última línea, en especial, que dice “la mejor cosa que aprenderás en la vida es a amar y a ser amado de vuelta.
- L-O-V-E (Milt Gabler/Bert Kaempfert):
– Esta es una canción ingeniosa y una bella pieza de poesía. Es muy vieja escuela.
- Quizás, Quizás, Quizás (Farres Osvaldo):
– La canto en español. Espero hacerle justicia al idioma, pero les aseguro que puedo sentir la emoción de la canción.
- Miss Otis Regrets (Cole Porter):
– Es una de esas canciones que cuentan grandes historias. Es una canción inusual, aunque tiene un mensaje trágico. Es interesante, cinematográfica, como mucha de la música de Cole, que tiene historias con inicios, nudos y desenlaces narrados en tan solo tres minutos.
- Pick Yourself Up (Jerome Kern/ Dorothy Fields):
– Pienso en esta canción y me recuerda una que hice para mi propio hijo. Hablo de aquellos que han tenido que caer para levantarse de nuevo. Digo lo mismo pero de otra manera para mi hijo cuando digo que siempre hay que ponerse de pie una y otra vez.
- When Love Was King (Gregory Porter):
– Esta es la canción donde más se nota la influencia de Nat King Cole. Es un tema que te hace pensar y te da un pequeño mensaje de vida.
- The Lonely One (Lenny Hambro/ Roberto Heller):
– Es una canción con la que me identifico y me conecto emocionalmente. Tiene un poco de mi personalidad en ella.
- Ballerina (Carl Sigman/ Bob Russell):
– Es una historia de amor frustrado por cuenta de una bailarina que no tiene tiempo de pensar en un hombre que muere por ella. Pensé en cómo la cadencia de la canción era un baile en sí mismo.
- I Wonder Who My Daddy Is (Gladys Shelley):
– Es una poderosa y bella canción desde la perspectiva de un niño. Es un mensaje muy importante porque esta música representa para mí la ausencia de mi padre. Pienso en mi padre, mi madre y mi niñez cuando la escucho.
- But Beautiful (Johnny Burke/Jimmy Van Heusen):
– Es, de alguna forma, la sinopsis de este record. Porque estilísticamente se parece al estilo de Nat King Cole, y muestra la dulzura y la amargura en todos los aspectos del amor. Es una canción que ya he grabado antes, pero que repetí con la compañía de esta increíble orquesta.
- Sweet Lorraine (Cliff Burwell/Mitchell Parish):
– Es como un ballet muy dulce. Me gustan mucho las canciones que tienen nombres, esta es quizás la que más me gusta.
- For All We Know (J. Fred Coots/Sam M. Lewis):
– En esta canción me conecto con dos personas: Donny Hathaway y Nat King Cole. Son dos de mis grandes influencias, estoy unido a ellos espiritual y musicalmente.
- The Christmas Song (Mel Tormé/Robert Wells):
– Es importante para mí y para mucha gente. La escucho incluso en julio, era muy especial en mi casa porque no era navidad si no había empezado a sonar la música de Nat King Cole junto a todas las demás tradiciones navideñas.