La estrella del country y el pop Glen Campbell falleció hoy a los 81 años tras una larga lucha contra el alzhéimer, informó su familia a través de la cuenta oficial del músico estadounidense en la red social Facebook.
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Campbell, que vendió a lo largo de su vida más de 45 millones de discos, alcanzó la fama durante los años 60 y 70 no solo por sus exitosas canciones, sino también por sus apariciones en la televisión y el cine.
Nacido en 1936 en una familia muy humilde de Delight (Arkansas, EE.UU.), Campbell comenzó en el mundo de la música desde muy niño y como guitarrista admiró desde pequeño a Django Reinhardt.
Con algo más de veinte años se mudó a Los Ángeles, donde ganó fama como excelente músico de estudio y en donde trabajó a las órdenes de estrellas como Elvis Presley, Dean Martin o Frank Sinatra.
Cuando Brian Wilson, el genio detrás de The Beach Boys, sufrió problemas de salud a mitad de los años 60 que le alejaron de la banda, Campbell se incorporó al grupo durante unos meses como músico para las giras.
Pero Campbell trataba de desarrollar una carrera en solitario que despegaría triunfalmente en 1967 con sus exitosos singles «Gentle On My Mind» y «By The Time I Get To Phoenix».
La marca de la casa del artista, a lo largo de toda su carrera, fue una melancólica mezcla de country y pop en la que su voz suave y muy natural bordaba con facilidad los temas más románticos y nostálgicos.
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Posteriormente, siguió coleccionando triunfos gracias a canciones como «Galveston», «Southern Nights» o «Rhinestone Cowboy».
Además, tuvo tiempo para debutar en el cine gracias a «True Grit» (1969), cinta que protagonizó John Wayne y que en 2010 sería objeto de un «remake» a cargo de los hermanos Coen.
Campbell comenzó a ser considerada una estrella también de las pantallas y, además de apariciones esporádicas en diferentes series y espacios, lideró su propio programa televisivo titulado «The Glen Campbell Goodtime Hour», que se emitió desde 1969 hasta 1972.
Los años 80 fueron una época oscura para el músico, que sufrió problemas con las drogas y el alcohol.
Miembro del Salón de la Fama del country, en 2011 anunció que sufría alzhéimer, una enfermedad contra la que luchó de manera pública, para concienciar a la sociedad, a través, por ejemplo, del documental «Glen Campbell: I’ll Be Me» (2014), que dirigió James Keach y que registró también su última gira.
También 2011 fue el año en el que editó su último disco con canciones originales, «Ghost on the Canvas», aunque su despedida final fue publicada este mismo año: un álbum de versiones titulado elocuentemente «Adiós» (en español).